"Al máximo rendimiento 63% de las pesquerías"

"A pesar de las condiciones de sobrepesca de las especies estratégicas en México para la seguridad alimentaria (incluyendo el atún, camarón, curbina golfina, huachinango, jaiba, ostión, sardina y muchas más), se disparó el número de permisos otorgados a partir de 2011"

De las 735 especies que se pescan en México, el 63 por ciento se encuentra en su máximo rendimiento sostenible. Es decir, que no se puede otorgar un permiso más sin comprometer su disponibilidad en el futuro. De acuerdo con la Carta Nacional Pesquera (2000-2018), el 17 por ciento se encuentra en deterioro y sólo el 13 por ciento cuenta con potencial de desarrollo, mientras el 7.3 por ciento restante presenta algún otro estatus. 

A pesar de las condiciones de sobrepesca de las especies estratégicas en México para la seguridad alimentaria (incluyendo el atún, camarón, curbina golfina, huachinango, jaiba, ostión, sardina y muchas más), se disparó el número de permisos otorgados a partir de 2011, advierte un estudio de Oceana, organización de la sociedad civil que se dedica a la protección de los ecosistemas marinos en todo el mundo.

Se trata de la investigación Auditoría Pesquera: Pescando a Ciegas, que revela que 2017 fue posiblemente el año con mayor número de permisos otorgados (5 mil 115) y embarcaciones autorizadas (26 mil 720) en la historia de la pesca en México, de acuerdo con la base de datos proporcionada por la misma Conapesca que considera el periodo de 1994 a 2018.

Pesca en México es un desastre, revela estudio de Oceana

Pero si estas cifras son de por sí ya preocupantes, Oceana alerta de los vacíos de información de la CNP, que está a cargo del Instituto Nacional de la Pesca y es un documento legalmente vinculante y que, en teoría, debería servir de base para saber qué, cómo y dónde pescar con base en datos científicos y actualizados, para no poner en riesgo a las especies explotadas.

El número de permisos en el periodo analizado se incrementó en 179.2 por ciento; en tanto, el coeficiente de variación de las embarcaciones es de 196.7 por ciento. “Lo que indica un foco rojo en cuanto al incremento de esfuerzo en los últimos ocho años que deberá corroborarse con otras fuentes o verificar estos datos con las autoridades pesqueras, debido a lo elevado de las cifras en este periodo”, señala el informe.

 

Especies en el limbo

Para la realización de este estudio, se puso el énfasis en especies de importancia estratégica para el sector pesquero en México: mero, huachinango, pulpo, tiburón y cazón, atún aleta azul, camarón (y fauna de acompañamiento), verdillo, callo de hacha, escama marina y picudos. De los cuales, hay algunas que están en el limbo por la aparente falta de conocimiento que se detectó durante el análisis de la CNP.

Un ejemplo de ello, expone Oceana, es la ficha de escama que llega a agrupar cientos de especies en una sola ficha (221 para el Pacífico y 230 para el Golfo de México), sin información detallada para cada una. “Lo que ya de por sí nos muestra las limitaciones actuales del Inapesca por un lado, pero también quizá la dificultad de mantener una ficha de escama con cientos de especies las cuales es casi imposible estar evaluando de forma anual”.

Aquí se encuentran agrupados el mero, que a pesar de que existen al menos 15 especies de éste, Conapesca sólo contempla el mero rojo; así como el huachinango, a pesar de que existe una ficha específica para su extracción se rige por la ficha general de especies de escama; de ambas se detectó que se han expedido permisos a pesar de encontrarse sobreexplotadas.

El estudio se basó en una revisión de la CNP, así como de la información oficial de las pesquerías de México y solicitudes de acceso a información pública, el cual arrojó que el 99 por ciento de la información de la carta pesquera no está sustentada o no es accesible al público en general, lo que mantiene en la opacidad el manejo de los recursos pesqueros, según conclusiones de esta investigación.

También preocupa que el 50 por ciento de las pesquerías se lleve a cabo con información no actualizada por lo menos en los últimos seis años, lo que pone en riesgo a dichas especies y al ecosistema marino.

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