"Don Manuel pide ropa y que lo apoyen por su discapacidad"

"Él es uno de los cientos de personas que cada día acuden al Templo de Nuestra Señora del Carmen buscando calmar su hambre"

CULIACÁN.- Son las nueve de la mañana, y don Manuel, ya está haciendo fila, asegurando así la que será su única comida en el día; él como muchas otras personas de bajos recursos o en situación de calle, acude todos los días a la 1 de la tarde al Templo de Nuestra Señora del Carmen, para recibir el platillo del día.

A diferencia de los demás, don Manuel presenta un problema de parálisis, lo que le impide poder caminar correctamente, por lo que apoyándose de un viejo y oxidado bastón de aluminio, recorre varias cuadras desde la colonia Aldama donde dijo vivir, para llegar hasta el frente de la iglesia y asegurar su lugar, atendiendo las medidas de sana distancia y con cubrebocas.

“Tengo 60 años, y tengo un problema de parálisis, hace 10 años tuve un accidente fuera del trabajo, y pues como no estaba asegurado, por eso estoy así, trabajaba en aseo y limpieza en Gobierno del Estado, sólo me dieron un finiquito, pero ya se acabó hace mucho, y aquí estamos, buscando que comer”, señaló.

Platicó que a raíz de su accidente ya no pudo trabajar, sus piernas no se lo permiten, el solo hecho de intentar caminar, ya le implica demasiada dificultad, volviéndolo lento, acción que además, lo cansa muy rápido.

Ahí, sentado, cubriéndose del sol, cuidando su gastada mochila donde lleva algunas cosas que la gente le da, compartió que, buscando obtener ayuda, desde enero del año pasado, se registró en Sedesol, sin embargo, al ir este año nuevamente, le comentaron que ni siquiera estaba anotado en las listas de apoyo por invalidez.

“Desde hace mucho tiempo estoy anotado ya, pero hasta la fecha no me ha llegado ninguna ayuda de nada, yo no estoy pidiendo por la edad, sino por mi invalidez, ya no puedo trabajar, con ese problema tengo más de dos años, y nadie me apoya, además, está muy lejos para ir hasta allá a las oficinas de Sedesol, ya no puedo”.

Don Manuel dijo vivir cerca del centro, en la casa de una hermana, de donde sale temprano para dirigirse a la iglesia, en donde recibe la que será su única comida del día.

“Yo estoy pidiendo la ayuda para poder comer, ya no puedo trabajar, y la comida que me dan aquí en la iglesia me ayuda nada más un ratito, y ya que como me regreso a la casa, y allá me quedo, porque es lo único que como en todo el día, aunque a veces recordó, se compra un refresco o cualquier cosa con dinero que le dan las personas en la calle”.

Platicó que antes del Coronavirus, la gente le daba más monedas, pero hoy ya no, porque tienen miedo de acercarse a él, además, de que está consciente de que hay mucha crisis.

Una de las formas que lo pueden ayudar, dándole ropa y zapatos o tenis, dijo ser talla mediana, y zapatos en número nueve.

Quien desee apoyarlo puede encontrarlo todos los días a partir de las 10 de la mañana a un costado de la Iglesia del Carmen, haciendo fila, hasta que de la 1 de la tarde.

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