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"PESCA"

"Presencia del pez diablo en Sinaloa es una amenaza para la pesca y los ecosistemas"

"Sánchez González, reiteró que una de las consecuencias más fuertes de esta situación es la parte económica y social para las comunidades que dependen de la actividad pesquera, ubicadas en zonas como presas y diques"

CULIACÁN.- Erradicar al pez diablo conocido como limpia peceras o chupa piedras, una especie que representa una amenaza para los ecosistemas costeros, pero sobre todo para las artes de pesca, será complicado, debido a que se tienen cuerpos acuáticos abiertos, expresó el investigador Sergio Sánchez González.

El especialista en recursos bióticos y ecología acuática de la Facultad de Biología de la UAS, quien estudia a esta especie que tiene presencia en el centro de Sinaloa, expresó que debido a esta condición, y por ser un competidor ecológico extraordinario será difícil controlarlo, dado que es una fuerte amenaza para las especies nativas, pero cobra mayor relevancia en las afectaciones que sufre la pesquería.

"Los pescadores nos dicen que es más frecuente, más abundantes los peces diablo en sus actividades de pesca y ellos lo ven como una pérdida, porque las artes de pesca no trabajan como deben y otra es que al momento de quererlas liberar rompen el trasmallo y no cumplen con su función, lo que significa pérdidas económicas", puntualizó.

El riesgo mayor con esta especie, es que se disperse aún más y vaya cuenca arriba hacia las presas, una situación que, de acuerdo al investigador, se dará tarde o temprano, puesto que todos los cuerpos acuáticos de la zona están conectados a través de un canal o un dren, lo que hace que se tenga un flujo continuo de esta especie, o bien por la mano del hombre.

En ese sentido, el llamado fue a la comunidad en general y sobre todo aquellas personas que poseen peces como mascotas, a tomar conciencia y no llevar a esta especie a cuerpos de agua como son ríos, canales, diques y mucho menos una presa, ya que tiene una adaptación rápida a las condiciones extremas.

Sánchez González, reiteró que una de las consecuencias más fuertes de esta situación es la parte económica y social para las comunidades que dependen de la actividad pesquera, ubicadas en zonas como presas y diques, sin dejar de lado la parte ecológica que se ve afectada por la competencia y el desplazamiento de las especies nativas.

 

"Los pescadores nos dicen que es más frecuente, más abundantes los peces diablo en sus actividades de pesca y ellos lo ven como una pérdida, porque las artes de pesca no trabajan como deben y otra es que al momento de quererlas liberar rompen el trasmallo...".

Sergio Sánchez

Investigador

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