"¡A correr!"
Impotencia, pánico y cansancio, eso fue lo que sintieron.
Después de que de fueron obligados a correr para esconderse de las balas, los habitantes de la colonia Canaco experimentaron ayer cómo el ambiente se tensaba.
María Juárez nomás sintió que desvanecía y perdió el conocimiento; dijo que está enferma del corazón y que por eso al escuchar los tronidos alrededor de las 17:00 horas su cuerpo perdió fuerza.
¡Estábamos viendo la tele cuando tra-tra-tra-tra-tra-tras, Había dos niños, dos bebés, y entonces nos metimos a escondernos", contó el yerno de María, Carlos Bojórquez, quien corrió a esconderse al baño de su casa y a una de las recámaras con quien pudo.
Enfrente del cruce de bulevar Hermes y carretera Internacional, justo donde un agente de la Secretaría de Seguridad Pública fue baleado ayer, los negocios cerraron. "Ya no sabes qué te puede pasar en esta ciudad", señaló Jesús Rodríguez, quien dijo haber cancelado una reunión con jóvenes de la iglesia en la colonia Hidalgo por miedo.
La peluquera de la estética Maricruz, Cristina Ochoa, resumió en una palabra lo que sintió.
"¡Miedo! ¿qué otra cosa voy a sentir? Yo nomás escuché la balacera y corrí junto con mi cliente a escondernos al baño", relató.
Una señora de 44 años que estaba sentada viendo la tele en la sala de su casa logró salir hasta pasada la media hora, después de que esquivó una de las dos balas perdidas que penetraron justo debajo de la ventana que da a la calle.
"Esto es un drama!", dijo, tras mostrar el hoyo de dos centímetros de diámetro que dejó el proyectil en la pared.
"¡Me salvé de ésta, entró justo cuando estaba sentada en el sillón y me hubiera dado", afirmó.
"¡Es una guerra entre ellos y la está pagando uno, es una prepotencia por parte de ellos, una impotencia y pánico, estoy cansada!", interrumpió Norma Cortés, de 67 años, que en ese momento pasaba por ahí.
DE VIVA VOZ
"Esto es un drama!"
Mujer de 44 años
"¡Es una guerra entre ellos y la está pagando uno, es una prepotencia por parte de ellos, una impotencia y pánico, estoy cansada!"
Norma Cortés, de 67 años
"¡Miedo! ¿qué otra cosa voy a sentir? Yo nomás escuché la balacera y corrí junto con mi cliente a escondernos al baño".
Cristina Ochoa, empleada de estética
