"'Desaparecen' fideicomiso de turismo; exigen hoteleros de Culiacán que haya cuentas claras"

La Asociación de Hoteles y Moteles de Culiacán decidió hacer pública su inconfomidad después de casi cuatro años.

El fideicomiso, que se alimenta del monto que se reúne por el Impuesto sobre Hospedaje en todo Sinaloa, dejó de invertir en la promoción de los destinos. El fideicomiso reunía hasta 13 millones de pesos anuales y el destino de la inversión ahora es una incógnita.

La mañana de este martes, en una conferencia de prensa, la Asociación salió a ofrecer un posicionamiento a través de su presidente Julio César Niebla Godoy, y el vicepresidente José Manuel de las Rivas, y el resto del consejo de administración.

“Desde hace más de dos décadas, estos profesionales de la industria turística -hospedaje, transporte, incluso restaurantes y servicios especializados- han trabajado exhaustivamente en la promoción del destino, buscando un posicionamiento fuerte como destino de reuniones”, dice un documento redactado por la Asociación.

Ahí explica que el fideicomiso nació en agosto de 1997 con el Impuesto sobre Hospedaje, que cobraba un 2.5 por ciento extra; para administrar el fideicomiso se conformó un comité entre un representante de gobierno estatal, un representante del ayuntamiento, y un representante del sector hotelero. El 96.5 por ciento del importe recaudado se destinaba para la promoción del destino y el resto para gastos administrativos y operación.

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En 2006, se logró un incremento de hasta el 3 por ciento de impuesto.

La asociación precisó que en diciembre de 2016, se realizó una modificación al artículo 33 de la Ley de Hacienda del estado de Sinaloa, en el que daba los privilegios de la administración a la Secretaría de Turismo estatal.

“Hasta ese momento, los ingresos por la recaudación circulaban alrededor de los 12 millones de pesos anuales, administrados según lo dictaba la Ley, con importantes resultados en la vocación del destino. Dicho monto estaba destinado a los trabajos de promoción de la ciudad, impulsando el número de visitantes, principalmente en la industria de reuniones, provocando un incremento en la derrama económica”, agrega el posicionamiento.

La decaída para Culiacán como destino de reuniones comenzó en enero de 2017, cuando dejó de fluir el recurso para la promoción, dejaron de participar en eventos nacionales e internacionales, se detuvieron los viajes de familiarización, ya no fluyó el material promocional; las acciones, en general, se paralizaron por falta de presupuesto.

Según las estimaciones de la asociación, al cierre de 2019 el monto recaudado por el impuesto circulaba alrededor de los 13 millones de pesos, de los cuales solo se utilizaron un millón en viajes de promoción.

Otro punto a destacar es que dejó de funcionar en actividades, pero no se ha finiquitado, existen más de 7.2 millones de pesos que no se han ejercido y deudas de más de 5.5 millones de pesos pendientes por saldar.

“El sector turismo ha sido muy golpeado en el estado. No es algo nuevo y no es motivo solamente de la pandemia que estamos viviendo, eso es una situación global que nos afecta a todos”, dice el posicionamiento.

De las Rivas hizo hincapié en la importancia de realizar un comparativo entre lo captado y lo aplicado entre Mazatlán, Culiacán y Los Mochis.

“... a Mochis y a Culiacán nos están dejando nada, nosotros vivimos de un turismo de negocios, el viajero no viene a pasarla bien a Culiacán, viene porque tiene que trabajar y eso dista mucho de lo que sucede en Mazatlán, pero aquí nosotros necesitamos una promoción constante de ámbitos de educación, negocios, agricultura, de todas las actividades económicas y gubernamentales que hacen grande a la ciudad capital, que es Culiacán”, dijo De las Rivas.