"'Este es un Siqueiros maravilloso'"

Una colección referencial sobre el trabajo de David Alfaro Siqueiros, en su etapa de artista y creador, y también militante y soldado, reúne la colección Siqueiros del Museo Soumaya, con la cual se suma al 25 aniversario del Museo de Arte de Sinaloa.

Alfonso Miranda, director del Museo Soumaya, destacó que la Colección Siqueiros es de las más importantes que tienen y con la que hacen itinerancias, pero la de Sinaloa es especial, pues incluyen cuatro obras que no se han mostrado ni si quiera con ellos. 

Se trata de las obras El ídolo caído, Sin título (un dibujo de dos mujeres, en estílo de acuarela oscura), Teresita y El señor del veneno.

"Son cuatro obras que no se han visto en Museo soumaya, es un programa que tenemos en fundación Carlos Slim de repatriación de obra, muchas veces la obra de pintores mexicanos ha salido al extranjero en situaciones diversas y está en casas de subasta y nos hemos ocupado de poder regresarla a México", explicó.

"Si bien el arte es un gran embajador de quiénes somos, muchas veces son piezas que nos ayudan a completar discursos internos, y el público mexicano, investigadores, no las puieden ver porque muchas se quedan en colecciones privadas".

Estas obras rescatadas, han servido para el entendimiento y la construcción de Siqueiros, aseguró, de su experimentación, como en El ídolo caído, que fue hecho en la etapa compleja de la vida de siqueiros.

"Siqueiros es de los únicos artistas de su tiempo que se ha comprometido a la lucha armada, empezó como soldado raso en las tropas carrancistas, llegó a participar en la guerra civil española y alcanzó el grado de teniente coronel, así de importante fue su lucha personal a las causas que consideraba de justicia social".

Esto, añadió, conllevó una lucha interna con el gobierno mexicano que lo acusó de múltiples cosas, al grado de encerrarlo en 11 ocasiones en el Palacio Negro de Lecumberri, consignado como preso político y tuvo un arraigo domiciliario en Taxco Guerrero.

En la pieza Sin título plasa dos mujeres y es del periodo de 1933, es una acuarela oscura de dos mujeres y en el retrato de su sobrina Teresita, se da a entender cómo trabaja un artista.

"El suyo es estudio constante, de perspectiva, de puntos de fuga y se ve en este dibujo".

El señor del veneno es una obra de 1918 en la que se aprecia a soldados cuyas piernas se transforman en patas de caballo.

"Cuando forma parte de la tropas, llega al Ejército en México y en la Catedral está la imagen del señor del veneno, es un cristo y ve que los soldados que transforman los pies en patas de caballo, hay una metamorfosiss violenta ".

En la exposición, dijo, podrán conocer a "un siqueiros maravilloso, México no ha visto esas piezas, un aniversario como este, es importante, fundamental, que hay que celebrar".