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"¡Estos Rojos juegan como Diablos!; así nace el mote del México"

"El 23 de abril de 1942, la trepidante voltereta escarlata da origen al nombre"

CIUDAD DE MÉXICO._ El 23 de abril, pero de 1942, inició a usarse el nombre de los Diablos Rojos, después de una voltereta espectacular en el Parque Delta, cuando los Sultanes de Monterrey vencían al México Rojo por pizarra de 13 carreras por 7 al llegar al final de la novena entrada, y que el México transformó en victoria con un impresionante rally de siete carreras, para que los escarlatas terminaran ganando 14-13, lo que provocó que Basilio “El Brujo” Rosell exclamara: ¡Estos Rojos juegan como Diablos!

Era un partido en el Parque Delta que el Monterrey, con el cubano Lázaro Salazar de mánager, ganaba por 13-7 al llegar al cierre de la novena entrada. El Delta estaba abarrotado y por esos días los jugadores estadounidenses Theolic Smith y Quincy Trouppe estaban entusiasmando a la fanaticada escarlata.

Y en el cierre del noveno episodio los Rojos entraron aún más en el corazón de los aficionados que los habían recibido con los brazos abiertos desde su nacimiento en 1940.

Daniel Ríos, la gran estrella del Monterrey, estaba en la lomita y sobre sus lanzamientos los Rojos iniciaron el rally del cierre del noveno episodio. Llenaron la casa con pasaportes a Quincy Trouppe, Theolic Smith y Primitivo Calles.

Indian Torres, pítcher derecho cubano experto en los lanzamientos de nudillos, relevó a Ríos y dio base a Chicalón Méndez para que entrara la primera carrera. Lefty Ramírez dio hit al central para empujar dos carreras y el juego se puso 13-10, y el mismo Salazar, valiente además de talentoso como mánager-jugador, tomó al toro por los cuernos y entró al relevo.

Leroy Matlock lo recibió con hit que produjo la carrera 11 y tras base a Domingo Santana vino sencillo del cubano Lolo Correa que trajo las dos carreras del empate a 13 ante la locura de la fanaticada escarlata.

Un hit de Silvio García por tercera base llenó la casa y la noche ya caía sobre la gran capital cuando Theolic Smith, con línea que no pudo controlar el pítcher, empujó la carrera del triunfo 14 carreras a 13.

El juego fue tan emocionante que, en pleno pandemónium, “El Brujo” comentó: “¡Estos Rojos juegan como Diablos!”.

El pítcher ganador de ese trepidante duelo fue Alejandro Garciglia y la derrota se la llevó el gran Lázaro Salazar.

Se dice que ya en ocasiones anteriores se mencionaba a los Diablos entre el público escarlata, pero sin duda el gran impulsor del nombre Basilio Rosell, junto con el estelar lanzador Alberto Romo Chávez, comenzaron a llamar Diablos Rojos al equipo escarlata y al poco tiempo el nombre ya era del gusto de los aficionados y cronistas.

Así nacieron en juego memorable, los Diablos, los Diablos Rojos del México.

En el primer diario deportivo del mundo, La Afición, el gran columnista Fray Nano escribió al terminar el juego: “Tirios y troyanos se emocionaron en ese noveno episodio, que será recordado por mucho tiempo”.

Y qué razón tenía, 78 años después nos seguimos emocionando con este triunfo a la diabla.

 

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