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"Vértigo: Los Cabos 2018 - I"

"La crítica de cine sobre el Festival Internacional de Cine de Los Cabos"

“¡Ven a ver lo que están haciendo los vecinos!”, es la frase de invitación de todos los años del Festival Internacional de Cine de Los Cabos. Como cada año desde 2012, Los Cabos recibe, durante cinco días del mes de noviembre, a cineastas, productores, actores y cinéfilos de todo el mundo, en especial de América del Norte. De nuestro vecindario, pues: Canadá, Estados Unidos y México.

La competencia oficial está dividida en dos partes: una modesta selección de cine nacional llamada México Primero, conformada esta vez por cinco títulos; y la llamada Competencia Los Cabos, con nueve filmes independientes y/o de autor, provenientes de Canadá, Estados Unidos y México.

En esta primera entrega, déjenme detenerme en uno de los filmes seleccionados en la Competencia Los Cabos que ya he tenido oportunidad de ver antes de aterrizar en el festival. Se trata de Genèse (Canadá, 2018), tercer largometraje de ficción de Philippe Lesage

Genèse acaba de arrasar en Valladolid 2018: Espiga de Oro a la Mejor Película, Premio Ribera del Duro al Mejor Director y su protagonista, el jovencito Théodore Pellerin, fue nombrado Mejor Actor. El presidente del jurado oficial en Valladolid, el gran cineasta portugués Miguel Gomes, me comentó que Genèse era la mejor película que había visto en mucho tiempo. El contagioso entusiasmo de Gomes fue, seguramente, un elemento fundamental para que esta cinta canadiense se llevará tantos premios en Valladolid. Ya veremos si se repite la historia en Los Cabos.

En lo personal, la película me pareció difusa, digresiva y repetitiva, pero no niego que tiene momentos notables, como cierta desgarradora escena en la que un jovencito confiesa su amor por su mejor amigo y compañero de clase frente a todo el salón. Además, la película presume una extraordinaria banda sonora, que ayuda al espectador a compartir el estado de ánimo de sus personajes.

La cinta, escrita por el propio cineasta franco-canadiense, está centrada en dos jóvenes, el adolescente de 16 años Guillaume (el premiado en Valladolid, Pellerin) y su media hermana un poco mayor Charlotte (Noeé Abita). Los dos sufren –y este es el verbo adecuado: sufrir- los desencantos de la pasión amorosa.

Guillaume, popular en el internado en el que asiste, se enamora de su compañero y amigo, el atlético Nicolas (Jules Roy Sicotte) y no solo eso, sino que confiesa su amor ante el sujeto amado y, más aún, ante toda la comunidad escolar. Por su parte, Charlotte ve cómo su novio Maxime (Pier-Luc Funk) le propone tener una relación “adulta”, “madura” –o sea, abierta, pues- por lo que ella decide cortarlo y empieza a salir con un hombre mucho mayor que, ¡oh, sorpresa!, resulta que no es mucho más serio ni confiable ni fiel.

Más que contar una historia de forma convencional, Lesage parece estar interesado en transmitir un estado de ánimo, entre la melancolía, la ansiedad, la depresión amorosa y, en la última parte, ya dejados atrás Guillaume y Charlotte, con un atisbo de esperanza, cuando dos encantadores preadolescentes, Félix y Beatrice (Édouard Tremblay-Grenier y Émile Bilodeau), en algún campamento veraniego, se ven, se estudian, se sienten y, por supuesto, se enamoran. ¿Tendrán mejor suerte que Guillaume y Charlotte? No lo podría apostar, pero tienen apenas 13, 14 años. No les matemos la ilusión.

Comentarios: en la página web www.ernestodiezmartinez.com, en la cuenta de twitter @Diezmartinez y en el correo electrónico ernesto.diezmartinez@gmail.com. Patreon: https://www.patreon.com/diezmartinez

 

 

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