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"CLAN ARELLANO FÉLIX"

"Noroeste dio la primicia de su muerte"

"Hace 12 años la estructura del Cártel de Tijuana se cimbró al ser abatido en Mazatlán su líder Ramón Arellano"

    MAZATLÁN._ El Gobierno mexicano aseguró que venía a matar a Ismael "El Mayo" Zamaba García a Mazatlán, en pleno domingo de Carnaval en 2002, pero esa mañana la suerte de Ramón Eduardo Arellano Félix, alias "Colores", ya estaba echada. 

    La bala que le atravesó la cabeza no sólo le quitó la vida, también marcó el fin de la hegemonía del considerado hasta ese entonces el cártel de la droga más poderoso en México. 

    Eso se comprobó un mes después, el 9 de marzo, al ser detenido en Puebla Benjamín Arellano Félix, a manos de las fuerzas especiales del Ejército. 

    Una familia en ascenso
    Cuando en 1985 fue capturado en Costa Rica Rafael Caro Quintero, jefe del Cártel de Guadalajara, su socio José Esparragoza Moreno, "El Azul", dividió el territorio nacional, por lo que nacieron dos grandes cárteles, entre ellos el de Tijuana, a cargo de los hermanos Arellano Félix, y que en su momento encabezó Jesús "Chuy" Labra. 

    El Cártel de los Hermanos Arellano Félix cobró notoriedad a nivel internacional tras el asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, Arzobispo de Guadalajara, el 24 de mayo de 1993, en el estacionamiento del aeropuerto de la capital jalisciense, cuando iba a recoger al Nuncio Apostólico en México. 

    En ese momento se desató un enfrentamiento cuando hombres armados al servicio de los Arellano Félix querían matar a su rival y líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín "El Chapo Guzmán" Loera, quien salió ileso.
    Ahí murieron siete personas, entre ellas el Cardenal Posadas Ocampo. 

    Objetivo: 'Mayo' Zambada
    De acuerdo con información de autoridades y versiones periodísticas, Ramón, líder del grupo de gatilleros del Cártel de los Hermanos Arellano Félix, arribó a Mazatlán junto con varios de sus hombres el 5 de febrero de 2002 con el objetivo de asesinar a Ismael "El Mayo" Zambada García, el otro cabecilla del Cártel de Sinaloa. 

    La mañana del 10 de febrero, domingo de Carnaval, Ramón, quien viajaba en un Volkswagen sedán blanco, fue interceptado junto con sus gatilleros por policías ministeriales en la Zona Dorada, que por esos días habían llegado para reforzar la seguridad. 

    Al tratar de huir hacia el interior de un hotel se registró un tiroteo, por lo que cayeron muertos sobre la banqueta el policía ministerial Antonio Arias y uno de los hombres armados, a quien se le encontró una credencial apócrifa de la Procuraduría General de la República a nombre de Jorge Pérez López. 

    Al ver que uno de los suyos había muerto, otro de los gatilleros trató de retirarse hacia la Avenida Camarón Sábalo, pero se enfrentó a balazos contra policías ministeriales que llegaron de refuerzo, y gravemente herido fue llevado a un hospital particular donde momentos después murió. 

    También se le encontró una credencial aprócrifa de la PGR a nombre de Héctor Solórzano, quien de acuerdo con autoridades, al momento que se retiraba del lugar del enfrentamiento mostró una actitud "relajada", como que no le importaba morir. 

    Minutos después en el cuarto de un hotel fueron capturados otros dos presuntos gatilleros de los Arellano Félix, quienes dijeron ser Manuel López López, de 26 años, con domicilio en Chulavista, California, integrante de la famosa pandilla del Barrio Logan, de San Diego, cuna de los sicarios al servicio del CAF. 

    El otro fue identificado como Marcos Assemat Hernández, ex agente de la Policía Federal de Caminos, y el elemento activo de esa misma corporación, Sergio Reyes, destacamentado en ese entonces en la base de La Cruz, Elota.
    Exclusiva noticia 

    Los cadáveres de quienes hasta ese momento estaban identificados como Jorge Pérez López y Héctor Solórzano, fueron reclamados por supuestos familiares y presentaron documentos con domicilios falsos en Guadalajara, Jalisco. 

    Días después el entonces Procurador General de la República, General Rafael Macedo de la Concha, informó que los cadáveres fueron cremados y recogidos por familiares. 

    Fue el 22 de febrero de ese mismo año cuando Noroeste dio la primicia nacional e internacional de que el supuesto agente federal, en realidad era Ramón Arellano Félix, alias "Colores". 

    Las autoridades también informaron que el otro gatillero muerto, Héctor Solórzano, era en realidad Efraín Quintero Carrizoza, alias "El Hitler", a quien se le atribuía la masacre de 12 personas ocurrida el 14 de febrero de 2001 en El Limoncito de Alayá, Cosalá. 

    En el lugar del enfrentamiento fue encontrada un arma de fuego que se utilizó para asesinar en noviembre de 2001 a los Magistrados Benito Andrade Ibarra y Jesús Ayala Montenegro, y a la esposa del primero, María del Carmen Cervantes de Andrade, mientras que María del Carmen de la Paz Ayala, prima del Magistrado Ayala Montenegro, resultó ilesa. 

    El 9 de noviembre de 2001, el Magistrado Andrade Ibarra resolvió no tener competencia para conocer de un juicio de amparo que promovió Francisco Rafael Arellano Félix, para que le compurgaran la pena por la que estaba preso en Almoloya de Juárez, hoy el Altiplano, argumentando que era facultad del Órgano Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social Federal. 

    La debacle del CAF
    Francisco Rafael Arellano Félix, propietario de la discoteca Frankie Oh!, fue detenido en Tijuana en 1993 y sentenciado a 10 años de prisión al ser encontrado culpable de delitos contra la salud, cohecho y portación ilegal de armas de fuego. 

    El 16 de marzo de 2006 fue extraditado a Estados Unidos y sentenciado a seis años de prisión el 15 de octubre de 2007, tras haberse declarado culpable de la venta de cocaína a un agente encubierto en 1980. 

    El 4 de marzo de 2008 las autoridades estadounidenses le otorgaron la libertad y lo repatriaron a México a través del puente internacional de Santa Fe, entre El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, Chihuahua. 

    Fue asesinado a balazos el 18 de octubre de 2013 por un hombre disfrazado de payaso en una fiesta infantil, en un salón del hotel Marbella, en Los Cabos, Baja California Sur. 

    Tras la muerte de Ramón inició la debacle para el Cártel de Tijuana, pues un mes después, el 9 de marzo, elementos del Ejército detuvieron en su residencia de Puebla a Benjamín Arellano Félix, el otro líder, junto con su lugarteniente, Manuel Martínez González, "La Mojarra". 

    El 14 de agosto de 2006 Francisco Javier Arellano Félix, "El Tigrillo" fue detenido por elementos de la Guardia Costera de Estados Unidos cuando pescaba en el yate Dock Holliday, a 25 kilómetros frente a las costas de La Paz, Baja California Sur, junto con sus más cercanos colaboradores Arturo Villarreal Heredia, "El Nalgón", y Marcos "El Catorro" Fernández, jefe de gatilleros. 

    Ahora, las autortidades mexicanas y estadounidenses reconocen que el mando está en poder de Enedina Arellano Félix, el cual comparte con su sobrino Fernando Sánchez Arellano, "El Ingeniero", hijo de Alicia Arellano Félix. 

    En el nuevo milenio y con la reconfiguración del Poder político en México, el Cártel de los Arellano Félix dejó de tener la supremacía que impuso a sangre y fuego en los años 90.

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