Ariel Noriega

Nada más abrir sus puertas, el nuevo Hospital General de Mazatlán, Dr. Martiniano Carvajal, se convertirá en el mejor hospital de Sinaloa.

Noroeste realiza un recorrido por las instalaciones del hospital que cambiará para siempre la forma en que se administra la salud de una gran parte de la población del puerto y mucho más allá, cubriendo el sur de Sinaloa y parte de Nayarit.

A punto de ser inaugurado, un ejército de trabajadores instala los últimos equipos, limpia el polvo de la construcción y espera a que el Presidente, Andrés Manuel López Obrador, tenga un día libre en su agenda que le permita venir a inaugurarlo el próximo mes.

La recepción cuenta con cuatro de los siete elevadores del edificio.

Para ser precisos no es un hospital nuevo, se trata del sustituto del mismo hospital general que ya opera en Mazatlán, de ahí su nombre.

El nombre y el personal serán los mismos, de ahí en adelante comienzan las diferencias, como si se tratara de dos mundos totalmente diferentes, allá en la Colonia Santa Elena quedarán las penurias y las necesidades, acá en La Marina solo hacen falta los pacientes.

Un moderno gigante

Para acceder al edificio, ubicado al final de la parte norte de la Avenida Óscar Pérez Escobosa, hay cuatro entradas en la planta baja, la principal, por la que entrarán pacientes a consulta y curaciones, visitantes y personal del hospital.

Pero para urgencias hay tres, una especial para menores de edad, ubicada cerca de la entrada principal y conectada directamente con camas de observación, divididas en camas para bebés y niños, y camas para adolescentes.

Existe una entrada de urgencias especial para mamás en proceso de parto, Tococirugía, cuyo pasillo las llevará a las camas de valoración y a las salas de parto natural, y si las cosas se complican hay un quirófano especial para cesáreas.

Las luces y las puertas de los pasillos son automáticas y funcionan con sensores.

La tercera entrada de urgencias es llamada de “choque”, aquí llegarán los afectados por un accidente, lesionados en cualquier circunstancia o con una necesidad urgente de atención sanitaria.

La planta baja, además de contar con el área de urgencias, cuenta con el banco de sangre, patología, imagenología y laboratorio, y una enorme recepción de donde parten tres de los siete elevadores que conectan los cuatro pisos del edificio.

Las camas esperan a que los elevadores estén listos para llegar a su destino en los pisos superiores.

Área especial contra alergias

En el primer nivel, o segundo piso, se encuentran los quirófanos, las áreas de cuidados intensivos, cuidados intermedios y una de las novedades que estrenará el hospital, el área de inhaloterapia.

El área de inhaloterapia y nebulizaciones fue desarrollada por la empresa constructora, Ingeniería y Control de Proyectos, como respuesta a una de las principales enfermedades del sur de Sinaloa: las alergias respiratorias.

Aquí se tratará a los pacientes, sobre todo menores de edad con problemas respiratorios, cada estación cuenta con oxígeno y equipo necesario para nebulizaciones y exámenes.

Uno de los quirófanos que cuenta con cámaras para trasmitir la cirugía a las aulas para estudiantes.

En los quirófanos cuelgan del techo las enormes lámparas y las columnas con el equipo para los médicos, los pisos son antiestáticos para evitar cualquier descarga eléctrica y los aires acondicionados cuentan con filtros para contener cualquier tipo de contaminación.

Uno de los quirófanos cuentan con un sistema cerrado de video con fines educativos, que permitirá a un grupo de estudiantes seguir una operación en vivo, desde una aula en el siguiente piso.

Un hospital escuela

En el segundo nivel, o tercer piso, se encuentran las áreas de consulta externa, el área de cardiología, conmutador y enseñanza.

En este nivel se encuentran cuatro aulas para estudiantes, salones conectados a Internet y al sistema de cámaras que convertirán al Hospital General en una escuela.

Una de las aulas para los estudiantes, que podrán observar en vivo una cirugía que se realiza en el hospital.

La institución ya cuenta con acuerdos académicos con la Universidad de Sinaloa y la Universidad de Durango, todo en espacios equipados con mobiliario de primer nivel.

En este piso comienzan las camas para pacientes internados, algunos aislados y otros compartidos, pero todos los espacios equipados con los servicios de un hospital de primer mundo.

Las oficinas administrativas se encuentran en el cuarto piso, donde además se encuentran las 36 camas de gineco obstetricia y pediatría.

Iluminan murales centro del hospital

Bajando por los elevadores y siguiendo los indicadores de un edificio de 27 mil metros cuadrados de construcción, uno puede perderse, pero vale la pena con tal de llegar al corazón del hospital.

En la planta baja e iluminado por cuatro gigantescos tragaluces, se encuentra un patio interior, coloreado por plantas y tres enormes murales que cuelgan de las paredes.

Los murales tienen su historia, están firmados por Letty Lagos, presidenta de la Fundación Pizli. Una artista ligada con la empresa constructora que dona sus murales como un regalo para los edificios que construye ICONP.

El patio interior presume tres enormes murales con detalles históricos, la gente y la riqueza natural de Mazatlán.

Están divididos en tres temas: Alba, ocaso, nocturno, cada uno con una luz diferente, pero todos con temas mazatlecos: su gente, sus artistas, su fauna marina y sus lugares emblemáticos.

El patio central del nuevo Hospital General es un espacio para que pacientes y visitantes puedan olvidar un poco las razones de su visita y disfrutar un mundo lleno de color a su alrededor.

Afuera del edificio un enorme estacionamiento terminará con el caos vial que hoy viven lo que intentan llegar al viejo Hospital General, una planta generadora impedirá los apagones y el edificio cuenta con su propia planta tratadora de aguas.

El nuevo Hospital General de Mazatlán es una pequeña ciudad capaz de cambiar para siempre la forma en que se ofrece salud al sur de Sinaloa y mucho más allá.

'Viene toda la plantilla del Hospital General viejo'

Después de varios meses de preocupación, por parte de los trabajadores del viejo Hospital General, de perder sus trabajos al construirse un nuevo hospital, se aclaró que todos se integrarán al nuevo nosocomio.

Héctor Alcántara Gómez, director de Atención Médica de la Secretaría de Salud de Sinaloa, confirmó que la plantilla total del antiguo hospital general tendrá un espacio en el nuevo.

Héctor Alcántara Gómez, director de Atención Médica de la Secretaría de Salud de Sinaloa.

“La plantilla completa (del viejo Hospital General de Mazatlán) se vendrá para acá. Ellos pueden estar tranquilos porque no perderán sus trabajos”, aseguró Alcántara Gómez.

El médico con una larga experiencia , que incluye varios años trabajando dentro del viejo Hospital General destacó las diferencias entre los dos hospitales y las ventajas que tendrán los mazatlecos con el nuevo edificio.

“Hay que destacar, sobre todo la capacidad operativa y calidad de los servicios que se va a poder ofrecer en el nuevo hospital”, aseguró.

Actualmente el nuevo Hospital General ya cuenta con todo el equipo médico que necesita para operar y sólo se encuentran a la espera de que terminen las pruebas de seguridad en los elevadores para comenzar la última instalación de equipo en los pisos superiores.

El nuevo Hospital General en números

120

camas censables (para internos)

60

camas no censables (pacientes en observación o solo curación)

27,000

metros cuadrados de construcción

3

elevadores para pacientes y visitantes

3

elevadores para camillas

1

elevador para carga

36

camas de ginecología

1,200

espacios para vehículos en el estacionamiento

42

consultorios de especialidades

4

quirófanos generales

2

quirófanos de cirugía ambulatoria