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"COLUMNA"

"FACTOR HUMANO: Y seréis como dioses"

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FACTOR HUMANO
04/07/2020

Al cambiar los papeles como creaturas cambiamos todo, ¿realmente todo el esfuerzo humano es suficiente para salir adelante?

El libro del Génesis

Es muy conocida la escena en que Eva es tentada por la serpiente, la secuencia de hechos impresiona y cambia todo, incluyendo a la naturaleza:

“Y dijo la serpiente a la mujer: “¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles del jardín?” Respondió la mujer a la serpiente: “Podemos comer del fruto de los árboles del jardín, más del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte”. Replicó la serpiente a la mujer: “De ninguna manera moriréis. Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal”. (Gen3, 1-5)

La serpiente los engaña con él no moriréis, siembra cizaña entre ellos y Dios cuestionando el único mandato que tenían. Detrás de toda tentación hay un engaño, una “válida” justificación, una aparente ganancia; nos dejamos marear, cedemos en la medida en que dialogamos con ella.

La frase matadora “y seréis como dioses” despertó en ellos una ambición desmedida: conocer el bien y el mal, ser más poderosos por sus propios medios, olvidando su condición de creaturas, su amistad con Dios, intentando igualársele

Y al ver lo apetecible del fruto y lograr la sabiduría “la mujer comió y dio a su marido. Entonces se les abrieron los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; y cosiendo hojas de higuera se hicieron unos ceñidores” (Gen3, 5-8)

 Las consecuencias

Desde entonces decía nuestro gran amigo Don Willy las mujeres “no tienen nada que ponerse” y otro “mi mujer tiene dos closets llenos de nada que ponerse”. Ellos empezaron a ver lo que falta y a vivir el drama de la carencia. Bastaba que le pidieran lo que deseaban como se le pide a un padre, a un amigo. Desobedecieron y perdieron todo, esa bendita intimidad con el Creador.

La soberbia creció por el abuso de la libertad: dejaron de ser teocéntricos y empezaron a ser antropocéntricos, desordenando la creación, instalando una aparente autosuficiencia. Y empezaron a acostumbrarse a valerse por sí mismos a espaldas de su Creador, a sentirse solos, con culpa y vergüenza, al escuchar sus pasos se escondieron en el Edén. Empezaron a ser como dioses en una abismal desigualdad,

Elegir nuestro enfoque

Al centrarnos en ver lo que nos falta como personas nos metemos a una noria profunda, entre más adentro más vacío y oscuro. Siempre encontraremos algo irresoluto en el pasado, aprendamos a caminar con eso. Ese sentido de carencia nos hace caer en la terrible tentación de que no somos lo suficientemente buenos para algo. Una manera de nulificarse a sí mismo, fruto de una soberbia invertida por estarse comparando, juzgando, por creer mentiras de uno mismo.

O podemos elegir la grandeza pero no a espaldas de Dios o como le llames. Contando con Él sumándole nuestro esfuerzo.

El Ego

Podemos pervertir lo más bueno y noble, como la religión, el amor paternal, el de esposos, el trabajo, la sociedad. Al buscarnos como fin a nosotros mismos lo bueno empieza a pesar, ese afán de logro puede neurotizar cuando se centra en el ego. Ese afán de destacar, de quedar bien ¿de dónde viene?, ¿qué tanta paz y energías te quita? La carencia personal busca la aprobación de otros, así perdemos poder.

Juzgar

Una de las peores cosas es estarnos juzgando, llega a ser insoportable. Donde hay juicios se escapa el amor que es aceptación, comprensión, rendirse ante la personal e irremediable insuficiencia. Viene de origen. Una anciana fue llevada a un asilo, la asistente le describía el lugar, ella maravillada, “espérese a ver su habitación, ya verá”, no es suficiente dijo la anciana: ya he decidido que me gustará”. La desgracia no es tener desgracias, inevitables muchas, sino en sentirse desgraciados.

El sustento

¿Qué motiva al desmotivado, al desperanzado? Preguntémosles a quienes viven con adictos. A veces es un infierno ¿son suficientes la buena actitud, la motivación, los consejos, la sabiduría, las terapias, el afecto? El potencial de la naturaleza humana no es suficiente. Entre los éxitos de AA hay dos pasos para la recuperación “Llegamos a creer que un poder superior a nosotros podría devolvernos el sano juicio”, “resolvimos confiar nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios, según nuestro propio entendimiento de Él”.

Creo que la misión de los consejeros, terapeutas y los ejecutivos es facultar y empoderar. No sumar errores ni buscar lealtades.

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