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"Día del Abuelo"

"Festejan a lo grande... y en soledad"

"Algunos adultos mayores como Jesús Andrade y Felícita celebran su día en compañía de familiares, mientras que otros como Jesús Sosa ignoran que hay un festejo en su nombre"

Una pareja camina de la mano frente a la Catedral de Culiacán. Son Jesús Andrade Romero, de 70 años, y Felícita Breceda, de 63.
"Venimos de una comida con los nietos, tenemos cuatro, pero sólo dos viven aquí, nos llevaron a comer comida china", dijo Felícita.
Los otros dos nietos viven fuera de la ciudad. Jesús y Felícita tienen tres hijos, cuatro nietos, y ya tienen un bisnieto.
Así celebraron el Día del Abuelo, con 47 años de casados y con la energía como si fuera el primer día.
Lamentaron el hecho de que muchos abuelos pasen solos los años de su vejez.
"Es muy triste, pero muchos de ellos obraron mal en la vida, y a veces pues los hijos guardan rencor, nosotros hicimos lo mejor que pudimos y creo que nos ha ido bien, obvio hay hijos malagradecidos, pero ellos deben saber que como tratan serán tratados ya que envejezcan", aseveró Felícita.
Ellos son una pareja muy activa. Todos los martes bailan danzón en el quiosco de la Catedral, vienen desde la colonia El Barrio exclusivamente a eso.
"A él no le gustaba bailar, pero si no venía pues me agarro a otro viejito (bromeó), el chiste es hacer cosas en pareja", dijo Felícita Breceda.
Por la calle Buelna, casi llegando a la calle Domingo Rubí, un señor con manos temblorosas prende un cigarro. El adulto de la tercera edad recién acaba de salir de trabajar y aún tiene su uniforme de paquetero.
"Hoy fue un día normal para mí, nadie me habló ni nada, la verdad ni yo sabía que hoy era el Día del Abuelo", bromeó Jesús Sosa Pacheco.
El homre de 76 años fuma uno y otro cigarro mientras conversa. Sus dientes ya tienen manchas por fumar. Cuenta que lo hace desde los 10 años.
"Me fumo como una cajetilla diaria, no sé cómo no me ha dado cáncer o algo parecido, pero pues ya no importa, uno así ya se acostumbró a vivir", dice.
Jesús Sosa nació en Badiraguato. Toda su vida vivió ahí, sin embargo la violencia hizo que saliera de su pueblo natal.
"Hace ocho años me vine para acá. También hay violencia, pero sí está más tranquilo", revela.
Al preguntársele el número de hijos sonríe, y no estando muy seguro comenta que tiene cuatro varones y tres mujeres, sin saber la cantidad de nietos que puede tener.
Se fuma tres cigarros más. Al final preguntó en dónde saldría su entrevista, al enterarse de que era un medio escrito. El señor de 76 años dijo, "qué mal, ni sé leer".
En este día algunos pasan esta fecha celebrando, y otros en franca soledad.


"Venimos de una comida con los nietos, tenemos cuatro, pero sólo dos viven aquí, nos llevaron a comer comida china".
Felícita
Abuela



Ayer los abuelos festejaron su día.
Foto: Noroeste

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