"El consumo: saludable, solidario y activo"

Leonila del Carmen Sánchez Esquerra

Para definir el concepto de consumo saludable en pocas palabras, mencionaremos que se refiere a "saber que nuestras decisiones de consumo inciden en nuestra salud y seguridad física". También podemos decir que "un consumidor que lleva una alimentación balanceada, hace ejercicio, duerme bien, modera su consumo de alcohol, no se auto-medica y evita fumar" es un consumidor saludable, de acuerdo con la "Guía didáctica: Consumo saludable", publicada por Profeco en el 2011.
Existe una realidad en México que nos muestra que 7 de cada 10 personas mayores de 20 años presentan sobrepeso u obesidad y en el segmento infantil esas afecciones también registran un aumento. Si continuamos con esta tendencia, prácticamente en 10 años más se podría duplicar el gasto en salud a causa de la obesidad, lo que representa un gasto de más de 150 mil millones de pesos. Sabemos que el problema de la obesidad se debe principalmente a los malos hábitos alimenticios adquiridos e incluso de estilos de vida copiados de otros países, así como a las exigencias de la vida rápida y el sedentarismo.
El consumo saludable no se refiere solamente al ingerir alimentos, sino a todo aquello que nos lleve a conservar nuestro cuerpo saludable, y aquí también hay que considerar las decisiones al elegir productos o aparatos electrodomésticos que cumplan con las normas oficiales mexicanas, así como la responsabilidad al leer las advertencias de uso, lo que nos ayuda a prevenir accidentes. Otro aspecto que podemos destacar para realizar un consumo saludable es aquel que se refiere a comprender que las compras por impulsos pueden provocar que se adquieran deudas en exceso, lo cual nos expone a situaciones de estrés que pueden afectar nuestra salud.


Consumir saludablemente


Existen algunas herramientas que nos proporciona la Procuraduría Federal del Consumidor y que ayudan a lograr el consumo saludable. Estas opciones son:
"Red Alerta Rápida: Es una herramienta electrónica creada en 2010 por Profeco, que entre otras funciones, vigila que los productos nacionales e importados cumplan con los requerimientos y especificaciones de seguridad para evitar riesgos a los consumidores; la Comisión Nacional para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) que realiza el control sanitario de establecimientos, productos y servicios para proteger al consumidor contra riesgos sanitarios; el Servicio Nacional de sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) que vigila la producción agroalimentaria y la introducción al país de alimentos y productos agropecuarios; y Aduanas, la institución facultada para fiscalizar, vigilar y controlar la entrada y salida de mercancías al país".

Plato del Bien Comer y Platillo Sabio Profeco. El Plato del Bien Comer es una guía de alimentos hecha por médicos y nutriólogos mexicanos del sector salud para ayudar a la población a elegir una dieta saludable y sin tener que gastar mucho. Esta herramienta propone incluir en cada tiempo de comida al menos un alimento de cada grupo (frutas y verduras, leguminosas y alimentos de origen animal y cereales). Con base en el Plato del Bien Comer, Profeco creó el Platillo Sabio, que consiste en una serie de recetas saludables, nutritivas y económicas. Tanto el Plato del Bien Comer como las diversas recetas del Platillo sabio Profeco puedes consultarlos en la publicación más conocida de la Procuraduría Federal del Consumidor llamada Revista del Consumidor, o bien, en revistadelconsumidor.gob.mx

"Medicamentos genéricos intercambiables. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) un remedio genérico es aquel que se ofrece al público bajo la denominación de su sustancia activa y es bioequivalente a la marca original, es decir tiene una forma y fórmula química igual, y la misma biodisponibilidad, lo que significa que entra en el organismo en la misma medida de cantidad y a la misma velocidad que el medicamento de patente. Por lo general estos medicamentos son más económicos que los de patente, lo que representa una ventaja para el consumidor puesto que de ese modo tiene acceso a productos a menos costo...". (Guía didáctica: Consumo saludable, Profeco)

