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"Ex Defensor del Lector"

"Se despide y dice adiós Rodolfo Díaz Fonseca al Defensor del Lector"

"Humanista, filósofo de la vida, culmina un ciclo: el de haber sido 'piedra en el zapato' de directivos, editores, reporteros, con la satisfacción de la misión cumplida. No fue perfecto, pero dio lo mejor de sí, afirma"
07/07/2019 00:29

CULIACÁN.- De los ocho hermanos Díaz Fonseca, cinco han dejado huella, pasión, vida, en las páginas de Noroeste. En su historia de 45 años está presente, invariablemente, el nombre de alguno de ellos.

Rodolfo es el quinto en cerrar este ciclo, aunque no en definitiva: se jubila.

Concluye la etapa de Defensor de Lector, para continuar con la del articulista que de lunes a sábado comparte su filosofía humanista en "Ethos", título de su columna, a través de la cual desentraña en pocas líneas y párrafos las razones del ser. Esas cuestiones tan complejas y profundas, a la vez.

El domingo 30 de junio se despidió como Defensor, con una prédica, con la cual asoma parte de su esencia.

"Todo en la vida tiene su ciclo. Hay un momento de comenzar y otro de terminar, como dice el libro del Eclesiastés: 'Hay un tiempo para cada cosa, y un momento para hacerla bajo el cielo' (3,1). Lo importante es no dejar ciclos abiertos e inconclusos, sino cerrarlos de manera adecuada".

 

 Lazos, razones, raíces

 Integrante de una familia de la que surgieron prominentes sacerdotes, filósofos y periodistas, el lazo laboral de Rodolfo con Noroeste inició formalmente un 16 de noviembre de 2001.

Aunque su cercanía a esta casa editora se remonta muchos años atrás. Sus hermanos José Ramón, Joel, Raúl y Rubén, compañeros entrañables, colaboraron en áreas de la empresa fundada el 8 de septiembre de 1973.

José Ramón y Joel, ya fallecidos, llegaron a ser directores de Noroeste Mazatlán, mientras que Rodolfo lo sería de Noroeste Culiacán por 12 años, hasta principios de 2013.

"En realidad", evoca, "yo colaboraba con algunos artículos desde mucho tiempo atrás, cuando estaba el licenciado Silvino Silva Lozano, que fue el director fundador; así empezó mi relación con Noroeste. Aparte que de los siete varones y una mujer que fuimos como hermanos, cinco trabajamos aquí".

Esto sin contar que Antonio, el "Padre Toño", colaboró también como articulista en el rotativo.

Así resume Rodolfo este "click" de los Díaz Fonseca con el diario.

"Nosotros estábamos convencidos del periodismo que se hacía y se hace en Noroeste, lógicamente, por un ser periodismo independiente, ético, de valores".

"En realidad creo que ha sido un parteaguas el periodismo de Noroeste, porque era necesario en Sinaloa tener un periódico, un medio de comunicación que fuera totalmente vertical e independiente".

 

 Piedras en el zapato

 Rodolfo ha sido el quinto Defensor del Lector, del 10 de marzo de 2013 al 30 de junio de 2019.

Esta figura, remunerada, se creó en 2002 siendo Director General Manuel Clouthier Carrillo.

Pocos periódicos en el país se han atrevido a dar este paso, de exhibir públicamente, desde dentro, sus pifias, yerros, para corregir y autocorregirse.

El Estatuto estipula que dura dos años, con ampliación de un tercero.

Rodolfo estuvo al frente de esta responsabilidad por más de dos periodos, debido a procesos internos del Grupo Editorial.

 

- ¿Qué es un Defensor del Lector, para qué sirve? mucha gente no entiende aún el concepto, la figura...

 Es un ombdusman, como dice la misma palabra, alguien que trata de defender todos los derechos que tiene un lector: el derecho a que le den una información consistente, bien trabajada, sin errores en cuanto sea posible, y en caso de cometerlos, corregirlos inmediatamente.

 - ¿Sirven de algo a la sociedad los defensores de lectores, los defensores de audiencias?

 Claro, porque el primero que debe corregir sus errores es el periodista. Hay un refrán que dice "el médico entierra sus errores, pero los periodistas los multiplican", esto por los ejemplares impresos y ahora más en digital, por Internet, las redes sociales, donde te pueden leer en China, Rusia, en cualquier parte del mundo y por tanto pueden ser más exponenciales esos errores.

