"Sinaloense denuncia que fue víctima en EU de brutalidad policial, por odio racial"

"Demandó al gobierno de ese país y busca regresar para continuar con la lucha legal por la golpiza que lo dejó incapacitado"

Baltasar Aguirre Heras, originario de Culiacán, denunció que fue víctima de odio racial en Estados Unidos al ser golpeado por custodios en un centro de detención de Nuevo México, el 16 de enero de 2015.

Como consecuencia de lo que describió como una “brutal golpiza”, quedó incapacitado para trabajar y permanece unido a una sonda de por vida.

Después de más de tres años y de haber pasado parte de ese tiempo en silla de ruedas, no desiste en su propósito de lograr justicia, así que pide el apoyo de la comunidad hispana para presionar al Gobierno federal de los Estados Unidos al cual demandó por daños y exceso de fuerza policial.

“Allá fui golpeado en Estados Unidos, en una prisión privada pagada por la Federal; aunque después de eso no le renovaron el contrato, me he enterado que ya la reabrieron”, acusó.

Se trata del Centro Correccional del Condado de Cibola cuyos oficiales, asegura Baltasar Aguirre, lo esposaron de pies y manos antes de golpearlo severamente, hasta provocarle daños irreversibles en la columna y otros órganos.

“Es algo que yo todavía no he podido olvidar, recuerdo ese día y me dan pesadillas por las noches; me desgraciaron totalmente y no soy capaz de orinar por mí mismo, pero ahora estoy de pie gracias a un milagro de Dios”, relató el sinaloense.

Varado en Mazatlán desde hace una semana, se encuentra en el Comedor Franciscano para el Inmigrante de la colonia Salvador Allende.

En ese lugar convive con decenas de migrantes centroamericanos, que como él han visto truncado su deseo de cruzar la frontera norte ante los embates de la depresión tropical 19-E en Sinaloa.

Ahora busca regresar a los Estados Unidos y continuar el proceso legal contra el gobierno de ese país, al cual le reclama una indemnización de 40 millones de dólares (poco más de 754 millones de pesos mexicanos).

Aguirre Heras reconoce que se internó de manera irregular a los Estados Unidos, pero estaba a punto de recibir sus papeles para residir legalmente, cuando fue detenido en Nuevo México.

Su historia se transmitió por la cadena televisiva Univisión, a la cual relató que llegó al vecino país para trabajar y proveer a su familia, pero nunca esperó ser tratado de esa manera.

“Me golpearon peor que un animal, cómo me dejaron”, lamentó en entrevista en esa ocasión.

Después de la agresión fue transportado a una cárcel de California. De ahí se le hospedó en un hotel de Tucson, pagado por el mismo gobierno, mientras llegaba el día de presentarse en la Corte, en septiembre de ese año, antes de ser deportado a México, todavía grave.

Baltasar Aguirre Heras, hoy de 45 años, habla hoy con voz fuerte.

Espera que su denuncia sirva para que cesen las hostilidades contra los migrantes en la nación gobernada por Donald Trump.

Por ahora vive de la solidaridad de sus familiares y de otras personas, por lo que pide ayuda para pagar los costos de su tratamiento a todos aquellos que conozcan su caso.

En su paso por Mazatlán le han regalado pañales y medicamentos. Parece estable, y no teme enfrentar los riesgos en el tren aun bajo sus condiciones de salud. A pesar de todo, está decidido a continuar su viaje con rumbo Norte.

DATOS PARA AYUDAR

Baltasar Aguirre-Heras, culiacanense que denunció ser víctima de brutalidad policiaca en Estados Unidos hace tres años, compartió el número de cuenta a su nombre, para que cualquier persona que desee, lo pueda apoyar económicamente:

BANCOPPEL

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