"Abordan el amor y la violencia en el teatro"

MAZATLÁN._ Omar Sorroza, actor, director y dramaturgo, es el creador de Carretera de mar, que se presentó en el TAP la noche del martes, una obra que transita entre el amor y la violencia, entre la luz y la oscuridad, para denunciar que la sociedad en su conjunto es el detonante del estado de agresividad constante en el que se vive.

El dramaturgo plantea con su propuesta en escena que la violencia no es un hecho aislado, toda la sociedad está conectada y es responsable de ella, violencia siempre tiene como respuesta más violencia, en un circulo vicioso que no tiene fin, es un eco que se repite sin límites en este País.

La obra que se instaló sobre el escenario del Teatro Ángela Peralta tuvo un poderoso poder de convocatoria, consiguió llenar todos los asientos disponibles en las gradas del improvisado escenario que se construyó sobre la escena del legendario edificio.

La quinta Muestra de Teatro trajo al puerto a una actriz mazatleca que está participando en la serie de Fox, Aquí en la tierra, dirigida por Gael García, ella es la protagonista de Carretera de mar, es el personaje que ilumina la escena, no solo por la calidad de su actuación, ella es quien le otorga a la obra un equilibrio, contrarresta la violencia brutal expuesta en la obra con su presencia, con su texto, representa el mar, la libertad, la frescura, la inocencia, el amor familiar.

Su personaje se contrapone al odio y la venganza que es el motor que define al personaje de Tiburón, el creador del montaje utiliza elementos sencillos, como dos pequeñas estructuras de madera que se convierten en un auto, en mesas de un puesto de pescado, en la avioneta para saltar de un paracaídas, en artefacto de tortura.

El texto está redondeado con ingenio, va y viene en el tiempo y el director hace realidad esta convención con eficiencia sobre el escenario, son los actores los que con su fuerza y su profesionalismo crearon verdad, sobre el foro del Teatro Ángela Peralta.

La escena intensa en una avioneta y una pareja que va a saltar en paracaidas abre la obra Carretera de mar. La violencia se contrapone a la bella imagen de una joven frente al mar, en un embarcadero en donde ella y su abuelo venden pescado, las imágenes marinas, las gaviotas revolotendo sobre el pelo ondulado de la chica, el baile que mueve con sutileza las caderas de la chica.

Carretera de mar narra sobre el escenario con imágenes bellas y un texto salpicado de momentos cargados de poesía, una historia de venganza construida lentamente en la mente oscura de un joven al que el narco le arrancó a su padre y a su madre.

La obra consigue atrapar la atención de los espectadores gracias a que la carga negativa de las imágenes y textos violentos se contrapone a un discurso de amor, de vida plena evidenciada por el contacto con el mar, la alegría de vivir de una joven y el amor incondicional entre el abuelo y ella.

Este contraste permite que la obra fluya, que la carga negativa de la violencia sea contrarrestada por la poesía, la belleza y la música y se cree un equilibrio visual y conceptual.

Nuevamente la fuerza de un teatro efectivo eficiente, realizado con honestidad y profesionalismo convenció al público mazatleco que llenó los asientos frente a los actores y aplaudió conmovido por las bellas imágenes y el texto.

Omar Sorroza y Valeria Fabbri, codirectores de esta obra, estuvieron el año pasado en la Muestra de Teatro con la obra Hoy se murió mi tortuga, que fue una de las más aplaudidas de la cuarta Muestra de Teatro, en donde abordó un tema radicalmente diferente al de este año, pero obteniendo el mismo éxito.