"Bailan, añoran y sienten la fiesta del Carnaval de Mazatlán"

Los días de “circo” terminaron... los mazaltecos despidieron su fiesta, su tradición, su Carnaval.

Esta edición rebasó expectativas de miles de turistas y locales.

Y aunque la nueva sede, en el Paseo Claussen, no convenció, la fiesta se disfrutó igual que otros años en Olas Altas; los desfiles encantaron, la reinas brillaron arropadas por su gente, como los porteños saben apapachar. Protección Civil estimó unas 150 mil almas congregadas, de fiesta.

Quedó claro que la tradición va por más años, pues este 2018 cumplió 120 años de vida.

Esta vez la temática del Carnaval “Patasalada: el Circo de los Talentos”, no quedó a deber, pues los mazatlecos se identificaron con una fiesta que plasmó su identidad. Y así lo vivieron.

Ayer, en el segundo desfile de Carnaval, fue igual de emocionante que el domingo, miles vibraron como sabiendo que era el último día la gran fiesta, las últimas horas de algarabía, de baile en plena calle, y de convivencia en familia. Miles se concentraron otra vez en la Avenida Del Mar.

“A mí me gustó todo, los carros muy bonitos, nos encantó la carroza de Pedro Infante y el del Rey de la Alegría, ese barco camaronero quedó impresionante, la verdad sí, muy bonito”, expresó Xiomara Lizárraga, de la Colonia Burócrata, ella llegó temprano con su banquito de madera.

Quiso ver las comparsas, las carrozas y a las reinas, otra vez.

“Cada años venimos, por ley, aquí estamos domingo y martes”, agregó.

Los mazatlecos vivieron un desfile espectacular. Las alegorías, carrozas reales y comparsas avanzaron conforme caía la tarde, al mismo tiempo su “magia” iba iluminando la ruta del paseo costero, con aquellas luces de neón y música contagiosa.

En segundos oscureció, pero nadie lo notó, el desfile los tenía atrapados.

La Avenida Del Mar se llenó poco a poco, algunas familias llegaron después de trabajar para ver el último espectáculo de Carnaval, ahí atestiguaron el paso de las 30 carrozas, comparsas, y de sus reinas enfundadas en vestidos únicos.

Desde la calle saludaron a Alexa I, la Reina del Carnaval 2018; a Sofía I, de los Juegos Flores; a Gretel, la reinita, y a Tulio, el Rey de la Alegría, los soberanos que pasaron ya a la historia de la tradición mazatleca.

Y entre los carros también vieron emocionados ballenas luminosas, sirenas gigantes y trapecistas. Como ese “circo de talentos” que marcó este Carnaval 2018.

La curiosidad también atrajo a decenas de vendedores foráneos, algunos dejaron su mercancía en la calle para correr al camellón y ver el desfile; otros hicieron una pausa en sus ventas.

“Aquí es diferente, conozco el Carnaval de Veracruz, pero aquí la gente se apasiona, contagia, tan sólo de verlos bailar en la calle, le dan ganas a uno de bailar también”, confesó Pedro, de 27 años. Él vino de Puebla a vender palanquetas, y quedó “encantado”.

Pero ese encanto también se quedó aquí.

“A mí me fascinó la carroza de la reina, está preciosa, muy grande, me gustó el detalle de los venados. Y su vestido rojo muy bonito”, aseguró Alejandra, de la Colonia Reforma.

Los mazatlecos le dieron vida al desfile, pero los comerciantes le pusieron color y sabor a la fiesta, cientos ofrecieron verdaderos “manjares”.

Desde terrazas familias bailaron al son de las comparsas; otras desde los balcones de cuartos de hotel, y cientos lo disfrutaron en la banqueta. No fue diferente, los mazatlecos dejaron claro que el Carnaval, es suyo, y quedaron listos para recibir la edición 2019, su tradición.