"Ricardo Montaner intenta hacerla de casamentero... pero falla"

"El cantautor venezolano ofrece un velada romántica y movidita durante su presentación en el Centro de Convenciones de Mazatlán"
21/10/2018

Félix Rodríguez

MAZATLÁN._ Lo intentó, pero no le resultó. Lo que sí le dio buenos resultados a Ricardo Montaner en su concierto en este puerto, fue brindar a su público una velada romántica, movidita y cargada de muchos recuerdos, porque lo dejó satisfecho.

Al escenario colocado en la explanada del Centro de Convenciones de esta ciudad, que fue dividida en tres zonas, el cantautor venezolano arribó alrededor de las 21:30 horas del sábado y arrancó su concierto con el tema “Corazón fracturado”.

Ocho músicos y cuatro coristas vestidas con trajes coquetos en color negro acompañaron al cantante, quien vistió solemne para la primera parte del show: pantalón y saco negro, camisa blanca y ... tenis, como acostumbra.

La segunda pieza de la noche fue “Será” y siguió con “A dónde va el amor”, en la que el chasquido de sus dedos se convirtió en un sonido que se sumó a los de los instrumentos musicales convencionales.

Aquí saludó al público y compartió que la mañana del sábado leyó en Twitter que alguien daba gracias porque al fin había llegado el día de su concierto... porque los mazatlecos ya estaban hartos de ver el rostro de Montaner por todos lados anunciando su presentación, y este domingo ya lo quitarían.

“El poder de tu amor”, “Castillo azul” y “ Solo con un beso” fueron el siguiente triduo . “Decir que te amo hasta la luna, no bastará a menos que haya otra luna en la eternidad”, reza la primera. La segunda dice: “Ven y te explico lo que somos en nuestra habitación, una paloma y un jilguero en vuelo de estación”; y la tercera canta: “Que quede claro por esta vez que solo eres tú, solamente tú la que con dulzura entiende mis palabras y ama mi locura”.

A los conciertos de Montaner los distingue el romanticismo de su música, de su voz, de sus letras creadas para el amor de pareja. La noche del sábado no fue la excepción, estuvo “redondita” para esto.

Sin embargo, ese delicioso hechizo se rompió con la algarabía de “Cachita” y el bailongo de las cuatro coristas, los músicos y del mismo Montaner. La fiesta, los aplausos y el meneo de muchos de los asistentes siguió con “Vamo’ pa’ la conga”.

Fallido intento

Ese jolgorio no fue lo único que “echó a perder” la atmósfera romántica y de recuerdos. También fue el fallido intento de Ricardo al querer convertirse en casamentero.

De entre el público eligió a un hombre y una mujer solteros. Él, comerciante de insumos agrícolas, de 34 años y de nombre Eduardo; ella, dentista, de 24 años y de nombre como su vestimenta de esa noche: Blanca.

Montaner los puso frente a frente en la primera parte de “Bésame”, ese bolero que en su primer verso dice: “Bésame la boca con tu lágrima de risa, bésame la luna y tapa el sol con el pulgar”. Ya en la segunda parte, donde suena “Besa mis campos y mis flores con tus gotitas de colores, besa la lluvia, que resbala en la ventana”, los invitó a bailar abrazados.

El conjuro del amor estuvo a punto de surtir efecto, pero no. Al terminar la canción, el público pidió un beso de los dos, ellos solo se fueron juntos a la mesa de Blanca, donde Eduardo la dejó y él se fue a la suya.

¡Que viva el amor!

La presentación de Montaner en el puerto formó parte de su gira “Ida y vuelta”, título que de su nuevo disco en el que canta temas del género regional mexicano y artistas de este género, interpretan las canciones de él.

Esta noche, de ese álbum cantó “Aunque ahora estés con él”, de Calibre 50, mientras en una pantalla gigante se mostraba el video con imágenes del conflicto social que Venezuela está viviendo actualmente, y continuó con “Un hombre normal”, de Espinoza Paz. No hicieron falta más.

Para la última parte de su show, Ricardo vistió una camisa sin cuello, manga corta y un pantalón holgado. Aquí interpretó “Me va a extrañar” y “Tan enamorado”, dos de sus inolvidables éxitos.

Antes de cantar “Déjame llorar” y “Al final del arcoiris” explicó que ambas están conectadas. La primera fue inspirada por la triste historia de amor de una pareja de amigos: ella falleció y él nunca volvió a enamorarse. La segunda es la respuesta a la soledad de él. Ricardo confesó que “Al final del arcoiris” es la favorita de todas de sus canciones.

Desde hace muchos años está convertido al Cristianismo, y en sus presentaciones aprovecha para hablar del amor de Dios. “Con este tema voy a intentar tocar tu corazón, y que te lleves esa semilla de mostaza en tu bolsillo, la siembres en tu casa y crezca, si Dios quiere”, expresó y cantó “La Gloria de Dios”.

A este concierto solo le faltaba una canción. Ricardo dijo que complacería al público porque se había portado muy bien y lo hizo de manera generosa, regaló su emblemático tema “La cima del cielo”, que dibuja el momento más de íntimo de una pareja enamorada.

La noche fue perfecta, mientras el cielo se iluminó y retumbó con juegos pirotécnicos, algunas parejas regresaron a sus casas más enamoradas. Eduardo y Blanca no encontraron el amor en el concierto de Montaner, pero tal vez, solo tal vez, hayan salido de ahí inspirados para encontrarlo en algún otro lado.

 

Las canciones

“Corazón fracturado”

“Será”

“A dónde va el amor”

“El poder de tu amor”

“Castillo azul”

“Solo con un beso”

“Cachita”

“Vamo’ pa’ la conga”

“Bésame”

“Aunque ahora estés con él”

“Un hombre normal”

“Me va a extrañar”

“Tan enamorados”

“Déjame llorar”

“Al final de arcoiris”

“La Gloria de Dios”

“La cima del cielo”

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