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"Seguridad Pública"

"Cazan tomas clandestinas en El Pamarito, Puebla"

"Elementos recorren los poblados para vigilar los ductos de Petróleos Mexicanos en el lugar donde el jueves pasado hubo enfrentamiento entre civiles y Ejército"
08/05/2017

PUEBLA, Pue. (UNIV)._ Tras el enfrentamiento del jueves pasado entre civiles armados y el Ejército en El Palmarito, el subsecretario de Seguridad Pública de Puebla, José Tlachi Meneses, 

encabeza un operativo para cuidar los ductos de Petróleos Mexicanos.

Los elementos se mueven en células y, de ser necesario, de inmediato pedirán apoyo vía radio para detectar tomas clandestinas de los huachicoleros, y si ubican a alguien en flagrancia procederán a la detención de quien se encuentre sustrayendo los hidrocarburos.

Las camionetas avanzan, se dirigen a la cabecera municipal de Quecholac, zona operada por “El Toñín”, identificado como el artífice del ataque directo a los militares.

Otra célula, pero de militares, se encuentra en las calles de Quecholac para resguardar el orden ante los hechos ocurridos a mediados de la semana, en el cual, presunta gente de “El Toñín” disparó a los elementos castrenses dando muerte a cuatro de ellos.

No es mentira, el líder de la organización criminal quiere escalar a la política, quiere ser alcalde y para ello trata de ganarse a la población. Las autoridades aseguran que el líder de la banda ya no está en esa zona, huyó.

A su paso entre las calles del municipio que se encuentra en el “Triángulo Rojo”, los policías saben que son vigilados por los “halcones”.

Se dirigen hacia un campo paralelo a la autopista porque por ahí corren los ductos de Pemex.

La célula de policías estatales va alerta. Miran a un lado, miran al otro. Todo se ve tranquilo. Minutos después detectan una toma clandestina. Es reciente, señala el subsecretario.

La tierra es negra y huele a gasolina. Los policías explican que se ve negro porque les salió mal a los huachicoleros y se les incendió la camioneta. Se observan restos de llanta quemada y piezas del vehículo.

 

Los chupaductos
ahora son expertos

Antes tardaban horas para colocar la toma en el ducto, actualmente lo hacen en menos de 40 minutos. Mejor aún, en siete minutos tienen cargada una pipa, por eso durante los operativos deben actuar a la brevedad.

Los huachicoleros taladran el ducto, despacio para no provocar un incendio, lo que ya ha sucedido.

Por eso llevan agua para que no se caliente y explote el tubo al momento de perforarlo. Luego lo sellan y colocan la válvula, de esta manera tienen hidrocarburo a presión.

La toma clandestina será reportada a las autoridades correspondientes.

La célula de militares avanza en busca de más evidencias.

Tras unos 10 minutos observan el ducto. Ahí, donde dice no excavar, es donde siempre encuentran. Dos niños están a unos pasos del poste con esa leyenda, dicen que están cuidando a las ovejas. El ducto se ve bien, no hay perforación. Alrededor hay coliflor. La cosecha la han olvidado, no importa. La cultura del huachicol invade a la población. Así continuarán los operativos en todo el “Triángulo Rojo” hasta desmantelar por completo a estos grupos delictivos, para eso, 3 mil efectivos, militares y policías, se preparan.

 

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