María Julia Hidalgo López
En reciente reunión, una comensal ensalzaba su manera escrupulosa de desinfectar las frutas y verduras: Para empezar compro todo en C, allí la fruta está bien brillosita y ninguna te sale mala. Antes de comerla la lavo muy bien con jabón. ¿Con jabón?, Sí, con el mismo que lavo los trastes. ¿Pero es biodegradable?, No sé, ese también lo compro en C y huele súper rico. «¿Qué será mejor, lavar con el jabón de C o sólo con el chorro de agua?». Pues yo compro en el sobre ruedas de los sábado, son productos más frescos y así colaboro con la producción local. «¿Producción local?, lo dudo, ¿sabrá de todas las plagas que se lleva a su casa?»
Los hábitos de desinfección, así como quién te recomienda un doctor, «no hay otro como él» serán siempre los mejores. Pero las partículas tóxicas que puede dejar el detergente en un comestible son tan reales como las hormigas o cucarachas que suelen llegar a casa en cierto tipo de compras. Lo que sí es que cuando las cucarachas y hormigas se instalan, no hay remedio que funcione: agua caliente, jabón con cloro, gis chino, carteritas con aroma, vibrador electrónico; todo parece funcionar al instante, pero pasan los días y los 'visitantes' parecen multiplicarse.
En el caso particular, a mi vecina le llegaron las hormigas en una bolsa de naranjas. No sé si las compró en C o en el tianguis, pero a la semana ya las teníamos todos en el piso. Yo probé de todo, lo último fue localizar sus nidos y colocar ácido bórico amasado con azúcar; se iban pero regresaban. Terminamos por llamar a un experto y él se encargó de todo. Ahora que han pasado varios meses justo veo un artículo que detalla el problema de las plagas, en particular de las hormigas.
Se trata de la reciente edición de Ciencia, sí, la mismo que está dedicado al astrónomo Guillermo Haro. 'Cuando las hormigas se convierten en plaga', un artículo escrito por biólogos académicos que, entre dar a conocer las variedades y hábitos de las hormigas, nos dicen por qué se han multiplicado sus colonias y por qué ahora es fácil encontrarlas en sitios urbanos. De qué se alimentan y cómo hay que atacarlas. "Particularmente la pequeña hormiga de fuego, Auropunctata, es atraída por el sudor y la ropa sucia, y puede infestar los dormitorios", aseguran los expertos.
Respecto a cómo controlar las especies invasoras, seguimos con las hormigas: "
evitar el uso de insecticidas comerciales que contengan sustancias altamente tóxicas (aunque los embases digan lo contrario). Una alternativa que puede ser efectiva, si ya existe una infestación, es aplicar ácido bórico (de 0.5 al 1%) diluido en agua azucarada al 10%, mezcla que resultó muy efectiva para algunas especies invasoras en México", recomiendan los autores.
Para conocer más de otras plagas, también se sugiere el artículo 'El control de plagas agrícolas: pasado, presente y futuro'. El artículo se enfoca en las plagas que amenazan la producción y el almacenamiento de alimentos. Qué métodos de exterminio han existido a través de la historia y cuáles son las recomendaciones internacionales actuales que hay que considerar para disminuir la sobrepoblación de cualquier insecto o roedor que llegue a ser potencialmente dañino. "Por ejemplo, antes se utilizaba grasa y pelos de gatos machos para alejar a los roedores, y también se les ahuyentaba con estiércol de gacela en las paredes de los graneros"
Leo los artículos y pienso que mi amiga de aquella reunión, 'comensal exigente', tendrá que esperar a que llegue algo efectivo al mercado, especialmente a súper C, y éste sea presentado en envoltura de lujo, pues como ella dice: Ni digas, yo en el sobre ruedas sólo las flores del día, lo mío está en súper C, ellos sí saben de buen gusto, «sabrá ella que las plagas no tienen distingo, pero, por si acaso, dejaré aquí la liga de Ciencia: http://www.revistaciencia.amc.edu.mx/»
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