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"Columna"

"EDUCACIÓN EN LA FAMILIA: Niños de género neutro"

"Yolanda Waldegg de Orrantia invita a reflexionar con temas de actualidad"
EDUCACIÓN EN LA FAMILIA

Parece algo sin mucho problema el cambio de una palabra por otra, como que diera lo mismo, pero no.

Existe una finalidad política meticulosamente premeditada, una teorización completamente nueva del hombre, de las relaciones interpersonales y sociales, pero también de la ética, de la política y del derecho como toma de posesión de la cultura contra la naturaleza.

De entrada se niega la existencia de diferencias naturales, cualquier diferencia se atribuye a causas culturales impuestas por la sociedad, dicen que yo soy mujer porque desde chica me compraban muñecas y juegos de té, , para jugar, vestiditos llenos de florecitas y me peinaban con moñitos.

Y conforme fui creciendo me enseñaron cosas de “mujer”, como limpiar la casa, hacer la cama, cocinar, lavar y atender a los hombres de la casa. Y a mi marido le daban pelotas, carritos y patines y no tenía que hacer nada en la casa.

Entonces ¿esto debe ser superado?

Pues sí y no, desde luego que no tiene nada que ver con ser hombre que ayude en la casa y se valga por sí mismo, esas son acciones que le hacen más seguro de sí mismo, por lo tanto más libre y más hombre, a que pretenda que todo le hagan y lo atiendan.

Esto tiene que ver con las razones que hay que dar a los hijos no con ser hombre o mujer, si los niños juegan con pelotas, carritos y patines es porque son más activos, más bruscos por naturaleza, si no les dieran estos juguetes, ellos buscarían cómo hacerlos y jugarían tan brusco como pudieran.

Y las niñas, a vestir a sus muñecas y platicar, es la naturaleza de los niños y las niñas; que no nos vengan con cuentos, porque el ser hombre o mujer no es únicamente relativo a órganos sexuales ni a qué juguetes me dieron, está en el cerebro y en las glándulas de todo el cuerpo.

Si a una persona le dan dosis extras de hormonas del sexo contrario su cerebro va a seguir funcionando como lo que es.

Quienes pelean por el género niegan el fundamento antropológico del ser humano: la alteridad sexual.

De este modo, si no hay hombre y mujer naturales, tampoco hay padre y madre, el concepto de familia carece de sentido y el resto de las verdades objetivas desaparecen y la sociedad entra en crisis, pues la familia es el núcleo esencial de la estabilidad social.

Lo están logrando, cada vez se desbaratan más familias y las que se llegan a formar difícilmente sobreviven o se pueden llamar familia, porque no tienen claro a qué se va cuando se pretende formar una familia, entonces al primer contratiempo avientan la toalla, quien sabe quién les hizo creer que después de la boda todo era vivir felices para siempre.

Que la familia es esencial, solo nos tendríamos que preguntar: ¿cómo me gustaría nacer? en medio de quienes me quieren, no importa si soy bonito o feo, negrito o clarito, tontito o listo, van a ver por mí y mis necesidades y apapacharme, echarme porras, o que me dejen tirado en un basurero, o en cachitos abortado, o en un orfanatorio.

¿Y cuando me muera qué me va a suceder? me gustaría estar rodeado de mis seres queridos, que me tomaran la mano y acariciaran, con mi perro, mi perico y el sacerdote también o a media calle donde todos pasan y ni voltean o me brincan.

La estabilidad que da la familia armónica la necesitamos para crecer y madurar como personas, da seguridad, sentimientos de pertenencia, amor, de valor como persona, lazos y muchas cosas más.

Preguntémonos ¿por qué se han disparado el número de homosexuales? Pues la respuesta es obvia, porque las familias no están siendo lo que deben ser, el refugio y el ejemplo de padres que están pendientes, no solo de bulto con los ojos en el aparatito, sino llevando una buena relación entre sí y con los hijos y los amigos, haciendo cosas en común, jugando y trabajando en la casa y fuera, ayudándose

unos a otros, dando ejemplo de rectitud, honradez, generosidad, laboriosidad, respeto, alegría, etcétera.

La educación juega un papel fundamental en el equilibrado desarrollo de la personalidad masculina y femenina, por medio de la potenciación de virtudes y aptitudes peculiares de cada sexo y, claro, del encausamiento de aquellas tendencias innatas que podrían dificultar un correcto desarrollo personal.

Tendencias no se refiere a que pudieran querer ser lo contrario de lo que son, sino a aprender a controlar los estados de ánimo, a reconocer los sentimientos y cómo manifestarlos, a tendencias que pueden llegar a vicios como el desorden, flojera, ira, falta de respeto.

Cosas que se aprenden desde bebes si hay padres, papá y mamá presentes, dando ejemplo de qué es ser hombre o mujer y haciéndose cargo de su obligación.

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