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"LUTO"

"'Abuelito, no me dejes, quiero mi besito'"

"Estrellita, nieta del músico Ángel Gaytán Liébanos, le pedía a su abuelo un beso, antes de ir a su última morada"
08/11/2015 11:49

    CULIACÁN._En la casa de Ángel Gaytán Liébanos, Estrellita no dejaba de llorar.
    La menor de 4 años edad, nieta de Ángel Gaytán, el músico que el miércoles en la madrugada murió producto de una bala perdida,  por momentos se calmaba, y empezaba a jugar con sus primos.
    Sin embargo, cada vez que se acordaba que su abuelito estaba muerto, adentro de un ataúd, vestido de mariachi, las lágrimas le rodaban nuevamente por sus tiernas mejillas.
    La situación fue peor para ella cuando el cuerpo de su abuelo tuvo que ser sacado de su vivienda, ubicada en la colonia Lázaro Cárdenas, para ser sepultado, previo a un homenaje y misa que se le habría de hacer.
    La pequeña empezó a llorar, de la misma forma en que lo hizo Lilián Socorro, su madre, y María Prima Efrén Núñez, su abuelita, hasta que un familiar la subió en sus brazos. Arriba, el hombro de su protector, le sirvió para llorar en él.
    En el panteón, en la víspera del último adiós, Estrellita doblegó a los presentes, al pedir a su abuelo su besito, el cual le daba siempre antes de salir a trabajar, y sobre todo, que no la dejara.
    "Abuelito, no me dejes, quiero mi besito, no me dejes", gritaba en el sepelio la niña, mientras los compañeros de Gaytán Liébanos, a quien de cariño le decían 'Mi Gay' lo despedían con las canciones que a él le gustaban.
    Un beso, un peso, era la frase que Gaytán Liébanos aplicaba en casa, sin embargo, había veces que sólo había beso, más no peso, debido que eso dependía del trabajo que una noche antes tuviera.
    Gaytán Liébanos, quien el 23 de abril cumplió 71 años de vida, fue enterrado junto con Francisco, un hijo que hace cerca de 9 años murió ahogado en el Parque Culiacán 87, cuando tenía 14 años de edad.


    Era el sostén familiar

    En la familia Gaytán, no sólo se quedaron sin esposo, padre o abuelo, sino también sin el sostén familiar.
    Lo que Ángel Gaytán Liébanos ganaba en el mariachi, era para sostener, no sólo a su esposa, sino también a sus dos hijas y cuatro nietos.
    El tener dinero dependía del trabajo que en las noches y madrugadas tuviera, sin embargo, en las últimas semanas, previas a su muerte, los días estuvieron "muy flojos".
    De no haber sido por el servicio funerario que el sindicato de músicos ofrece, mediante una cuota que los agremiados aportan, la situación se hubiese tornado más difícil para la familia.