MAZATLÁN._ El relleno con escombros y la contaminación con basura en la orilla del Estero del Infiernillo, frente a la Colonia 12 de Mayo, fue denunciada públicamente y se pidió la intervención de las autoridades competentes para resolver el problema.

La persona denunciante dio a conocer que este domingo por la mañana un hombre acudió varias veces con una carretilla a tirar escombros a la orilla de dicho cuerpo de agua, por lo que se está rellenando y cerrando la salida de todo el líquido pluvial que baja por el Arroyo Jabalines, lo que se agrava cuando hay marea alta.

“Están cerrando (el Estero del Infiernillo), están cerrando y el Gobierno no le veo ni ganas, ni siquiera te quieren escuchar, se van a venir problemas tan grandes que al final ellos qué, a lo mejor viven en partes altas que no tienen el grave problema (de inundaciones)”, dijo Sergio “N”, vecino de un fraccionamiento cercano al Arroyo Jabalines.

Manifestó que llamó al teléfono de emergencias 911 y a un número telefónico de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal para reportar a la persona que por la mañana tiraba escombros a orilla de dicho estero y la detuvieran, pero en el primero le dijeron que marcara a Ecología Municipal y en el segundo no le contestaron.

“No contestan, en Mazatlán parece que nada más es el malecón y párale de contar”, añadió el denunciante.

También dijo que ya ha acudido a denunciar dicho relleno y contaminación en la Dirección Municipal de Ecología y Medio Ambiente sin obtener respuesta positiva.

Por ello reiteró públicamente el llamado a que la autoridad que le corresponda debe actuar para prevenir que el cause del mismo se haga más pequeño y con la marea impida la salida del agua pluvial que baja por el Arroyo Jabalines, porque eso provocaría más inundaciones en los asentamientos humanos que están a la orilla de esos cuerpos de agua.

En un recorrido por el lugar se constató que en la orilla del dicho estero, en la Avenida Juan Pablo II, frente a la Colonia 12 de Mayo, en este puerto, hay varios montones de escombros y basura, sin que haya vigilancia o algún anuncio para inhibir esa práctica.