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"Columna"

"Algo Maz"

"Luis Ángel Gómez comparte en su columna temas de la actualidad y la sociedad mazatleca"
07/05/2019 12:34

algo_maz@hotmail.com

“Quisiera que cuando habláramos, me vieras y no a tu celular”, pide un padre a su hijo. “¿Pueden estar algún momento sin tener la cara incrustada en la pantalla de su celular?”, cuestiona un adulto a un grupo de adolescentes. “Entréguenme sus celulares, tablets y todo aquello que los define como generación atontada”, ordena un profesor a sus alumnos. Estas son frases que hemos visto en una serie de televisión, pero reflejan la vida real. Aunque claro, lo de generación atontada no solo sería para los millennials, pues conocemos a muchas personas entre los 30 y más de 70 años que así viven, incrustados en una pantalla que mide un promedio de 5 pulgadas, aunque en realidad no lo necesiten y eso es lo más alarmante; se supone que las cosas solo se utilizan cuando las necesitamos, pero el celular se “cuece” aparte, pues aunque no timbre por una llamada o notificación, tenemos que sacarlo de donde lo traigamos para verlo, en el mejor de los casos, ya que a veces, la gente lo trae en su mano, para sentir el placer de deslizar la yema del dedo con el mero afán de abrir aplicaciones. Aunque no tengamos mensaje en WhatsApp, de todas maneras lo revisamos; no se diga Facebook, que revisamos rápidamente, a veces dando “me gusta” a una imagen o link, pero eso no significa que hayamos apreciado bien la foto y mucho menos, leer su contenido. A veces solo entramos a esa red social para ver qué hay de nuevo, sin participar, buscando algo sin saber qué, en un océano de información, cuyo 99 por ciento no nos interesa, ¿pues qué de relevante tiene que alguien comparta lo que está comiendo?, muy común en los estados de WhatsApp. ¿Qué de trascendental tiene que alguien marque una visita a un establecimiento, ciudad o haya tomado un vuelo en cierto aeropuerto? ¿Qué aprendizaje hay en la foto que alguien sube, pero como cree que salió bella o guapo, para justificarla, la acompaña con una frase motivacional de panfleto barato o un pequeño texto en inglés, aunque sus contactos sean todos mexicanos? Nos hemos convertido en una generación, permítanme la expresión, de chismosos pasivos, pues aunque no interactuemos, nos cosquillea el índice para pasarlo por la pantalla y ver qué han publicado o “posteado”, utilizando ese aberrante término pseudo inglés. Si estar en el celular nos aisla y roba la atención del entorno inmediato en ese momento, quienes lo usan con audífonos, más aislados todavía. ¿Qué tenemos en el cerebro, que sin importar edades, ideologías y estatus socioeconómicos, dependemos tanto del celular? Si lo olvidamos, lo perdemos o nos lo roban, prácticamente enloquecemos y no concebimos la vida sin ese aparatito, del que hemos hecho nuestro mejor acompañante, pues lo preferimos a estar con uno mismo, de hecho, no nos gusta estar con nosotros y por eso lo encendemos constantemente sin ton ni son, paliando una soledad que nos hemos impuesto por nuestra adicción a él que, aún siendo una maravilla tecnológica, por no saberla utilizar nos hemos esclavizado a ella, aislándonos del mundo real y viviendo en otro que creemos nos dice la verdad, en el que hemos ido diluyendo nuestros rasgos de humanidad.

Pero lo que salva y eleva al espíritu humano es el arte, por lo que mañana, a las siete de la tarde, se abrirán las puertas del Museo de Arte de Mazatlán para mostrar su acervo histórico en una exposición que estará abierta al público hasta el 25 de julio, con entrada libre. Así que a conocer los tesoros que ese recinto cultural alberga.

En ese mismo lugar, el domingo 12, se presentará el guitarrista Norman Ruiz, quien ha participado como solista con orquestas estadounidenses y actuado en salas de prestigio internacional, como el Carnegie Hall, estará en el puerto dentro del marco del Festival Internacional de Guitarra, a las sietes de la tarde. El boleto tiene un valor de 70 pesos y es una evento ideal para cerrar el fin de semana de manera musical.

Ese mismo día, pero en la mañana, se realizará la quinta competencia de natación puntuable de este año, que arrancará en el club ubicado en Playa Norte, a un lado del Monumento al Pescador. Las distancias van de los 200 metros a los 3 mil metros, de acuerdo con la categoría y la edad. La cita es a partir de la siete de la mañana, para iniciar el domingo saludablemente.

Llena de salud y sobre todo, con su inagotable energía, ayer celebró su cumpleaños Delia León, quien por décadas vistió a las soberanas del Carnaval de Mazatlán y marcó toda una época en el estilo real. Ella estuvo de lo más felicitada por familiares, especialmente por su hermana e inseparable compañera de aventuras, Lola, y por sus amigos de toda la vida. ¡Qué vengan más años, Delia!

Lo que ya viene es el Día de las Madres, este viernes, por lo que desde este espacio, anticipamos las felicitaciones a todas ellas y les deseamos lo mejor, fecha que el Ayuntamiento va a celebrar este sábado con un concierto en el Estadio Teodoro Mariscal, donde Dulce, Manoella Torres, María del Sol, Ángela Carrasco, Rocío Banquells, o sea, con cantantes que sí tienen voz, que disfrutamos sus éxitos en nuestra niñez y adolescencia, aunque las nuevas generaciones preguntan, “¿y esas quiénes son?”. El evento está programado a las seis de la tarde y la entrada es gratuita, al modo de esta administración, la cual hace un derroche a todas luces, pero la ciudadanía, se ciega sola y encantada, pues aunque no tenga servicios públicos básicos a como deberían funcionar, no importa si la pachanga corre por cuenta del Municipio, como personas que conocemos, pero este lunes pasado, desde medio día, estaban renegando con palabras altisonantes en contra de Jumapam porque no tenían ni una sola gota de agua que saliera de la llave y así continuó el servicio hasta bien entrada la noche, como viene sucediendo en esa zona, una vez a la semana, sin avisar, pero aplauden todo lo que les traen de “gorra”, aunque de gratis no tiene nada; nos parece más bien una manera de comprar a la población o invertir en algo a futuro, desde hace tiempo ya dimos a entender en qué, pero como también lo dijimos la semana pasada: estos nuevos gobernantes conocen muy bien la idiosincracia popular mexicana y les ha funcionado. A ver cuánto duramos así.