"Dan 9 años de prisión a canadiense que vendía teléfonos encriptados al Cártel de Sinaloa"

"Los equipos eran deshabilitados del GPS, cámaras y micrófonos, lo que los hacía casi impenetrables"

Vincent Ramos, director de la empresa canadiense Phantom Secure, proveedora de equipo y servicios de telecomunicaciones encriptadas a "altos miembros" del Cártel de Sinaloa, fue sentenciado a nueve años de prisión en la Corte Federal en San Diego, California, por cargos relacionados a la facilitación de tráfico de drogas.

El empresario canadiense deberá entregar 80 millones de dólares al Gobierno de Estados Unidos, los cuales representan las ganancias de sus negocios con el grupo criminal sinaloense, como parte de la sentencia emitida ayer martes, según lo informó la Fiscalía de Distrito Sur de California.

Ésta es la primera vez que el Gobierno estadounidense lleva a una Corte Federal a una empresa por vender servicios a una organización criminal trasnacional, con conocimiento de que serían utilizados para actividades ilícitas.

Para el fiscal de Distrito, Robert Brewer, la compañía de Ramos tuvo una participación activa en la capacidad del Cártel, para coordinar sus crímenes sin ser rastreados por las autoridades.

Phantom Secure era una empresa formalmente establecida que ofrecía servicios que no podían ser intervenidos ni descifrados, ni siquiera por el Gobierno.

Por este motivo, según documentos presentados en la Corte Federal, la compañía borraba y destruía evidencia de equipos que sabía habían sido decomisados por corporaciones de seguridad pública y procuración de justicia.

En octubre de 2018, Ramos fue detenido por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y desde entonces, la Fiscalía presentó evidencia en su contra, como los registros de comunicaciones que mantuvo con sus empleados, en los que relataba que acababa de cerrar un trato con el Cártel de Sinaloa.

Además, a pesar de que Ramos contaba con clientes en Cuba, Venezuela, el empresario estaba plenamente consciente de los antecedentes de sus compradores principales: el Cártel de Sinaloa y otros grupos criminales transnacionales, indicó el FBI.

Con tan sólo seis de los teléfonos Blackberry modificados y encriptados, la Fiscalía demostró que el Cártel de Sinaloa pudo coordinar el traslado de más de una tonelada de cocaína desde México hacia Estados Unidos, y de ahí a Canadá y Australia.

Las investigaciones de la Fiscalía arrojaron que Phantom Secure vendió hasta 7 dispositivos al Cártel, que, por ejemplo, contaban con la cámara y navegador deshabilitados, así como todo su sistema operativo bajo encriptación, lo que los hacía casi impenetrables.

El FBI aseguró que la firma eliminaba micrófonos, cámaras, servicios de localización GPS y navegación por Internet de teléfonos Android y BlackBerry, dependiendo de las necesidades de sus clientes, entre los que figuraban “altos miembros” del Cártel de Sinaloa.

También instalaban el software Pretty Good Privacy (PGP), que les permitía enviar mensajes encriptados a través de servidores en el extranjero, lo que complicó las tareas de inteligencia en contra de la red de narcotraficantes mexicanos.

 

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