|
"SINALOENSE EXITOSA"

"El arte es pasión, inspiración y perseverancia, dice la sinaloense Lucía Aragón"

"La artista Lucía Aragón, radicada en Noruega, considera que ningún camino es fácil, pero hay que perseverar"
21/06/2019 08:16

Cuando Lucía Aragón pinta, el muro, los pinceles, los colores se transforman en una ventana, el arte se convierte en ese lugar en que puede sumergirse y encontrarse consigo misma y es tanto lo que le ha dado, tanto que no podría dejarlo.

"Cuando se habla de arte se habla de pasión, inspiración, pero yo siento que es más perseverancia", asegura la artista sinaloense que radica en Noruega.

"¡Cuántas veces no me han dicho que es difícil!, miles de veces. Sí es un camino difícil, pero la perseverancia es lo más importante".

 

Los inicios

Lucía Aragón nació en Culiacán en 1988, es hija de la ilustradora Rosi Aragón y desde muy pequeña inició su formación artística.

"Mi mamá nos inculcó mucho el arte y estar viéndola, en su estudio... siempre me gustó mucho ver a mi mamá trabajar, siempre en activo, en las ferias de libro, creando ilustraciones, le tengo mucha admiración y siempre nos dio mucho apoyo".

Desde pequeña, recuerda, comenzó a participar en talleres de arte, principalmente de dibujo.

A los 16 años ganó una beca para estudiar arte en Interlochen Arts Academy, en Michigan, lo que le entusiasmó mucho, pues sabía que iban artistas de todo el mundo.

"Un amigo me había contado de esta escuela y dije 'qué padre, quiero aplicar, van muchachos de todo el mundo, con enfoque a todas las artes', y me fui primero a un curso de verano y me encantó. Luego apliqué para el ciclo escolar y me saqué una beca".

A los 19 años regresó a Culiacán y posteriormente montó su primera exposición individual, De lo externo y lo interno, en la Galería de Arte Joven.

A la Ciudad de México se fue para estudiar Diseño Gráfico, pero su pasión por el arte seguía creciendo y se encontró con un taller de grabado al que ingresó y en el que tuvo amplio acceso, pues pocos los utilizaban.

Ahí comenzó su exploración en el grabado, hasta que esa necesidad de dedicarse de lleno al arte le puso de frente la Universidad Kunsthogskolen i Oslo, en Noruega y se fue a estudiar arte, con especialización en grabado.

"Me encontré esta escuela por internet, me gustó mucho el programa de grabado, estaba en finales de la escuela de diseño, pero me aceptaron allá y dije 'me voy'", comparte.

"No sabía casi nada de Noruega, más que de los vikingos y que hay mucha equidad de género, pero el programa de arte me gustó muchísimo, me lancé y cuando llegué me encantó, aprendí mucho".

El apoyo de su mamá y de una beca que se ganó del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, fue lo que le ayudó para salir adelante.

Y en ese trayecto por la vida y el arte, volvió a México, a terminar su licenciatura y hace tres años regresó a Noruega a estudiar la maestría, de la que se graduó hace un año.

 

Muros, luces y sombras

Actualmente, Lucía interviene muros y paredes en los museos y hace grabado.

En 2016, cuando estaban las elecciones en Estados Unidos y Trump pregonaba la política migratoria, Lucía se preparaba para una exposición. Tenía sus grabados listos para montarlos en una pared, pero sintió la necesidad de "entrar" en la pared con toda esta retórica de los muros.

Y pintó un primer mural que reflejaba toda esta retórica antiinmigrante de Trump, en el que se observan dos figuras entrelazadas, más allá de una columna, propia de la pared, que las separan.

En verano de 2017, creó sobre el muro que separa a México de Estados Unidos, a la altura del aeropuerto, uno más, y es la unión de dos águilas, especie muy significativa para ambos países.

"Es el águila real en México y en EU por el águila blanca, entrelazados, con rivalidad y a la vez unión".

Entonces entró de lleno en los muros.

Ahora, plasma contrastes de luz y de sombra, de vida y de muerte. Un trabajo que surge de manera espontánea, directo, sin boceto.

"Siento que en México, en Culiacán es inevitable pensar en la vida y la muerte y en Noruega es inevitable no darse cuenta de la luz y la oscuridad porque durante 7 meses es más la oscuridad y poquitas horas de luz y en verano es al contrario".

Y eso lo plasma en los muros, crea instalaciones de luz que proyecta en la pared y lo fusiona con lo que ahí pinta, y ese proceso lo filma.

"Lo importante es que si si estaba trabajando mucho los contrastes, quería que el mural se conectara con la instalación de luz".

 

Los proyectos

Vivir en Noruega la hace sentir afortunada, dice, pues le han tocado cosas buenas.

Actualmente trabaja un proyecto en el Museo Noruego de la Migración, y planean una exposición para el 2020, sobre la migración de Noruega a Estados Unidos y la migración de otros países hacia Noruega.

También fue seleccionada por un consejo, en el que eligen a grabadores jóvenes y mayores, para hacer una serie, que este año será de 100 y ella será una de las participantes.

"En 2020 se vienen otras dos exposiciones, una con otro artista, un cubano que trabaja con instalación, y yo haré grabado y muro".

Lucía está a punto de volver a Noruega, luego de unos días con su mamá. De Culiacán se lleva el gusto de pasar tiempo en casa, pasear a su perrito, ver a sus amigos, pasear en Altata, ir a los tacos y hasta disfrutar del calor, pues la mayor parte del tiempo allá hace frío.

 

"El dibujo es una forma de pensar, nosotros como humanos diseñamos los instrumentos para trabajar y estos nos forjan la mano y la forma de pensar, al estar con el trazo, la línea".

"Para mí es importante que en mi obra se vea el movimiento , aunque esté estático".

"Estoy en constante búsqueda de la expresión artística y creo que con el tiempo se va dando, hay que seguir perseverante".

"Mi arte tiene que ver con lo que me gusta leer, investigar, la música que escucho, con lo que uno se rodea, mi contexto en Culiacán y en Oslo".

Lucía Aragón

Muralista y grabadora