"Silvino Silva, un referente del periodismo que hurga, confronta y escarba: José Alfredo Beltrán"
Silvino Silva Lozano es un hombre que deja un gran legado y una huella indeleble para el periodismo y para la vida pública en Sinaloa, señala José Alfredo Beltrán Estrada.
El comisionado presidente de la Comisión Estatal de Acceso a la Información Pública de Sinaloa considera que la vida de Don Silvino Silva se debe valorar en distintas etapas, en la etapa del periodismo y en la etapa como funcionario público.
Refiere que Silva Lozano tiene un gran lugar en la historia del periodismo en Sinaloa, porque de su mano, de su mente y bajo su liderazgo se desarrollaron muchas piezas periodísticas que son icónicas.
Como fundador de Noroeste, es una época en la cual dura 20 años de su vida, donde le toca sembrar, construir cimientos y se convierte en un referente indiscutible del periodismo combativo, del periodismo independiente, anti sistema, que hurga, confronta, escarba y que a la par construye toda una generación de periodistas, advierte Beltrán Estrada, quien por más de dos décadas se desenvolvió en el campo del periodismo.
“El periodismo de Silvino Silva Lozano es un periodismo muy valiente, muy atrevido, porque va contra el status quo, que desafía al sistema, que se confronta con gobernadores en un México donde no hay órganos constitucionales autónomos, donde no hay independencia del ámbito electoral, donde no existían las Comisiones de Derechos Humanos, donde prácticamente había un control casi total del ejercicio de la vida pública a través de la monopolización del poder”, señala.
Dice que en esa época era realmente una hazaña hacer periodismo, y un grupo de hombres, que son los accionistas de Noroeste: Manuel "Maquío" Clouthier, Enrique Murillo, Jorge del Rincón, entre otros, confían a este hombre las riendas de un periódico, cuando en aquel momento era todavía mucho más complicado, porque era nadar contra corriente.
El comisionado presidente de Ceaip destaca que no es fácil tener el talento de posicionar un medio de comunicación en un régimen cerrado y don Silvino Silva lo hizo.
Además, refiere, fue una pieza fundamental para que se conociera cómo los órganos electorales en aquellos años estaban controlados por el Gobierno, y mucho de lo que denunció, contribuyó notablemente a exigir cambios en la democratización del régimen político, para abrir los órganos electorales y ciudadanizar la vida pública.
Por las manos de don Silvino Silva, añade. Beltrán Estrada, pasaron miles de artículos de periodistas de gran calado que hoy están en otros medios de comunicación, o están en el servicio público.
Destaca que los aportes de don Silvino Silva deben de contextualizarse en un México que las generaciones actuales no tienen ni idea, ya que no existían redes sociales, no existían los cauces de libertad de expresión, y de derecho al acceso a la información pública que se tienen hoy.
Casos de torturas policiales, abusos del ejército, desapariciones de estudiantes, casos de corrupción, en una época donde documentar la corrupción era muchísimo más complicado porque no existían las herramientas para acceder a documentos que evidenciaran una malversación de fondos, desvíos de recursos públicos, o tráfico de influencias, explica.
“Por Silvino Silva pasaron muchas piezas memorables de investigación y la creación de varias generaciones de periodistas que se formaron con la disciplina de un periodismo riguroso, profesional, preciso, pero no era únicamente de combate, sino un periodismo que aportaba valores”, refiere.
Beltrán Estrada cuenta que a Don Silvino Silva se le deben muchas cosas, como lo es la construcción del periodismo de valores, que construye comunidad, que es útil a la sociedad, en una etapa de Noroeste donde se pueden encontrar muchos esfuerzos para darle voz a la comunidad, a la gente de la periferia, a los grupos marginados de la sociedad.
Dice que Silva Lozano sostenía la tesis de que un periódico debía de tener alma, conectarse con la gente, con la realidad local, con los intereses; que hablaba mucho de que había que reflejar la vida de las ciudades a través de los medios de comunicación, “el latido del corazón de la gente, y en ese sentido lo que se debía hacer era precisamente un periódico que oliera a banda, a Culichi, que fuera muy propio, que recogiera las inquietudes de la gente”.
Las demandas, los temores, los sueños, las esperanzas, las preocupaciones de la gente...; era un hombre con esa visión muy ciudadana, es decir, si había una vialidad o un problema urbano que estuviera afectando la vida de las comunidades, habría que recogerlo, qué reflejarlo y en ese sentido incidir en la vida pública”, destaca.
Silva Lozano, comenta, fue un hombre que sufrió represiones de gobernadores de corte autoritario, donde prácticamente se buscaba asfixiar la vida de ese medio de comunicación, por cuestiones de no estar de acuerdo con las ideas, con la libertad de prensa que se ejercía en ese entonces.
Y que con esa promesa él sacó un proyecto editorial por dos décadas adelante, generó cimientos firmes, “tan firmes son esos cimientos que lo colocó como una marca de buen periodismo no solamente en Sinaloa, sino a nivel nacional”, y que muchos de los aspectos sobreviven hasta hoy.
Recuerda que fue a un evento donde Don Silvino Silva festejó las 15 mil primeras suscripciones de Noroeste, que se le debe también el esquema de pago por suscripción, a principios de los años 90, que fue toda una hazaña en aquel entonces cacarear aquel logro que hacía Don Silvino.
Otra etapa, señala, es cuando Don Silvino sale de Noroeste y decide fundar otro periódico, que también representa un gran aporte para el periodismo de carácter social y humano, donde lamentablemente no le funcionan las cosas, pero continúa con esa escuela, y la parte final, como servidor público, que lleva a su quehacer la huella de un hombre con valores, convicciones, siempre preocupado por su comunidad.
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