"Claman justicia para sus hijos"

Cada una siente que no puede con su dolor y claman justicia por el crimen de su hijo. Dos homicidios que implican a policías municipales, ambos llenos de irregularidades.

Las muertes ocurrieron en noviembre y diciembre pasado; el primero en separos de Seguridad Pública Municipal, el segundo en patios de la secundaria “Miguel Hidalgo”.

Y aunque han pasado semanas de los crímenes, no están dispuestas a ceder...

El deceso de Jesús Francisco Simental ocurrió en los separos de Seguridad Pública, él tenía 18 años. Entró sólo unas horas, mientras lo llevaban a un centro de rehabilitación, pero no salió vivo.

Al adolescente Josué Alfredo Sánchez Bustos, al parecer, un policía municipal le disparó en la secundaria. La bala le llegó por atrás, cerca de la cabeza, y salió por el cuello.

Ayer las madres de ambas víctimas se juntaron, las dos exigieron públicamente responsables.

'¿Dónde está Josuelito?'

En su última fotografía, Josué Alfredo Sánchez Bustos, de 16 años, tiene una paleta y lleva una corona de rey. Fue una fiesta de 15 años, unas horas antes de su muerte.

El crimen ocurrió en diciembre pasado, de una fiesta se fue con un amigo y no llegó con sus hermanos.

“Cuando vi que faltaba le dije a su hermano ¿dónde está Josuelito?, le dije ve a buscarlo”, declaró Brisia Bustos, de 42 años, su mamá.

El sueño le ganó y se quedó dormida; un toque en la puerta la despertó más tarde.

“Era un señor que me dijo que Josuelito había tenido un accidente, le dije que no, que era muy chiquito, y el señor me dijo ‘no señora su hijo está muerto’”, recuerda.

Brisia enloqueció por momentos, después lo pudo identificar en una funeraria.

“Mi hijo estaba como un maniquí, helado; era estudioso, no era grosero”, agregó.

En la funeraria se enteró que un policía le disparó adentro de la secundaria “Miguel Hidalgo”, ella buscó fotografías del lugar, y encontró que su hijo estaba raspado de la cara.

“Dicen que le disparó de lejos, pero no”, agregó.

‘Lo vi en la última cama’

La última vez que Manuela Ramírez vio a su hijo vivo fue la mañana del 29 de noviembre, lo acompañó a Seguridad Pública, pero la intención era llevarlo a un centro de rehabilitación.

“Lo recogieron en la Jaripillo, pedí que una patrulla lo llevara para internarlo, pero el policía no quiso detenerse, dijo que lo iban a llevar a los separos para que lo valoraran”, declaró la madre, de 42 años.

Del agente sabe que le dicen “El Perro”, y que la patrulla es la 182.

Manuela dejó a Jesús Francisco Simental a las 08:00 horas, y cuando regresó de sacar copias le dijeron que su hijo ya estaba dormido.

“Me asomé y lo vi en la última cama”, recuerda.

Fueron nueve horas después cuando regresó con comida para su Jesús, pero ya era tarde.

“No me dejaron entrar, me fui y regresé a las seis y media, y vi saliendo a los de la funeraria. Ya como a las ocho y media me dijeron que era él, que lo habían matado”, recuerda.

A Jesús lo ahorcaron en las celdas, pero en un video ella vio que pasan minutos sin vigilancia, que otro detenido tiene la camisa llena de sangre y su hijo está muy golpeado.

Todo lo que sabe Manuela es que los policías implicados fueron dados de baja, pero ella los quiere ver presos, quiere justicia, no dichos que no puede comprobar.