"Los empleados que ofrecen baguets... con carcajada extra"
“¡Bienvenido, te estábamos esperando!”, es el recibimiento que le dan a los clientes en un local de baguettes que se encuentra en una plaza comercial del sector Tres Ríos.
La atención es en cuatro pasos: elegir el baguette, los vegetales, los aderezos y pagar; sin embargo durante el trayecto no faltan las frases como “va con carcajada extra 'jajaja'” con la que provocan las risas de los clientes. Incluso, parecería que los trabajadores son parte de una rutina de comedia.
Jesús García, gerente del lugar, ideó el sistema hace 12 años. Él era trabajador de una tienda departamental en donde le dieron las herramientas para vender, pero adaptó la capacitación que le brindaron con su carácter para poder incrementar sus ventas.
“Lo voy a hacer como yo soy, como me gustaría que me atendieran a mí y así lo hice, y fue cuando empecé a descubrir un vendedor en mi mente”, expresó.
Desde entonces comenzó a implementarlo en los distintos trabajos en los que ingresó, siendo el local de baguettes en donde se desarrolló con mayor éxito.
“Es un servicio realmente extraordinario, de lo ordinario hacemos algo extraordinario, lo decidimos en conjunto hacerlo así”, comentó.
“Estas personas están enfocadas en inspirar, en hacer algo extraordinario”, dijo.
El sistema lo denominaron “Paraíso Laboral”. La labor inicia desde la convivencia entre compañeros de trabajo, para que haya un clima de cordialidad y compañerismo que pueda traducirse en atención a clientes.
“Que se note que disfruto estar aquí, que me gusta hacer lo que hago y que nadie me obligue a hacerlo”, explicó Eikon, uno de los asociados.
Constantemente el equipo recurre a juntas para organizar la atención a los clientes. Cada trabajador tiene su tiempo y espacio en la barra para decir sus diálogos, por lo que la conversación entre ellos fluye sin que se encimen unos a otros.
Ante la efusividad y organización de la atención, los trabajadores han recibido constantemente felicitaciones de los clientes e incluso les ha valido ser grabados y viralizados en Facebook, teniendo hasta su propia cuenta de contenido.
“Como que se asombraban, pero estaba en uno que se bloqueara, que no se animara, pero ya ahorita los que estamos somos creativos”, expresó Richie, quien tiene cinco años laborando en el local.
“Hay algunos comentarios que nos dicen la verdad, que es único el servicio, por ejemplo desde que tomamos al cliente, en lo que transcurre su orden y lo que le hacemos el baguette y en lo que le cobramos, dicen que es una experiencia única”, complementó Óscar, otro de los trabajadores.
El sistema contempla también el que algunos clientes no desean ser atendidos como rutinariamente lo hacen en el local, para ello hay un código con el que los trabajadores identifican que la atención debe ser cálida pero no bromear demasiado con el cliente, explicaron.
“A veces que la gente hace expresiones como que se quedan impactados por la diferencia, porque en todos los lugares te atienden diferente (...) como que no les gusta que los atiendan así, como que les gusta que los atiendan normal”, detalló Arturo.
A pesar de que existe fluidez en la atención a clientes, a algunos trabajadores les costó trabajo adaptarse por la experiencia de otros trabajos.
“Yo era una persona muy vergonzosa, me daba un poco de pena verme yo haciéndolo, me daba vergüenza, me daba miedo el qué dirán o ese tipo de cosas, inseguridades”, comentó Orlando.
Los trabajadores son jóvenes entre 22 y 29 años de edad, quienes aprovechan la oportunidad y capacitación en atención a clientes para poder migrar a otros trabajos una vez que se sientan listos, argumentó el gerente Jesús García.
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