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"Mueren 4 civiles en operativo de marinos"

"¿Qué pasó en Limita de Itaje? Uno de los testigos así lo cuenta"

"Un testigo narra las horas de terror en el centro de fiestas Casa Mariángela en la Limita de Itaje"

Tacos de carne asada, hotdogs, cordero, eran parte del menú que degustaban los invitados en Casa Mariángela la noche del martes 30 de enero.

Misma noche en la que los marinos interrumpieron la celebración en ese centro de fiestas, ubicado en Limita de Itaje, en un operativo donde murieron cuatro civiles en el fuego contra los elementos de la Marina.

La comida podía ser acompañada de refrescos, jugos, agua natural, tequila, whisky.

Los niños disponían de un Candy Bar, donde podían coger bollitos, postres y dulces de diversos tipos.

Los músicos tocaban, los niños se divertían en los juegos, los invitados cenaban y los meseros en la cocina preparaban las bebidas, sin embargo, en un instante, pasadas las 22:00 horas, la diversión terminó.

Primero se escuchó una detonación, la gente no supo qué fue, después vinieron los balazos, los músicos dejaron de tocar y la gente se espantó.

Por un momento hubo quien pensó que alguien se había emocionado y empezó a disparar, pero ese pensamiento dio un giro cuando en el salón ingresaron a elementos de la Secretaría de Marina.

Noroeste reconstruye un aspecto de lo que sucedió esa noche en la Limita de Itaje con base en el testimonio de un testigo, cuya identidad es reservada para resguardar su seguridad.

 

De la fiesta al caos

 

La fiesta estaba a punto de terminar. Se convocó iniciar a las 17:00 horas para concluir a las 22:00.

"Los soldados, los soldados", gritó la gente cuando los vio ingresar al salón.

El relax, se volvió estrés. Las risas se convirtieron en gritos, llantos, porque había mamás preocupadas porque en ese momento sus niños no estaban con ellas, sino en el jardín en el espacio de juegos.

Al ver entrar a los marinos, las mujeres, con sus hijos, corrieron a la cocina donde ellas mismas se resguardaron, los músicos, la gente del staff y los meseros se quedaron también ahí.

"Si se mueven o corren, me los voy a quebrar, sean hombres o mujeres", gritó un marino.

Le hicieron caso. El corazón de los invitados palpita aceleradamente.

Ordenaron a todos sacar los celulares de sus bolsas, porque de esculcarlos y encontrárselos, la 'v...a' se los llevaría. Los invitados acataron la orden.

En la cocina, mujeres, músicos y meseros se hicieron "bolas".

Un marino llegó y sacó a un civil de la cocina. Lo mandó al salón con los demás, se tiró al piso, boca abajo; pero un movimiento que hizo no gustó al marino. Entonces, fue hacia el civil, le pegó una cachetada que retumbó en el ambiente y lo sacó del lugar.

"¿Qué va a pasar con él?", preguntó un niño que se hallaba en un extremo del salón.

La mamá intentó tranquilizarlo.

Afuera, el civil que sacaron de la cocina y después, del salón, es "cacheteado" nuevamente, le pedían que dijera dónde estaban las armas, pero él contestaba que no tenía.

Le preguntaron por su lugar de origen, de Badiraguato, respondió. Que si a qué se dedica, que a la ganadería.

El marino se da por vencido y lo mandó a tirarse "pecho a tierra" con los músicos y meseros que también fueron sacados de la cocina. Tenían las manos en la nuca sin poder moverse.

En donde está la fuente del salón de fiestas, ahí estuvieron tirados boca abajo, manos en la nuca, con mucho frío, como desde las 23:00, hasta las 04:00 horas. No debían moverse.

Una persona no aguantó la posición, se movió y un marino le dio una patada en la costilla derecha.

 

'Cuerpo de perro'

 

Meseros, músicos, staff, afuera, en el espacio de la fuente. Adentro, en el salón, donde los invitados estaban "pecho tierra", se escuchó que un marino avisó a su compañero que afuera había gente armada, con chalecos antibalas y que las habían detenido.

Un marino sale del salón con una botella de agua, bebé y la avienta hacia donde estaban los músicos, de quien despectivamente se refirió como "cuerpo de perro".

Horas después, quienes estaban afuera tirados en el piso pidieron permiso para orinar, se les dio, se levantaron, pero no debían levantar la cabeza. Orinaron contra la pared que está en la misma área donde los tenían inmovilizados.

Un marino se encargó de levarlos a orinar, sujetándolos de la nuca, como se llevaron a "El Chapo" cuando lo recapturaron por segunda ocasión.

 

El amanecer

 

Los marinos pidieron las llaves de los carros y empezaron a revisarlos.

Una patrulla bloqueaba el estacionamiento, por lo que nadie podía entrar o salir después de ese operativo.

Como a las 04:00 de la mañana del miércoles 31 de enero les dijeron que se pusieran de pie, y que podían retirarse. No eran los mismos marinos, sino otros, asegura el testimonio de la persona que fue una de las sometidas.

Llegó un comandante, las mujeres reclamaron, otros acusaron que fueron golpeados y que les robaron efectivo.

Quienes estuvieron ahí, aseguran que adentro había algunos 12 marinos, otra cifra similar estuvo afuera del salón desde donde nunca se escuchó algún enfrentamiento.

Cuando por fin llegaron a su casa, se enteraron de que hubo cuatro civiles muerto

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