Quién es quién en los precios. Es una herramienta creada por Profeco con la finalidad de informar a la población sobre precios de diferentes productos de alto consumo. Este programa actualmente opera en 23 ciudades de nuestro país, incluida Culiacán. Para recabar los precios de los principales establecimientos, entre ellos supermercados, farmacias, papelerías, mercados y librerías, existe personal que diariamente visita estos lugares y captura los precios enlistados en catálogos en máquinas que posteriormente vacían sus datos para actualizar el sitio en la red.
Cada semana se recaban más de 2 mil productos de abarrotes, aparatos electrodomésticos, línea blanca y medicamentos; y en temporadas de alto consumo como Cuaresma, regreso a clases, Navidad y fin de año, se agregan los catálogos con los productos correspondientes como pescados, mariscos, artículos escolares, uniformes, tenis, libros de texto, juguetes y productos navideños, entre otros. Estos precios se pueden consultar a través de la página institucional www.profeco.gob.mx o el teléfono del consumidor 01 800 468 87 22.

Norma Oficial Mexicana (NOM), son un conjunto de lineamientos que expide una autoridad administrativa, generalmente la Secretaría de Economía cuando se trata de contenido de etiquetas e información para el consumidor. Frecuentemente la autoridad que vigila su cumplimiento es la Procuraduría Federal del Consumidor. Estas normas son creadas con base en las recomendaciones de empresas, instituciones educativas, asociaciones, cámaras y representantes de instituciones como Profeco, Secretaría de Economía, Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Dirección de Salud, Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Un ejemplo de estos documentos es la NOM 050-SCFI-2004 Información comercial-etiquetado general de productos.
Esta Norma Oficial Mexicana tiene por objeto establecer la información comercial que deben contener los productos de fabricación nacional y de procedencia extranjera que se destinen a los consumidores en el territorio nacional y establecer las características de dicha información. Asimismo, establece qué productos quedan fuera de su alcance, como en este caso lo son los productos a granel, los animales vivos, los libros, revistas, fascículos y las publicaciones periódicas en cualquier presentación, incluyendo de manera enunciativa y no limitativa, discos magnéticos y compactos, cintas y artículos análogos, estampas de álbumes, software, fonogramas, videogramas, audiocasetes y videocasetes, entre otros.
Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor. Este Laboratorio "realiza estudios de calidad de productos de consumo generalizado y de impacto en la nutrición, seguridad y economía. Con esta información, el consumidor puede hacer mejores elecciones de compra y constatar que los productos cumplan con los requerimientos establecidos para considerarse seguros, que proporcionen información veraz, que no sean un riesgo para la salud y que contengan la cantidad de ingredientes que ostentan, entre otras variables." (Guía didáctica: Consumo saludable. Profeco). Los resultados de los estudios de calidad que realiza el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor se publican mensualmente en la Revista del Consumidor. También puedes consultar el catálogo de estudios de calidad en revistadelconsumidor.gob.mx.
Así pues, el consumo saludable es una faceta importantísima en nuestras vidas y requiere nuestra atención. Demos paso a otro aspecto del consumo, la solidaridad.


El consumo solidario


El Diccionario Enciclopédico Larousse define solidaridad de la siguiente manera: "entera comunidad de intereses y responsabilidades (…) actitud de adhesión circunstancial a la causa o empresa de otros". También podemos afirmar que "la solidaridad se define como la colaboración mutua entre las personas, como un sentimiento que mantiene unidas a las personas en todo momento, por ello es más que nada un acto social, una acción que le permite al ser humano mantener y mantenerse en su naturaleza de ser social" (Guía didáctica: Consumo Solidario. Profeco. 2011).

Partiendo de esta definición, el consumo solidario, "significa apoyar todo un sistema de producción diferente al que estamos acostumbrados, para lograr una mayor equidad en la distribución de la riqueza para todos los integrantes de la cadena de producción y consumo. Significa considerar los efectos de nuestras decisiones de consumo en los demás, en la sociedad y en el medio ambiente. Significa apoyar los productos nacionales, artesanales, producidos en condiciones laborales más justas de empresas socialmente responsables y con procesos más limpios que disminuyan su impacto en el medio ambiente lo que favorece la creación de fuentes de empleo, garantizando condiciones de vida dignas para todos".

