"ELECCIONES 2018 El fenómeno es AMLO. Nada más"

Andrés Manuel llegó a Sinaloa para dar un mensaje concreto: está muy seguro de que será Presidente.

Su discurso de más de 40 minutos fue una composición de cada uno de los que ha dado en todo el País. Habló sobre que en su administración habrá una tercera transformación nacional. Dijo que acabará con la corrupción, sin decir, como ha pasado en toda ocasión que se le ha cuestionado, cómo lo hará.

Mencionó que en su administración trabajará de forma austera. Señaló que cuando sea Presidente de México luchará por los pobres. Habló, de nuevo, sobre becar a todos aquellos jóvenes que no encuentren trabajo y que no tienen recursos para estudiar.

Indicó que él no permitirá que los espacios políticos sean ocupados por personas sin experiencia. Además planteó que de encontrar situaciones irregulares, irá a la cárcel hasta su familia, solo si es necesario.

También dijo que será un presidente de todos los mexicanos, sin distinción alguna, y que defenderá en el exterior a México como no lo han hecho otras administraciones.

Volvió a decir que el plan en Sinaloa es darle fuerza a la agricultura y la pesca, y que uno de sus aliados será Raúl Elenes Angulo, quien en el último año ha sido el delegado de Morena en Sinaloa. Él, de hecho, es un hombre que no se ha dedicado a la pesca, pero el cargo, al menos, ya le fue prometido frente a un público nutrido que estuvo presente en Culiacán para el cierre de campaña en el estado del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia.

Andrés Manuel López Obrador llegó a Sinaloa para un mitin en el que se mencionó por el equipo de campaña que podría superar hasta los 10 mil espectadores. Un dato similar al público que acudió en 2012 para el cierre de campaña previo a que Enrique Peña Nieto lo superara en las urnas.

Esta vez fueron entre 5 mil y 7 mil personas. Ambas son estimaciones oficiales de Gobierno del Estado, que las dieron a conocer bajo cuestionamiento directo con funcionarios de la Secretaría General de Gobierno.

 Nadie habló de los que estaban atrás

Cuando llegó Andrés Manuel López Obrador, ya estaban en el escenario una veintena de candidatos de la coalición Juntos Haremos Historia en Sinaloa. También estaba Marcelo Ebrard y el Senador por Baja California, Marco Antonio Blázquez.

Los candidatos que estaban ahí ya guardaban la forma de funcionarios federales, aunque no lo fueran. Todos derechos, todos sonrientes y todos de acuerdo con cada frase que salía de López Obrador.

Antes de que hablara el candidato presidencial, Jesús Estrada Ferreiro, candidato a la Alcaldía de Culiacán, quitó el micrófono a Cirilo Celis, el presentador oficial del evento, para hablar de las cualidades de su candidato ante un público que solo se limitó a observarlo.

Estrada Ferreiro, de hecho, fue quizás el personaje local con mayor presencia publicitaria. Dos cuadras a la redonda había hombres y mujeres entregando abanicos con su fotografía posada con López Obrador. También se pudo ver que en la pantalla led que está clavada en en la pared que quedó a un lado del templete sólo aparecía su imagen.

Eso fue lo más sobresaliente del abogado.

A él le siguió Merary Villegas, la candidata para la diputación federal del Distrito 7. Tomó el micrófono y abrió una carpeta donde tenía su discurso preparado para hablar sobre su plataforma personal de campaña y alabar de nueva cuenta a López Obrador.

Pasó también por ese estrado Rubén Rocha Moya, el candidato al Senado por Sinaloa en fórmula con Imelda Castro. Fue quien tuvo mayor presencia, aprovechando su posición para advertir que en la UAS ya no habría cacicazgos políticos. Lo dijo ahí como lo ha hecho en distintos escenarios, menos en el foro que organizó la propia Universidad para candidatos al Senado.

Apenas una semana antes Manuel Clouthier Carrillo, candidato independiente al Senado, expresó su apoyo a López Obrador desde sus redes sociales, señalando que Rocha Moya no era fiable y que por eso la ciudadanía debía razonar su voto a favor de él y de López Obrador.

Días más tarde Tatiana Clouthier, jefa de campaña presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, aseguró que ella no estaba de acuerdo en pedir un voto lineal, sino que este debía ser cruzado.

Sin embargo, aquí, en Culiacán, fue el propio López Obrador quien tuvo que poner orden: debe votarse por los candidatos de la coalición y ya, dijo.

Luego de eso comenzó a decir los nombres de los candidatos que se acordaba que están en Sinaloa. Mientras, el público aplaudía. Lo hacía con la convicción necesaria para dejar conforme al candidato, pero en los comentarios en voz baja de ellos mismos estaba el reclamo de no verlos en las calles haciendo activismo político.

El tianguis de López Obrador

Todos los que estuvieron en el lugar querían foto con él. Si no, al menos la playera, el muñeco, la banda con la palabra Morena, el chaleco de color tinto o los broches con el nombre del candidato que busca por tercera vez la Presidencia.

Apenas se había ido y se formaron distintos grupos para grabar videos en promoción de López Obrador. Otros, mientras, gritaban porras sin cansancio pese al cansancio provocado por estar más de una hora en el mismo lugar con una temperatura mayor a los 30 grados centígrados.

Ahí también estuvieron los demás candidatos, los que estaban formados detrás de López Obrador, los que dieron discursos. De ellos nadie habló, ni les pidieron fotos ni mucho menos les hicieron porras. El fenómeno fue Andrés Manuel López Obrador. Nada más.