"Presentan la novela Desagüe, de Diego Rodríguez Landeros, en Festival de Mazatlán"
Fernando Espinoza
MAZATLÁN._ De la mente de Diego Rodríguez Landeros nació una historia protagonizada por un monstruo, pero no uno común, es uno que no respira, no tiene ojos, ni tan siquiera es un ser viviente, pero amenaza con acabar con la Ciudad de México; se trata del gran canal del desagüe que atraviesa la capital del País.
Dicha historia está plasmada en Desagüe, una novela de analogías que se presentó en el marco del Festival del Libro Mazatlán 2020.
Rodríguez Landeros es un escritor de origen mazatleco, que radica en la Ciudad de México, donde estudió Letras Hispánicas en la UNAM, fue ahí donde se encontró con el canal del desagüe, una obra que construyó Porfirio Díaz con la intención de darle solución a las inundaciones, y entre otras cosas vaciar el Lago de Texcoco, sacando de la ciudad agua limpia, que hoy serviría para abastecer, así lo describió el autor durante la presentación, donde estuvo acompañado de Julio Zataráin, quien comentó la novela.
“Son 47 kilómetros del gran canal del desagüe, yo lo conocí, lo recorrí y tiene una personalidad muy fuerte. Cuando hablas de geografía desde una manera literaria, el recurso que nos queda para contar la historia es el de la caminata, las personas de la historia caminan, se desplazan por la ciudad y van contando historias”, dijo Diego Rodríguez, sobre su libro.
Tanto Julio como Diego describieron la obra como una analogía, que en su prosa habla de un personaje que no es humano, poco común en las novelas, y aunque dijeron que las primeras páginas hablan de un personaje llamado Indra, que parece ser la protagonista, no es sino hasta el final de la historia que te percatas de quién es el verdadero protagonista, y cómo la historia es contada en tercera persona por un personaje, que no quisieron revelar, pero adelantaron se descubre en las últimas páginas.
Entre los elementos que Julio destacó en sus comentarios fueron la fuerza de un personaje que no es humano, las analogías que hace del problema ambiental latente que representa ese canal. Mientras que el autor destacó que una de las finalidades de esta novela es evidenciar los ecocidios que se comenten en aras de buscar el progreso tecnológico y hasta se atrevió a decir que lo que sucede en la capital del País es un precedente de lo que sucederá en las ciudades más pequeñas, como Mazatlán, y puso de ejemplo las construcciones que rodean la Laguna del Camarón, que están acabando con ella por hacer nuevas construcciones.