"De gran relevancia para Sinaloa recuperar el consumo privado: economista"

"Jorge Rafael Figueroa Elenes, doctor en economía, explica que el consumo privado es, después de las exportaciones, el que más contribuye al crecimiento del PIB"

En una entidad como Sinaloa, con una contribución muy baja a las exportaciones nacionales y prácticamente desvinculada de la industria manufacturera nacional, el impulso al consumo privado adquiere una mayor relevancia, advierte Jorge Rafael Figueroa Elenes.

El doctor en economía detalla que la caída del consumo privado a tasas no vistas desde principios de la década de los 90 del siglo pasado, tiene un impacto más crítico si se le suma la caída del empleo y del IGAE que se presenta como consecuencia de la pandemia.

Destaca que en sí misma la caída resulta relevante en tanto es una manifestación de las condiciones laborales y de ingreso que prevalecen en buena parte de la población, pero es importante también en la medida que representa el mayor componente del PIB por lo que corresponde a la demanda agregada y, de su evolución se infiere la posibilidad de una lenta o pronta recuperación de la economía nacional y las economías regionales, ya que el consumo privado es, después de las exportaciones, el que más contribuye al crecimiento del PIB.

Explica que con respecto a abril de 2019 el consumo privado se redujo en 22.3 por ciento, mientras que con respecto a marzo de este año la reducción es del 19.7 por ciento; sin embargo, dice que se debe precisar que el consumo ya venía cayendo antes de la pandemia, aunque las caídas de febrero y marzo fueron mucho más moderadas, en febrero solo de 0.5 menos y en marzo menos 2.4 por ciento, con respecto a los meses previos.

Consumo privado en México cae 2.6% en marzo

“Observando el comportamiento del indicador con respecto al mes previo, las cifras de abril revelan que para el consumo de bienes importados con una reducción de 21.3 por ciento, la caída fue mayor que en el caso de bienes y servicios nacionales que disminuyó 19.1 por ciento. De nuevo hay que hacer notar que, en ambos casos, los meses anteriores, febrero y marzo ya venían presentando tasas negativas, aunque en el caso de los bienes importados las caídas fueron también más pronunciadas. Para bienes y servicios nacionales, fue de menos 0.2 y menos 1.8 por ciento y, para bienes importados, menos 6.6 y menos 9.0 por ciento.

También debe precisarse que cuando para el consumo privado nacional se separa entre el consumo privado de bienes y el consumo privado de servicios, en abril este último cayó menos con 17.8 por ciento, que el consumo de bienes que disminuyó 20.1 por ciento”, destacó el investigador económico.

Figueroa Elenes detalla que en cifras anuales, si se comparan abril del 2020 con abril del 2019, las caídas del consumo privado son todavía más pronunciadas, con una disminución de 21.2 por ciento en el caso de los bienes y servicios nacionales y de menos 30.6 por ciento para el consumo de bienes importados.

Señala que, de nueva cuenta, la desaceleración del consumo privado se venía manifestando desde el 2019, particularmente en el caso del consumo privado de los bienes y servicios nacionales, ya que el promedio de las tasas anuales para ese año fue de apenas 0.5 por ciento, cuando en los años previos había rondado el 2.8 por ciento.

El especialista en temas económicos señala que para dinamizar el consumo privado se requiere que la contingencia epidemiológica aminore para que se pueda dar una mayor reapertura de las actividades comerciales y de servicio, y así recuperen un poco de la dinámica que tenían antes de la pandemia, pero requiere también que las empresas se reinventen y se adapten a las nuevas condiciones del mercado.

Además considera que, dado que muchas empresas se vieron obligadas a cerrar, un elemento importante del proceso de recuperación lo constituirán las nuevas inversiones, por lo que el comportamiento de las tasas de interés y las políticas de crédito adquieren para regiones como Sinaloa una particular relevancia.

Destaca que se deben crear condiciones para recuperar lo más pronto posible los empleos perdidos, que en Sinaloa se estiman han sido de entre 20 mil y 25 mil, ya que es fundamental para crear una mayor certidumbre, recuperar la confianza de los consumidores y estimular el consumo.

“La caída del consumo privado a niveles que hace tiempo no se veían, quizá se han visto amortiguados por el incremento de los salarios mínimos, las remesas que contra todo pronóstico no han dejado de crecer y las transferencias que se otorgan a través de los programas sociales que se impulsan desde el Gobierno Federal, pero sin duda, las cifras lo revelan, han sido insuficientes”, advierte.

El doctor en economía agrega que hay regiones del país que esperan el T-MEC genere una mayor Inversión Extranjera Directa, que impulse las exportaciones y dinamice la industria manufacturera, mientras que en otras, las esperanzas de recuperación están ligadas a las obras de infraestructura que se han puesto en marcha, pero que en Sinaloa corresponde, como desde hace años, diseñar el propio destino, recuperando las viejas aspiraciones de industrializar los productos primarios, de convertir a Mazatlán en un puerto que aproveche el potencial del Corredor del Norte o, diseñando nuevas vocaciones productivas.

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