"Usan debate para atacarse"

El tiempo estuvo contado y la mayoría lo aprovechó para descalificaciones, reproches y acusaciones dirigidas al PRI y al PAN, principalmente.
Así, el debate de candidatos a la Alcaldía por Mazatlán quedó “huérfano” de propuestas, de beneficio social como obra pública, turismo, agua potable y movilidad.
En el encuentro celebrado en el Centro de Convenciones participaron los 10 aspirantes, tres de ellos independientes.
El candidato del PRI-Nueva Alianza, Fernando Pucheta Sánchez, fue el primero, él inició las rondas, le siguió Giova Camacho Castro, del PAS; Alma Barraza Gómez, independiente; Eduardo Martínez, del Partido Verde; Salvador Reynosa Garzón, del PAN; Elizabeth Ríos, de Encuentro Social; Emma Cuevas Raygoza, del PRD; Aarón Flores Estrada, y Francisco Cervantes López, ambos sin partido; y Luis Guillermo Benítez Torres, de Morena.
El debate comenzó a las 17:00 horas y los ataques fueron inmediatos.
“No más negocios millonarios, adiós a los carritos de millones de pesos, a las palmeritas de 30 millones y a los parques como el Martiniano Carvajal, que más bien parecen un barril sin fondo”, dijo Pucheta Sánchez.
Durante el debate, el abanderado priista se convirtió en el “blanco”, lo criticaron por dejar a medias su curul en el Congreso local, por aprobar la cuenta pública, los incrementos de agua potable para de Mazatlán, y por los audios que lo involucran en críticas a sus compañeros de partido.
Las descalificaciones llegaron también para Reynosa Garzón, la mayoría de los candidatos lo señaló de colaborar con el Gobierno municipal en turno, por los altos cobros de piso a músicos y ambulantes; hasta de recibir “moches” de sectores productivos.
“Qué lástima que llegues hoy con tus ocurrencias, ataques sin fundamento y una sarta de mentiras, lástima porque los sinaloenses te avalaron como regidor, no hiciste nada, como diputado igual, cero productividad y sí cobraste en dos años. Hoy haremos lo posible para que regreses y te ensucies las manos para que trabajes por Sinaloa”, así le respondió Reynosa Garzón a Pucheta Sánchez.
El candidato Cervantes López también se dirigió al panista y hasta aseguró que lo metería a la cárcel si resulta con responsabilidad en auditorías que propuso en las tres últimas administraciones.
Y cada candidato aseguró que sus contendientes “son más de lo mismo”.
Nadie ocultó el nervio, algunos titubearon, otros parecían tranquilos, pero apretaban las manos cuando las cámaras no los tomaban.
Al ataque del priista se sumó Camacho Castro, del PAS, él volteó y en su cara lo llamó misógino.
Los otros temas
Las descalificaciones se mantuvieron en todo el debate, en una combinación de propuestas y reproches.
En lo que sí coincidieron los candidatos es que a Mazatlán le urgen otras condiciones, en lo inmediato mejor seguridad pública, servicios básicos, empleos y salarios dignos.
También sostuvieron que existe un gobierno de “moches”, de cuotas altas para que otros trabajen.
En medio de los agresiones, los 10 candidatos se alinearon a una agenda ciudadana, en involucrar a la sociedad a en planes y proyectos de Gobierno, en la transparencia y fiscalización de recursos.
Sin embargo, los temas olvidados de impacto social fueron movilidad y transporte, desarrollo en obra pública, infraestructura turística, salud, atención a personas con discapacidad, agua potable; sólo el candidato de Morena, Benítez Torres, propuso apoyos económicos a madres solteras y adultos mayores.
Y aunque reconocieron la seguridad pública y la pobreza con los cánceres del puerto, ningún candidato abundó en proyectos concretos para la solución; tampoco hubo proyectos en temas ecológicos.
En ese contexto, en menos de dos horas, el debate acabó. Al final el priista Pucheta Sánchez salió sin mirar al lado, ni se detuvo; el resto esperó y hasta se tomaron fotos después de esos ataques.