"Por segundo año consecutivo, lluvias del 19 de septiembre dejan damnificados en Navolato"

NAVOLATO._ Por segundo año consecutivo, los vecinos de La Cañada del Guamuchilito, un pueblo ubicado a 10 minutos al norte del municipio de Navolato, tuvieron que despertar apurados y dejar sus pertenencias o, en el peor de los casos, de ser evacuados en una panga.

Consecuencia de las lluvias que trajo los remanentes del huracán Lorena, Protección Civil Estatal no reportó incidentes de gravedad entre la tarde y noche del jueves, cuando cayeron lo más de 105 milímetros de lluvia en una hora y 40 minutos.

Sin embargo, al menos 11 familias tuvieron que ser evacuadas por el desborde y encharcamiento del dren Cedritos que atraviesa los municipios de Culiacán, a la altura de Culiacancito, hasta Navolato.

“... yo desperté como a las seis de la mañana y el agua ya estaba, tengo una camionetilla, y ya tenía tanto así de agua, como una cuarta más o menos de la llanta”, dijo José Luis Aguilar Montana, de 48 años.

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El pueblo, con apenas un centenar de casas con terrenos amplios y numerosos árboles, descansa en una planicie en el corazón agrícola del municipio, rodeando de tierras de cultivo y un sistema hidroagrícola, sin embargo lo que falló, según los propios pobladores, fue que el dren principal estaba azolvado.

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El agua inundó una franja de unos 300 metros, incluido el único camino de acceso que lleva de la ciudad de Navolato, a 10 minutos de ahí.

“Se desbordó el dren, todo eso que está pasando, eso que está aquí, es como un tapón, todo ese bordo y el dren, falta desazolvarlo pues, está tapado, no corre el agua, se va a lo más bajo, es un tapón que tiene ahí el agua”, agregó José Luis.

Junto a José Luis, hay otras 20 personas que esperan que el nivel del agua baje en la zona más alta del pueblo, un rancho amurallado que a su vez está en medio de tierras de cultivo.

Protección Civil Estatal y medio docena de elementos de la Policía Municipal de Navolato están en el lugar para resguardar a los vecinos, sin embargo no ha llegado ayuda de alimentos o ropa seca.

Gracias a una lancha, los vecinos han podido salir de sus casas.

“Yo toda la noche anduve traficando de allá para acá”, dijo José Melesio Aguilar Estrella, de 63 años. “Como a las cinco y media fue cuando ya andaba levantando a la gente, andaba ahí avisándole, porque no creían que estaba el agua ya”.

“Muchos se viene para acá, aquí vienen a dar a lo más alto, estaba lleno de carros toda la mañana”.