"Rechazan pescadores proyecto de parque acuático en Playa Norte"

MAZATLÁN._ Pescadores artesanales de Playa Norte rechazan el proyecto de un parque acuático en este espacio en el que, aseguran, ellos y sus familias han trabajado por más de un siglo.

Con la instalación de figuras inflables en el mar, temen que se vea afectada su actividad al alterar la zona donde desovan el pajarito y otras especies.

Desde diciembre de 2017, la empresa israelí Bob Catire S.A. de C.V. sometió a evaluación la Manifestación de Impacto Ambiental y sólo se encuentra a la espera de una respuesta para dar inicio a la instalación del parque.

A su vez, el empresario Seyed Mohsen Moosavi ya ha entablado pláticas con autoridades del nuevo Gobierno municipal para agilizar la expedición de permisos.

De concretarse, el nuevo sitio recreativo se ubicaría en uno de los sitios más tradicionales de Mazatlán, el cual sirve de resguardo a unas 70 pangas y da sustento a más de 200 pescadores dedicados a la captura de sierra, curvina, botete, mojarra, pargo, burros y, en temporada, del famoso pajarito.

De acuerdo con las reuniones previas con el inversionista, se les ha asegurado a los pescadores que no serán desplazados, pero no se les ha explicado con detalle las características de los trabajos.

Lo que sí es que el proyecto contempla la construcción de un acceso a la superficie compuesto por un área de palafito, de manera adyacente a la playa. Y según la solicitud a la Semarnat, el parque acuático ocuparía 3 mil 286 metros cuadrados a una distancia de 132 metros del embarcadero, y de unos 90 metros de donde se encuentra la Facultad de Ciencias del Mar. Es un área por la que navegan para llegar a sus zonas de pesca, en la sindicatura de Mármol.

Aunque la MIA presentada por los promotores, establece que el impacto ecológico es bajo, quienes no están de acuerdo son los ribereños de Playa Norte, también conocidos como los “tucutú” por el ruido de sus motores de bajo caballaje.

Uno de ellos es el mazatleco Alejandro Zamora. Tiene 59 años y trabaja allí desde los 18, junto con su hermano Federico.

“Cuando yo era un niño ya había pescadores, el hambre me trajo para acá, bueno mi hermano este”, relató mientras convivía con sus compañeros a un lado de las pangas atracadas. La mayoría dicen ser hijos o nietos de los pioneros de la pesca en Mazatlán.

Aunque no es la única agrupación en Playa Norte, cerca de 70 ribereños conforman la Cooperativa Pescadores Artesanales, quienes trabajan y viven al día, y así ha sido durante muchos años, ya que no cuentan con infraestructura para conservar el pescado, que obtienen a base de piola y anzuelo.

“Claro que sí afectaría (el parque): es donde desova el pajarito que de por sí ya casi no llega, pero también otras especies como el botete”, manifestó Alejandro con preocupación.

Recordaron que hay un decreto publicado el 26 de diciembre de 1951, que delimita los terrenos comprendidos entre Playa Norte y Camarón Sábalo, siguiendo la línea del Pacífico, el cual según ellos los protege para no ser removidos de ese espacio.

“Nosotros no recibimos apoyo de ningún tipo, lo único que queremos es que nos dejen trabajar”, comentó otro de los pescadores.

En síntesis, piden certidumbre jurídica sobre su lugar de trabajo, pues en el pasado ya ha habido otros intentos de alterarlo o reubicarlos.

No hay nada concreto: David González

El secretario de Desarrollo Económico y Turismo del municipio, David González Torrentera, declaró que ya ha habido acercamiento con el inversionista en mención y se analiza el parque acuático como una alternativa para el turismo.

Sin embargo, aclaró, aún no hay nada concreto. Ni se han expedido permisos para comenzar a operar.

“Estamos abiertos a escuchar nuevas propuestas, somos un puerto turístico y como tal tenemos que ver la forma de ofrecer atractivos a los visitantes: diversificar la oferta del puerto, pero todavía estamos en pláticas”.

El funcionario aseguró que la postura del gobierno municipal es no autorizar ningún proyecto, que vaya en detrimento de ningún grupo social, como en este caso los pescadores, o que violente los reglamentos. Así que en este caso, acotó, se buscará dialogar con el empresario y los pescadores para analizar los costos y los beneficios.