"Regresa el brillo de Lewis al desfile del Carnaval de Mazatlán 2019"

MAZATLÁN._ El estilo barroco y de diamantina de Rigoberto Lewis regresó ayer al Carnaval de Mazatlán.

Las carrozas de altura, brillantes y luminosas regresaron al desfile.

Los carros acapararon las miradas de turistas y locales, los que abarrotaron la Avenida Del Mar para verlos de cerca, como cada año de fiesta grande.

Los cuatro kilómetros de malecón para el desfile quedaron cortos para cerca de medio millón de almas que abarrotaron, según estimó Protección Civil Municipal.

Incluso, cientos subieron a las bardas de negocios, otros treparon árboles, y muchos más lo vieron desde el último peldaño de una escalera.

El primer desfile de Carnaval se vivió con emoción, no sólo por gusto, aquí es por tradición. Los mazatlecos tiene una cita cada año y no faltan.

Esta vez fueron testigos del paso de grandes pulpos montados en carros alegóricos; de búhos luminosos, salamandras, ballenas, cuervos y toda la fantasía marina; este año bajo el título “Equinoccio: el renace de los sentidos”, donde el símbolo fue a la vida, a la juventud, a la naturaleza, y a la patria.

Los primeros carros salieron del Monumento al Pescador, fue cerca de las 16:30 horas cuando una avanzada comercial anunció la cercanía de los carros, de las comparsas y la música. Poco a poco la emoción abrazó a miles.

Y de pronto, al caer la noche, aparecieron las carrozas reales con las reinas en vaporosos vestidos ampones y llenos de pedrería. El atuendo de una majestad.

Karla II, Reina del Carnaval de Mazatlán 2019, fue la primera, la soberana sorprendió en una carroza dorada de 15 metros de altura, escoltada por leones a lados; un carro como le gustan a los mazatlecos: gigante y colorido.

Así llegó el mensaje del regreso de los carros de altura, los que no se veían desde hace años.

Luego apareció Yamilé I, la Reina de los Juegos Flores, para entonces en el malecón miles vibraban, ya se disfrutaba la fiesta que iba para largo. Ella apareció en una carroza titulada “Memorias de la grandeza”, con el símbolo patrio en honor a las normas y los valores en la sociedad.

Su paso emocionó a turistas y locales que ya estaban contentos, satisfechos con las primeras carrozas altas, pero faltaba más: el paso de Dania I, Reina Infantil, y el Rey del Carnaval, Roberto III. La pequeña desfiló en carro en homenaje a la Primavera, a las plantas, al renacer y a la juventud.

La carroza del Rey no fue menos halagada, desde su “trono” contagió la algarabía mazatleca en un diseño que representó a la mitología griega.

El desfile también presumió el talento mazatleco, pues los carros alegóricos fueron hechos con manos de artistas locales, incluso con diseños legados de Rigoberto Lewis, el hombre de manos mágicas que hizo historia en los carnavales del puerto.

El festejo no podía cerrar mejor, la Banda El Recodo selló la noche, sus integrantes también desfilaron en este Carnaval en un carro dorado por los festejos de su 80 aniversario como la “Madre de todas las bandas”.

Desde lo alto, Poncho Lizárraga agradeció a los mazatlecos que, para ese momento, se habían entregado a su fiesta.

Y la fiesta con El Recodo siguió hasta la media noche en la Avenida Rafael Buelna. Fueron casi 7 horas de música que deleitó El Recodo.

La algarabía en el malecón tardó más de tres horas, en un desfile que dejó contentos a una multitud exigente en su fiesta, lista para ver el desfile de regreso el próximo martes, en el último día de Carnaval.

De acuerdo con informes de Protección Civil el desfile no reportó altercados graves.

33

Carros alegóricos desfilaron por el malecón

500 mil

Asistentes

aproximadamente

se registró en el primer desfile de Carnaval

4

Kilómetros

recorrieron

comparsas y

carros alegóricos