 - Dice usted "un Defensor sí le sirve la sociedad" ¿pero la sociedad valora a los pocos defensores de lectores y audiencias que hay en el país?

 Es difícil, muchos lectores no lo entienden porque en cierto sentido podría decirse que es una labor ingrata, ingrata en el sentido de que tienes que estar analizando y corrigiendo al interior de la misma institución. Dentro de la misma institución vienes siendo una piedrita en el zapato, puede ser que alguien se moleste porque corregiste algo y hacia afuera hay mucha gente que no entiende la labor que uno realiza e incluso habrá quien te ignore, otro que te rechace y otro que sí te tome bien en cuenta.

 - Son muy pocos los medios en el país que siguen teniendo defensores de lectores, de audiencias...

 Defensores de lectores son cada vez menos, yo creo, pocos en el país y en el mundo. Pero defensores de audiencias sí hay más, porque precisamente para los medios electrónicos, televisión, radio, Internet, sí está habiendo más conciencia. Por ejemplo en canales de televisión era muy raro verlos, hoy ya hay muchos.

 - ¿Qué le queda a usted como Defensor del Lector?

 La satisfacción de haber sacado adelante la tarea, no puedo decir que fui perfecto, porque no es cierto, pero sí traté de sacar lo mejor, di el mayor esfuerzo, corrigiendo errores, dando consejos, referentes éticos en cuestión de información.

 

 Del papel a la web

 A los cuatro primeros defensores no les tocó experimentar con la intensidad que vivió Rodolfo el tránsito de un periódico impreso a un medio digital.

Díaz Fonseca no tiene una idea de cuántas cartas, reclamos, se acumularon en estos seis años, tres meses y días.

Tampoco los errores cometidos por reporteros, generalmente ortográficos, o de editores, producto más de la presión del "cierre", enemigo que seguramente acompañará de por vida a los impresos.

Este Defensor pasó de las cartas y telefonazos de "lectores del papel" a los cada vez más frecuentes emails de públicos virtuales, dentro y fuera de Sinaloa.

 

- ¿Es más exigente el lector de periódicos que el de la web?

 Sí, todavía sí, porque el lector del impreso está acostumbrado a recibir su información y como está ahí, para que él la esté palpando, con mayor detenimiento, entonces la analiza con mayor rigor. Anque en lo digital no tenemos todavía esa cultura, incluso de nuestros lectores, pues muchos son de edad adulta.

 - Lectores que se acostumbraron a hojear el periódico y aún lo disfrutan...

 Sí, porque sabemos que el periódico impreso es también una costumbre.

 - ¿Usted sigue leyendo el periódico en papel?

 Sí, en papel y en digital, los dos.

 - Las generaciones adultas sobre todo aún se resisten a esta tránsición...

 Sí, hay gente que se resiste, pero todos debemos dar el paso.

 - ¿Es inevitable ese paso?

 Inevitable, no podemos estar nosotros en contra. Es como cuando surgió la imprenta, cuando surgió la radio, cuando surgió la clave Morse; en cada etapa ha habido quién se resiste. Cuando vino la Revolución Industrial había personas que se resistían el cambio, pero el cambio es necesario, y tenemos que adaptarnos a él.

 

 Noroeste: esencia que perdura

 Sólo gratitud es la que expresa Rodolfo a accionistas, directivos, reporteros, compañeros, lectores y suscriptores, por la oportunidad de casi 18 años.

Y por los más de 30 que lleva vinculado al periodismo, pues colaboró antes como articulista en El Debate y en La Hora.

 - ¿Ha cambiado en algo la forma de hacer periodismo, todo este tiempo?

 En realidad el periodismo cambia en cuanto a cuestión tecnológica, pero en realidad no cambiará nunca en cómo se debe investigar, con el rigor que debe hacerse, el profesionalismo con el que se tiene que recabar la información. Ahora es cierto que nos llega información por muchos canales, pero mucha de ésta no está bien contrastada, hay muchas noticias falsas, entonces el periodismo debe seguir como un baluarte que debe seguir consolidándose.

 En conclusión, sostiene, no cambia la esencia, pero sí los canales de distribución del periodismo.

 - Pareciera que ahora muchos creen que el subir un video en tiempo real, una foto, o compartir un comentario, ya es periodismo...

