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"Retrato de una activista"

"La vida de una luchadora incansable"

"De viva voz, doña Rita relata el momento en que le arrancaron a su hijo Henry y cómo nació el movimiento de Madres con Hijos Desaparecidos, emblemático en la lucha por los derechos humanos y la justicia en Sinaloa"
14/11/2015

    Luchadora incansable, hermosa revolucionaria, su sonrisa encantaba a quienes la tratamos. Solidaria a más no poder, a pesar de su gran dolor, conservó siempre sus convicciones, firme en la búsqueda de su hijo, no solo de palabra sino de hechos.

    Nació el 22 de mayo de 1929, en Otates, Durango: sus padres fueron Francisco Gaytán e Iris Núñez, tuvo 6 hermanos: Regina, Pascual, María Engracia, Ignacia, Encarnación e Isidro.

    Contrajo nupcias con el señor Victorio López Gómez, quien falleció el 27 de marzo de 1977, a unos meses de la desaparición de su hijo. Tuvieron cuatro hijos: Rafael, Henry, Josefina y Adela.

    EL RELATO DE LA DESAPARICIÓN

    Henry López Gaytán de 18 años de edad era estudiante de la Escuela de Economía de la Universidad Autónoma de Sinaloa; fue detenido y desaparecido el jueves 15 de julio de 1976, a las 7:30 horas, en la ciudad de Culiacán, Sinaloa.

    En entrevista con la historiadora, Doña Rita narró aquel momento:

    "En el pueblo de San Blas, El Fuerte, era un jueves por la madrugada; 15 minutos después de que mi esposo se fue a trabajar, llegaron por mi hijo Henry, me impacté al ver a tantos hombres armados, uno de ellos era Guillermo Casillas Romero. Al abrir la puerta este señor me avienta con rudeza y se meten a mi casa, preguntándome por propaganda subversiva. Yo al desconocer de eso les decía que no sabía nada, a lo que Casillas me respondió que no me hiciera pendeja y que le contestara diciéndole donde estaba la propaganda; me interrogaron, al no encontrar lo que buscaban, se llevaron fotografías, alhajas, dinero, voltearon hasta los colchones de las camas, nos subieron a un vehículo a mi hija de 15 años, Adela y a mí (estábamos en pijamas), dejando solito en casa a un ahijadito de 5 años.

    "Nos trajeron a Culiacán con un acompañamiento de 2 combis, una amarilla y otra café, nos subieron en un LTD tinto, sin placas; haciéndonos preguntas todo el trayecto, presionándonos para que les dijéramos más información de mi hijo Henry, amenazándonos de muerte.

    "Cuando llegamos a Culiacán, en la casita que rentábamos para nuestros hijos, Rafael y Henry, estudiantes de las escuelas de agronomía y economía, respectivamente, entraron a la casa por las ventanas, los federales me detenían, sacaron a mis hijos; al verme Henry me abrazaba, limpiándome las lágrimas, luego me lo arrebataron de los brazos, lo subieron al auto LTD, café, casi me atropellaron. Yo corrí los perseguí en taxi, no logramos alcanzarlos, fui a la novena zona militar, de allí me mandaron a la Policía Federal, me tuvieron engañada mucho tiempo mandándome de un lugar a otro".


    ENCUENTRO CON OTRAS MADRES

    "En San Blas, encontré a doña Elenita, mamá de Tranquilino y Juan de Dios Herrera Álvarez, quienes habían sido desaparecidos en el pueblo junto con Cristina Rocha Manzanárez. Días después de la muerte de mi esposo, me vine a vivir a Culiacán y aquí me puse en contacto con otras madres, Chuyita, Cata, Consuelo, Martha, Margarita, Ofelia, María, Vicky, Esthela, Armida, Don Chon y otras madres mas. Luego hicimos contactos nacionales e internacionales, sin encontrarlos.

    EL DESPOJO ARBITRARIO DE SU HUMILDE VIVIENDA

    Doña Rita fue despojada de su casa en la colonia llamada la Redonda por grupos armados enviados por el Gobierno del Estado, pues en esos terrenos se construyó el Palacio de Gobierno estatal; de allí se fue a vivir a una colonia muy lejana.

    Luego de su larga trayectoria como luchadora incansable en la búsqueda de su hijo, enferma y con pocos recursos económicos, luego de una larga enfermedad, fallece el día 22 de enero del 2013.

    Muere el cuerpo, pero su recuerdo y el de los desaparecidos permanecerá por siempre entre nosotros.

    *Historiadora y catedrática en la Universidad Autónoma de Sinaloa. Participó en grupos guerrilleros de los años 70. 

    EL ADIÓS
    'Deja Rita Gaytán legado de dignidad'
    Martín González
    Con la muerte de Rita Gaytán se pierde una luchadora social, pero se gana un legado de dignidad en la lucha de las madres con hijos desaparecidos, expresó Óscar Loza Ochoa.
    El ex presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos manifestó que Gaytán fue pilar y corazón de esta lucha, que mostró terquedad y ánimo a sus compañeras para continuar en la brega.
    "Con ella se pierde una luchadora social muy importante, pero deja un legado de dignidad, de cómo debe realizarse la lucha sin nunca darse por vencido. A pesar de que no haya logrado el objetivo principal, que era ver a sus hijos antes de morir", subrayó.
    El movimiento de las madres con hijos desaparecidos se gestó en 1976, hizo mención, con Chuyita Caldera de Barrón y Rita Gaytán.
    En Sinaloa existen, indicó, 43 personas desaparecidas desde 1970, de 1994 a 2003 otras 87, más las acumuladas a partir de 2006. La Procuraduría General de Justicia registra más de 400.
    "El Gobierno queda muy mal parado porque, en primer lugar, nunca se hizo el esfuerzo serio por encontrar a los desaparecidos".
    En aquella época, afirmó, había una cárcel clandestina en Culiacán, en Lomas del Bulevar, donde tenían a los muchachos, que fueron sacados en vehículos usados por funcionarios.
    "Tuvimos información muy precisa que antes de terminar el gobierno de Alfonso G. Calderón, unas dos noches antes, sacaron a esa gente en autos que se usaban por funcionarios públicos y por policías tanto federal como de la localidad, de Gobernación".
    Ahora, enfatizó, pese a que el presidente Enrique Peña Nieto anunció que haría un esfuerzo por encontrar a los desaparecidos, no creerán sino hasta que haya avances.
    "Yo no sé hasta dónde va a llegar con esta promesa. Ojalá la cumpla. No deja de ser una buena señal, pero no podemos creer si no hay avance".
    En la entidad quedan en la lucha, afirmó, Consuelo, Catalina, Margarita y Martha.

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