"La división de Morena y aliados puede beneficiar… a Quirino"

"El bloque de 27 diputados, suficiente para sacar adelante reformas a la Constitución, está hoy fracturado. Y llegará dividido a una nueva discusión del presupuesto, tras las objeciones realizadas por el Gobernador"

La división en el bloque de Morena y aliados en la 63 Legislatura de Sinaloa podría beneficiar al Gobernador, en el marco de la nueva discusión presupuestal.

De entrada, Quirino Ordaz Coppel tiene garantizado que las observaciones al presupuesto 2019 no sean “bateadas” en automático por la mayoría calificada que, de inicio, traía consigo la suma Morena-PT-PES.

Y es que el bloque de 27 diputados que “hacían” las dos terceras partes, suficientes para sacar adelante hasta reformas a la Constitución local, se ha fracturado.

Tomando en cuenta el número de 27 diputados, la Constitución abre la posibilidad de que las objeciones del Gobernador sean “bateadas”, casi en automático.

La fracción V del artículo 46 de la Constitución Política del Estado señala que “si el Congreso ratifica el dictamen por el voto de las dos terceras partes de los Diputados presentes, pasará de nuevo el proyecto al Ejecutivo, para su inmediata promulgación”.

Pero este supuesto no ocurrirá, pues Morena y aliados llegaron divididos a la votación en particular del presupuesto.

Al ganar las elecciones el 1 de julio de 2018 se generó amplia expectativa, pues la oposición al PRI se convertía por primera vez la mayoría calificada en el Poder Legislativo.

En teoría, la oposición de izquierda a Quirino contaría con 27 votos.

Pero las diferencias entre los diputados de estos tres partidos han sido visibles, desde que asumieron el ejercicio del poder el pasado 1 de octubre de 2018.

Temas como la reducción de ingresos de los diputados, la asignación de comisiones, los “topes” a los sueldos de los servidores públicos y más recientemente la discusión del presupuesto, y las denuncias de intentos de sobornos, han fracturado a la efímera mayoría calificada en la Cámara sinaloense.

En la discusión en lo particular del presupuesto, por ejemplo, cinco diputados de este bloque de ex aliados se inclinaron a favor de la propuesta gubernamental, de reasignar sólo 400 millones de pesos, y no los 1 mil 663 millones que procesó la mayoría de diputados.

Tres de estos cinco legisladores pertenecen a Morena: María Victoria Sánchez Peña, a la vez presidenta de la Comisión de Hacienda Pública y Administración; Fernando Mascareño Duarte, ex priista, que llegó cobijado por el PES y al inicio de la Legislatura se adhirió al bloque de Morena, y J. Jesús Palestino Carrera, cercano al “súper delegado” Jaime Montes.

Del Partido del Trabajo, tanto su coordinador Eleno Flores Gámez como Mario Rafael González Sánchez se manifestaron en contra de las reasignaciones de Morena.

Estos cinco diputados de Morena y el PT se sumaron a los ocho del PRI, dos del PAN, uno del PRD y uno sin partido, 17 en total, que abandonaron el recinto la madrugada del 1 de enero, inconformes, por el proceder de la mayoría.

Así, Morena logró sacar adelante reasignaciones por 1 mil 663 millones sin el consenso en sus propias filas y la de aliados, con 19 votos.

¿Dónde están los otros morenistas?

La fracción morenista cuenta con 23 curules. Y sólo 17 respaldaron estas reasignaciones, pues los dos votos restantes provinieron del PT y del PAS, en las figuras de Marco César Almaral y Angélica Díaz, respectivamente.

¿Dónde estaba el resto?

Tres se adhirieron al PRI, PAN y simpatizantes de la postura gubernamental, de sólo reasignar 400 millones. Dos de los diputados que iniciaron la sesión del 31 de diciembre ya “no regresaron”: Florentino Vizcarra Flores y Mariana de Jesús Rojo Sánchez.

Una más se reportó enferma: Rosa Inés López Castro. El otro permiso, por motivos de salud, fue el de Karla Montero Alatorre, quien llegó a la curul con el apoyo del extinto PES, y quien se ha abstenido en algunas votaciones de ir junto a los “morenos”, e incluso ha criticado decisiones de este partido.

En este escenario de restas, están las denuncias de supuestas amenazas e intentos de sobornos dentro de las filas de Morena. En tribuna el legislador Pedro Lobo denunció que se le trató de cooptar con 100 mil pesos mensuales, a cambio de que avalara la propuesta del Gobernador. Luego revelaría el nombre del supuesto sobornador: Fernando Mascareño Duarte, quien votó del lado contrario al de la mayoría de los morenistas. Mascareño asegura que son “totalmente falsas” esas imputaciones.

Las ausencias, justificadas o sin explicar de algunos diputados, originaron pues que sólo 19 votos avalaran las reasignaciones presupuestales la madrugada del 1 de enero, lo cual generó una confrontación entre poderes.

Con las objeciones del Gobernador a las reasignaciones de 1 mil 663 millones de Morena, se presenta otro escenario: se requieren 27 votos para sacar adelante el nuevo dictamen, una vez que éste se someta al pleno.

Hasta ahora Ordaz Coppel tiene en sus cuentas a favor 17 curules, contra 19 en contra. Pero en el PRI empiezan a hacer sumatorias. Se requieren diez votos más. Y le apuestan a la negociación política para sacar esos diez, pero también… a la división de los propios morenistas.

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