Podemos decir que la solidaridad inicia en el valor de la fraternidad entre dos personas, y se traslada al aspecto social al unirnos al esfuerzo de otras personas o grupos, entendiendo y compartiendo sus necesidades e intereses. Así, un consumidor solidario prefiere alimentos y productos regionales, evita los productos desechables y elige aquellos elaborados con materiales biodegradables.

Existen empresas interesadas en el medio ambiente y el bienestar social. Por ejemplo, la empresa Basbag elabora bolsas de mano que utilizan hasta 70% de materiales reciclados que son elaboradas en penales del estado de Puebla y por madres de escasos recursos para que puedan atender a sus hijos mientras trabajan.

Por otra parte, empresarios agrupados en la Cámara de la Industria del Calzado de Guanajuato advierten que la producción de calzado mexicano, que genera 571 mil empleos a nivel nacional, se encuentra en serios problemas debido al calzado de importación, principalmente de origen chino. Mientras México produce 240 millones de pares de zapatos, los chinos producen 8 mil 800 millones.

El consumo solidario va hasta los aspectos de distribución justa de la riqueza, respeto al entorno, principios de honestidad, transparencia y servicio por parte de las empresas, lo actualmente se conoce como responsabilidad social.


El consumo activo

El consumo activo se refiere a la capacidad de los consumidores de reunirse y organizarse para velar por sus intereses con mayor efectividad. El origen de este aspecto del consumo nos lleva hasta los movimientos que se llevaron a cabo en la primera mitad del Siglo 20 en los Estados Unidos, cuando se presentaron inconformidades por el aumento de precios, la sanidad en la venta de alimentos y la inocuidad en materia de medicamentos. En aquellos tiempos hubo un escándalo cuando se introdujo en el mercado la "sulfanilamida" en suspensión, es decir, un jarabe para niños para combatir meningitis y problemas de los bronquios, que provocó la muerte de más de ochenta niños. Este medicamento había sido prescrito en tabletas sin ningún problema, pero al modificar su presentación no se tuvo el cuidado necesario y provocó un escándalo que alertó a los consumidores sobre la importancia de exigir sus derechos.

En la segunda mitad del Siglo 20, surgieron otros problemas para la población consumidora como el nuevo escándalo, ahora de la "talidomida", otra vez en lo referente a productos médicos. Y el movimiento se trasladó de los Estados Unidos a los países europeos, en donde surgieron los primeros programas radiofónicos y publicaciones para defender los derechos de los consumidores.

En México, se ha venido promoviendo que los consumidores se agrupen para recibir educación en esta materia. La institución que surgió en 1976 fue el Instituto Nacional del Consumidor cuya labor preventiva consistía en difundir material sobre los derechos del consumidor. Surgió así la conocida Revista del Consumidor que publica mensualmente dos estudios de calidad de productos analizados por el Laboratorio Nacional de Profeco.

Han surgido así grupos y asociaciones importantes como El poder del Consumidor, la cual es una asociación civil sin fines de lucro que trabaja en la defensa de tus derechos como consumidor. Esta organización realiza actividades como estudio de productos, de servicios y de políticas públicas, vigila el desempeño de las empresas e identifica opciones favorables para los consumidores. Asimismo utiliza la denuncia de las prácticas que afectan los derechos de la población consumidora y tiene un sitio en Internet, que es www.elpoderdelconsumidor.org.

La Procuraduría Federal del Consumidor se ha comprometido en brindar asesoría y temas de educación para el consumo a más de 2,000 grupos de niños, jóvenes, amas de casa y personas de la tercera edad. Asimismo, ha buscado vinculación con las Asociaciones de Consumidores para ofrecerles las herramientas para conocer y hacer valer sus derechos.

En 2005 se creó el Consejo Consultivo del Consumo, un órgano mixto, cuyo objetivo es analizar temas en materia de consumo y de protección al consumidor, involucrar activamente a la ciudadanía en un esquema de corresponsabilidad y participación.

Es decir, se puede y se debe consumir de manera responsable, solidaria y activa. Está en nuestras manos. Y en nuestros bolsillos.

*Profesora del Campus Sinaloa