"El PAN está tomado por un grupo que lo ha convertido en su botín: Estrada"

Ariel Noriega

MAZATLÁN._ Juan Carlos Estrada recuerda al Partido Acción Nacional que realizaba brigadas en las colonias, al de las asambleas y las convenciones que elegían a los mejores candidatos, y asegura que la crisis que vive actualmente el blanquiazul es producto de las acciones de un grupo que lo ha convertido en su negocio.

“El PAN está tomado por un grupo que lo ha convertido en su botín”, asegura Estrada.

El ex Alcalde de Choix ha convertido el proceso interno del PAN, para renovar su dirigencia estatal, en una lucha por rescatar a un partido que, asegura, perdió sus valores.

“El PAN se convirtió en un aparato burocrático que se dedica a administrar el recurso que llega”, insiste.

A su lado , el panista de muchas batallas, Tarcisio Silva, repite la palabra “ética” como algo que se perdió en el camino y que le urge recuperar a los panistas.

Estrada fue uno de los pocos panistas de larga trayectoria que se negó a aceptar un puesto en el Gobierno de Mario López Valdez y asegura que esa victoria le hizo mucho daño al partido..

“El PAN nunca ganó la Gubernatura, la ganó Malova con su gente, ellos nada más venían por la franquicia”.

El nuevo “negocio” en el que se ha convertido el PAN y que denuncia, una y otra vez Estrada, consiste en meter gente al PAN para después ganar las elecciones internas y repartirse las plurinominales.

Y señala sin temor a su contrincante en la elección interna, Adolfo Rojo Montoya, como uno de los principales responsables de apoderarse de Acción Nacional.

“Quiero proponer un PAN diferente, fortalecernos al interior, abrirnos a la ciudadanía, a todos nos conviene un PAN fuerte”.

Antes que soñar en grandes triunfos, Juan Carlos Estrada propone poner orden al interior del partido, regresar a las brigadas en las colonias, a las asambleas y las convenciones democráticas, volver a ser el PAN que hizo soñar a México con un verdadero cambio.

Panistas Maruchán

Llegar a la dirigencia estatal del PAN y cambiarlo todo se dice fácil, pero Juan Carlos Estrada compite contra Adolfo Rojo Montoya, uno de los panistas que aglutina los principales grupos de su partido en Mazatlán, el bastión blaquiazul.

Mazatlán es con mucho la principal ciudad de los panistas en Sinaloa, en el puerto hay un registro de mil 970 afiliados al padrón, un número mayor al de cualquier ciudad de Sinaloa, incluso de Culiacán, donde hay la mitad de esa cantidad.

Estrada se siente fuerte en el norte del estado, debido a su origen, Choix, la ciudad donde inició su carrera al interior del partido y donde llegó a ser Alcalde, y se siente fuerte en el centro, donde Ivanovich Gastélum le otorga su confianza.

Así que el sur de Sinaloa es donde se juega ese juego desgastante de convencer a los panistas, uno por uno, siempre con la desventaja de toparse con los “panistas Maruchán”, esos que entraron al partido en las administraciones panistas, por el puro interés de un puesto en el Gobierno; les dicen así porque se convirtieron en un “instante”.

“No recibieron ni un curso, no tienen los valores del partido”, asegura Tarcisio Silva, un panista de la época en que serlo significaba “miedo y burla”.

El padrón de panistas en Mazatlán llegó a ser de 3 mil personas, dominado completamente por los “panistas Maruchán”, pero después de una “limpia” llegaron a los números actuales.

Pero Estrada asegura no temer a los nuevos panistas, cree que muchos de ellos solo llegaron por interés y esos intereses ya no tienen sustento.

“El poder de ellos está en la nómina y se les acabó la nómina”, aseguró Estrada.

La estrategia de Estrada y su equipo es simple: tocar puertas, una por una, hablar con los panistas ofrecerles un regreso a los orígenes, rescatar a un partido que quiere volver a ser protagonista.

Y para eso recuerdan a los fundadores del PAN y su “brega de eternidad”, ese concepto de una lucha que nunca termina, por mejorar a un País, por ser mejores, por ser panistas.