"México se posiciona en el lugar 51 de 137 economías, de acuerdo al último informe de este miércoles en Suiza"

"El debilitamiento de su desempeño económico, de la eficiencia del Gobierno y empresarial y un estancamiento en su infraestructura llevaron a México a hilar tres años consecutivos a la baja en este índice"

Las percepciones sobre la calidad de las instituciones y la legislación empresarial en México provocaron que México se ubicara en la posición más baja desde 1997, cuando fue incluido en el Índice Mundial de Competitividad 2018.

De acuerdo con el informe publicado este miércoles en Suiza, el País cayó tres posiciones en el Índice de la IMD Business School, ubicándose en el peldaño 51 de 63 países analizados.

“México cae al puesto 51 como resultado del empeoramiento de las percepciones sobre la calidad de las instituciones y la legislación empresarial, como la facilidad para hacer negocios y algunos aspectos del Gobierno corporativo”, expone el informe publicado este miércoles en Suiza por el Foro Económico Mundial, que puede ser consultado en la página web: http://www3.weforum.org.

“Al igual que en el reporte del año pasado, el pilar de instituciones (principal inhibidor) cayó 7 posiciones y se ubicó en el lugar 123, derivado de una percepción negativa sobre la eficiencia en el gasto de gobierno, la protección de los derechos de propiedad y la independencia del poder judicial”.

El debilitamiento de su desempeño económico, de la eficiencia del Gobierno y empresarial y un estancamiento en su infraestructura llevaron a México a hilar tres años consecutivos a la baja en este índice que celebra este año su edición número 30, con Estados Unidos recuperando el ranking como el país más competitivo.

“Mejorar el ambiente empresarial a través de una mejor elección de presidente para mejorar la justicia y seguridad”, es el primero de los retos que México enfrenta este 2018, según el reporte.

Otro de los aspectos que el ranking identifica como reto es mejorar la relación con Estados Unidos, continuar la implementación de las reformas estructurales en educación y energía, promover un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) a rangos de tres o cuatro por ciento con la promoción del crecimiento del mercado interno con innovación e incentivar una mayor inversión pública en infraestructura y vivienda.

“Luego de esfuerzos significativos en implementar reformas para promover la eficiencia de la economía, el WEF recomienda incrementar la velocidad y la profundidad de las reformas para mejorar la asignación de los factores de producción y la competencia en el mercado de bienes”.

En el primer año de Gobierno de Enrique Peña Nieto, la expectativa planteada por las iniciativas de reformas estructurales permitieron al país dar un salto de cinco posiciones en el índice, al lugar 32 desde el 37 de un total de 60 países, pero los retos señalados eran los mismos que los marcados un año atrás.

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