"En el Invies, compran terrenos caros y luego los venden baratos"

MAZATLÁN._ Dos terrenos valuados en 30 millones de pesos fueron comprados por el Instituto de Vivienda del Estado de Sinaloa en 55 millones, y luego “rematados” en 6 millones.

De acuerdo con documentos en poder de Noroeste, los dos lotes, ubicados en la zona norte de Mazatlán, cerca de donde ahora se construye el nuevo Hospital General, fueron comprados por el Invies en el año 2013 y vendidos por la dependencia estatal en el 2016, apenas días antes de concluir el Gobierno de Mario López Valdez.

Los predios, cuya superficie sumaba 15.77 hectáreas, fueron comprados en 2013 en el ejido El Venadillo, en las inmediaciones de la zona de la Marina. Entonces, el Invies pagó por ellos en sobreprecio un total de 55 millones 203 mil 641.55 pesos.

Cerca de tres años después, el 21 de diciembre de 2016, la venta fue autorizada por el entonces director del Instituto, Jaime Romero Barrera, a 10 días de abandonar el cargo.

Jaime Romero Barrera, director del Invies en el sexenio estatal pasado.

El comprador fue Javier Rodríguez Tirado, socio de la empresa inmobiliaria Tierra 32 S.A. de C.V., según consta en el Registro Público del Comercio. Él pagó por los dos terrenos solo 5 millones 694 mil 202 pesos.

De acuerdo con información en poder de Noroeste, por medio de una solicitud de transparencia (folio 01470218), el más grande de los terrenos ocupa una superficie de 15.346 hectáreas. Fue comprado a María Lorena Peña Rodríguez por 53 millones 712 mil 405.95 pesos, el 13 de abril de 2013.

Mientras el segundo lote mide 4,261 metros cuadrados (4261 hectáreas). Y se pagó por él un millón 491 mil 234.50 pesos al empresario local José Socorro Cano Acosta, el 6 de julio del mismo año.

Este tipo de operaciones no fueron casos aislados, pues en diciembre de 2016 se concretaron varias de ellas que en su conjunto provocaron una disminución en las reservas disponibles para la construcción de vivienda social en Sinaloa.

Remates de reserva: bajo lupa de la ASE

Con una inversión total de 297 millones 645 mil pesos, entre 2012 y 2013 el Invies adquirió 208 hectáreas para reserva territorial del estado distribuidas en distintos terrenos de los municipios de Guasave, Culiacán, Mazatlán, Elota y Ahome.

Aunque no especifica la superficie total, por los terrenos vendidos en Mazatlán y Culiacán el Invies obtuvo únicamente la cantidad de 68 millones 721 mil pesos 998 pesos.

El actual director de Invies, Salvador Reynosa Garzón, dio a conocer que tanto la Auditoría Superior del Estado como la Secretaría de Transparencia y Rendición de Cuentas mantienen un proceso de fiscalización para saber qué ocurrió en el organismo, sobre todo de 2014 a 2016, periodo en que se presumen irregularidades.

La investigación inició en marzo, y la parte más intensa duró cerca de tres meses, aunque de manera esporádica se sigue requiriendo documentación sobre este expediente.

“Sí hubo ventas de terrenos, se vendieron unos terrenos ahí lo que es frente al CUM (Centro de Usos Múltiples de Mazatlán), se vendieron otros terrenos en Culiacán, todo eso fue revisado por la Auditoría, lo que estaba en archivos y expedientes del Instituto se les hizo llegar de manera inmediata a los auditores”, reafirmó.

Por lo pronto, la auditoría sigue su curso y se espera que pronto se den a conocer los resultados.

Hay déficit de reserva territorial

El director del Instituto de Vivienda del Estado de Sinaloa, Salvador Reynosa Garzón, reconoció que a su llegada a la dependencia, a inicios de 2017, no encontró las condiciones favorables para satisfacer la demanda de 60 mil acciones de vivienda. Lo que sí halló fue un déficit de reserva territorial de mil hectáreas.

“Serían familias que están viviendo dentro del marco de la irregularidad, donde no pueden escriturar, no pueden asentarse; familias que han sido desplazadas, adultos mayores, jóvenes que requieren suelo y acción de vivienda, también algunos que viven en hacinamiento...”

El funcionario reveló que salvo pequeñas áreas en los municipios de Salvador Alvarado, Mocorito, Elota y Guasave, se carece de reservas para reubicar a estas personas.

Esto se ha agravado por operaciones polémicas en las principales ciudades del estado, como la de tres hectáreas a la Compañía Azucarera de Los Mochis por 90 millones de pesos. Se trató de un rescate en quiebra, con dificultades para liquidar a sus trabajadores. Esto, aun cuando la ubicación del predio no era la más adecuada para la edificación de casas de interés social.

Así que en Ahome, el Invies carece de reservas territoriales, luego de que el espacio del Centro de Usos Múltiples (CUM) fue escriturado a Gobierno del Estado para infraestructura deportiva y de espectáculos.

En tanto en Culiacán, de acuerdo con la Unidad de Transparencia del Invies, queda únicamente un predio de 24 hectáreas en Aguaruto, “que no cuenta con servicios básicos de infraestructura, lo que impide su habitabilidad”.

Y en Mazatlán, ya no se cuenta con la reserva del predio La Raqueta, donde a pesar de que ya se había autorizado la construcción del Fraccionamiento Los Acantos, el proyecto no se llevó a cabo por parte del Invies. La mayoría de los lotes fue vendido entre 2015 y 2016.

Según Reynosa Garzón, sólo quedaron 200 terrenos en la parte alta del cerro, que no es susceptible de desarrollar por la falta de servicios públicos.

Además, el área del CUM Mazatlán fue cedida para el nuevo hospital y el Centro Integral de Rehabilitación que manejará el sistema DIF.

De esta forma, las principales ciudades sinaloenses enfrentan dificultades para resolver la problemática de vivienda de su población.

Con la llegada del nuevo gobierno se buscan esquemas de financiamiento para la adquisición de suelo para este propósito, además de programas que ayuden a los sinaloenses de escasos recursos a hacerse de un patrimonio con certidumbre jurídica.