"Deja atrás el mundo de las drogas y a 'la Alfonsina'... hoy, está en el servicio público"

"‘Nunca miren atrás, siempre miren hacia adelante, porque lo oscuro se acaba y luego viene la luz”, aconseja Alfonso Magaña Gradilla a quienes salen del mundo de las drogas"

Dejar el mundo de las drogas no es fácil… reintegrarse a una sociedad que señala, pero no apoya, lo es menos, pero hoy Alfonso Magaña Gradilla agradece que tiene una oportunidad que no dejará ir.

Alfonso tiene hoy un trabajo digno. Recibe a quienes llegan al Palacio Municipal a trabajar o a hacer trámites, les toma les pregunta hacia donde se dirigen, les toma la temperatura y les ofrece gel antibacterial.

Es parte del grupo de la Coordinación de Protección Civil que desde marzo de 2020 busca la seguridad sanitaria de quienes circulan por ese edificio público, contratado por el Gobierno municipal apenas la semana pasada.

Pero no siempre fue así. Alfonso ha recorrido un largo, largo camino hacia la redención.

Hace algunos años, cuando todavía había Hora Municipal, era común encontrar a "Alfonsina", como le llaman muchos, en el Centro de la ciudad. Vestía con minúsculas prendas, bailaba mientras recogía botes de aluminio para sobrevivir.

Algunas veces atemorizaba a quienes lo veían, más por su aspecto que por su agresividad.

Era conocido en el malecón, en la Avenida Del Mar, donde se movía entre los vehículos bailando sugestivamente.

Las drogas lo destruían poco a poco, hasta que su familia decidió enviarlo a un centro de atención a drogadictos, esos conocidos como anexos, Una Luz en el Camino es su nombre.

Estuvo un año recluido. Lo más difícil para él fue estar encerrado con gente desconocida. Pero lo logró y un día terminó su rehabilitación y salió al mundo.

“Yo invito a los jóvenes que han salido de las adicciones a que le echen ganas, a que nunca miren para atrás, que solo miren para adelante, lo oscuro se acaba y luego viene la luz, deben tener confianza en sí mismos, aunque no es fácil”, expresa.

Aunque se siente arropado por la sociedad, apapachado por la gente, eso no se tradujo en empleos.

Reintegrarse a la vida laboral no fue fácil. Empezó su lucha por encontrar trabajo. Le dieron en una taquería, pero la pandemia de SARS-CoV-2 no ayudó y nuevamente se vio sin nada.

Asegura que estuvo seis meses desempleado. Casi al punto de la desesperación.

“Tenía seis meses desempleado, es muy duro, se desespera uno mucho, pero después llega la respuesta, uno tiene que tener paciencia, hoy estoy agradecido por el placer de estar trabajando, de darme la oportunidad de ser una persona útil”, comenta.

Fue el Gobierno municipal quien le dio esa oportunidad, a través de la Coordinación de Protección Civil, a cargo de Eloy Ruiz Gastélum.

Al respecto, el funcionario expresa que es una oportunidad que se le está brindando a Alfonso.

“Él es el vivo ejemplo de lo que puede llegar a ser cualquier persona que se decida a alejarse de lo que son las drogas o cualquier adicción, ser un hombre de bien, un hombre útil a la sociedad, y sobre todo una persona representativa entre los mazatlecos”, declara.

Alfonso señala que recibió una capacitación básica en acercamiento social, para atender el filtro sanitario que está al ingreso del Palacio Municipal.

“Yo estaría dispuesto a apoyar en los rescates u otras actividades que se hacen en Protección Civil, siempre y cuando se me dé la capacitación necesaria para hacerlo, a uno le toca ayudar, así como me ayudaron a mí, es cuestión de responsabilidad”, manifiesta Alfonso.

Por lo pronto, Alfonso tendrá trabajo hasta el final de esta administración municipal, el 31 de octubre, o quizá trascienda a la misma y se quede en Protección Civil por mucho tiempo.

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