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"PROMOCIÓN CULTURAL"

"De Culiacán para el mundo: Centro Cultural El Teatrino"

"El espacio ofrece a la ciudad noches bohemias y obras de teatro guiñol para todo el público. Ubicado en La Lima y con presentaciones que le han dado la vuelta al mundo"

En la Colonia Lima se encuentra una colorida casa que sobresale de las demás a simple vista, adornada con amarillo y arriba de la entrada luce un letrero que anuncia su nombre: "El Teatrino: centro cultural".

Es en la cochera, donde se puede olvidar que se trata de una casa pues ha sido adaptada a un teatro guiñol. Las paredes, han sido decoradas con carteles de antiguas presentaciones y giras teatreras que organizó el mismo Pedro Carreón.

Dentro de la casa y tras bambalinas se encuentra el actor Fernando Mejía quien nos cuenta a continuación todo sobre este centro cultural.

"Todo artista sueña con tener un centro cultural en su casa. Este proyecto se creó hace 4 años para contribuir a nuestro tejido social que ha quedado dañado por los malos gobiernos", expresó.

"Como en cada colonia hay un expendio o tienda, debe haber un centro cultural, nos decía el albañil que nos ayudó a adaptar el espacio".

Alumno de Óscar Liera y Pedro Carreón, Fernando Mejía ya participaba en programas como "Sabatíteres" y otros shows de la Casa de la Cultura UAS. Al concluir esos proyectos, el artista y su familia crean un foro de teatro en el patio de casa por la facilidad de que el espacio es propio y para darle al público el espectáculo que se merece.

"No nos fuimos a rentar al centro u otro lugar porque esto es para la colonia, aquí pasa mucho universitario pero también tenemos al rededor colonias populares y su gente transita alrededor. La publicidad así se da sola y las personas llegan".

 

 

El Teatrino es para todos

Carmelo y Pichirilo son dos personajes encargados de hacer sátira política, su guión, asegura Fernando "Se hace solito".

Los viernes de Noches Bohemias son amenizadas por tríos musicales o solistas, se hace lectura de poemas. Trovadores y cantantes como Nelson Algandar, se han formado en la cochera que alberga el talento del Teatrino.

"El proyecto se ha hecho con amigos, así ha funcionado. Los que saben del proyecto y del esfuerzo se han acercado y colaboramos mutuamente", expresó Mejía.

Artistas, diputados y vecinos, integran el público del programa que ofrece el centro cultural.

El Teatrino ha llevado sus shows a Latinoamérica.

 

 

Los niños y el teatro

"En México no le han dado importancia a la cultura infantil, si no cuesta y cualquiera puede hacerlo es mejor", señaló el teatrero.

Venezuela, Colombia, Argentina y Brasil, han sido países donde el público infantil los ha podido apreciar y valorar más, esto, debido al interés por la cultura y el arte en estos lugares.

Hacen falta estímulos artísticos en los niños de Culiacán en edad temprana, asegura el artista. "Debemos enseñarle a los niños que pueden jugar y crear. El teatro de títeres de eso se trata".

Juan Carlos Rochín Mejía, contó que a través del teatro de títeres se han abordado temas de valores y problemáticas sociales que pueden afrontar los niños, desde el bullying hasta el divorcio de los padres.

Los Mejía se han dedicado en aunar su pasión por el teatro para llenar el vacío cultural que enfrenta la ciudad, debido a una problemática de educación en donde no se le ha dado la importancia debida al arte en el país.

"El teatro guiñol es un catalizador de todas las artes, con esto, al niño le va a servir para desarrollar su sensibilidad y desarrollo como persona"

 

 

Recursos y apoyos al proyecto

El centro cultural, no ha tenido como tal un apoyo, sin embargo se ha logrado un acercamiento reciente con el director del Instituto Sinaloense de Cultura, Papik Ramírez para lograr beneficiar la permanencia del proyecto.

Las personas que se acercan al Teatrino, no siempre pueden pagar 50 pesos una función por la cantidad de niños que llevan y, aun así, el telón se ha abierto para ellos, pues la finalidad es que se difunda el arte.

La familia Mejía sueña con construir otro Teatrino en el puerto Mazatleco, compartir programas con otros artistas y ampliar la difusión e impacto del proyecto. En la familia Mejía se lleva en la sangre el guiñol, pues los miembros forman parte de los Guiñoleros UAS, Cocoliche y la Chutama Teatro.

"Este espacio es un lugar que se ha construido por los amigos y la familia. Siempre se necesita una persona que centre al equipo y esa persona es Ana María Cortez Traslaviña, mi esposa", declaró Mejía.

Los artistas invitan a la comunidad a acercarse al teatro y disfrutarlo en familia, pues es necesario y positivo para su desarrollo social.

 

 

 

 

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