 No, no es periodismo que cualquier persona suba en tiempo real algo de lo que está siendo testigo. Podríamos decir que es alguien que está reportando un hecho, pero no periodismo en el sentido estricto de la palabra, porque periodismo es rigor, precisión, investigación. Incluso a veces se suben noticias o imágenes que realmente no contribuyen a que la humanidad crezca, imágenes demasiado descarnadas.

 - Termina el ciclo en un momento muy difícil para la industria, para el modelo tradicional de medios y en particular para Noroeste, que nunca dependió de la publicidad oficial para sobrevivir...

 Sí, todos los medios ahorita tienen una etapa difícil precisamente por la conversión tecnológica, pero el periodismo que ha hecho Noroeste debe perdurar porque es muy necesario para la sociedad.

 - ¿Ve a Noroeste del futuro insertándose en un ambiente meramente digital?

 Sí, claro. Noroeste es versátil y se va a acomodar perfectamente a cualquier situación que se presente, pero todavía no visualizo que se quede nada más en lo digital, sino aún perdurará bastante tiempo en lo impreso.

 - ¿Visualiza la labor del próximo Defensor del Lector, ya en una etapa donde domine más lo digital?

 Habrá que ver, yo creo que los directivos y el consejo deben valorarlo, si los estatutos deben modificarse, en el sentido de que el Defensor debe ser una persona no menor de 35 años, a lo mejor eso podría cambiar. Lo que sí debe seguir rigiendo lógicamente es que sea alguien independiente, alguien honesto, alguien que no se corrompa lógicamente, pero pueden cambiar algunas cosas de los estatutos.

 

Larga vida

 Ni conflictos de interés ni actos de corrupción conoció Díaz Fonseca a su paso por la Defensoría del Lector, asegura.

 - ¿Señalamientos de corrupción contra algún reportero?

 No, nunca me tocó eso. Claro, había personas que a veces se expresaban mal de algún reportero o directivo, pero hay que valorar realmente si tienen razón; hay veces que uno se expresa mal porque, como dice el refrán, de acuerdo a como "le va mal a uno en la feria". En estos casos siempre hay que ver si lo que se está diciendo es justo o no, real o irreal, honesto o no.

 - ¿Qué destacaría del Noroeste del 2019, siglo 21, un momento sumamente complejo, crítico?

 Yo resaltaría el periodismo independiente, honesto y valiente que perdura. Definitivamente eso tendrá que seguir haciendo Noroeste, porque es muy necesario para la sociedad; una sociedad que cuente con un medio que sea independiente, que no esté vendido, que no sea corrupto ni corruptor, es muy necesario para la sociedad.

 - ¿Ve larga vida a Noroeste?

 Yo sí la veo, simplemente Noroeste debe adaptarse a los cambios y lo está haciendo, dando pasos con mayor cuidado, porque no se sabe el terreno que se está pisando. Desde Darwin ya se decía: sólo sobrevivirá quien sepa adaptarse.

 

'El ser humano es el que debe cambiar'

 En tiempos del libertinaje digital, de las redes sociales, de las "fake news", de las cuentas falsas en Face y Twitter para insultar, mentir, agredir, Díaz Fonseca comparte una reflexión.

En realidad, dice, este es un fenómeno que siempre se ha dado, pero hoy se ve con mayor virulencia, por la multiplicidad de canales, para manifestarse.

"El problema es el ser humano; el ser humano es el que tiene esa carga desde siempre, hay veces que uno en vez de ser positivo es negativo, en vez de ser optimista es pesimista, en vez de ser realista es escéptico".

"Entonces el ser humano es el que debe cambiar, no son los medios, no son los avances tecnológicos los que nos están exponiendo, es el mismo ser humano el que debe cambiar"...

 

"Claro (que sirven defensores de lectores) porque el primero que debe corregir sus errores es el periodista. Hay un refrán que dice 'el médico entierra sus errores, pero los periodistas los multiplican'..."

 

"Dentro de la misma institución vienes siendo una piedrita en el zapato...".

 

"(Me queda) La satisfacción de haber sacado adelante la tarea, no puedo decir que fui perfecto, porque no es cierto, pero sí traté de sacar lo mejor, di el mayor esfuerzo".

Rodolfo Díaz Fonseca

Defendor del Lector 2013-2019