La Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada atrajo la investigación del crimen del comandante de la AFI, Javier Hernández Zamorano, quien fue "levantado" en Tamaulipas y apareció ejecutado en las inmediaciones del fraccionamiento Bonanza y el estadio Banorte en mayo.
Según informó la Procuraduría General de Justicia del Estado, la Dirección de Averiguaciones Previas turnó el expediente a la SIEDO por tratarse de la muerte de un funcionario federal y por haber evidencias de la participación del crimen organizado en el hecho.
Francisco Javier Hernández Zamorano era encargado de la Agencia Federal de Investigaciones en Tamaulipas.
La Procuraduría General de la República señaló en un boletín que esta persona fue privada de su libertad el primero de mayo en el estacionamiento del centro comercial Plaza Real, ubicado sobre el bulevar Hidalgo, de Reynosa.
Por ese hecho el Ministerio Público Federal inició la averiguación previa AP/PGR/TAMPS/REY-I/1275/08.
Al día siguiente, pero en la ciudad de Culiacán, el federal apareció ejecutado a la orilla del bulevar Alfonso Zaragoza Maytorena, frente al fraccionamiento Bonanza y cerca del estadio Banorte, en el Desarrollo Urbano Tres Ríos.
El día del hallazgo, casi a la misma hora, se desataron en la capital una serie de enfrentamientos entre sicarios y ataques de pistoleros contra agentes federales y municipales, dejando un saldo de cinco agentes de la Policía Federal y dos municipales muertos.
El cadáver del comandante quedó en calidad de desconocido durante varios días en el Servicio Médico Forense.
Unos días después, el 9 de mayo, en las protecciones del estadio Banorte apareció una narcomanta que decía:
"Ya no me busquen en Tamaulipas. El Mayo El Chapo y Nacho Coronel me traicionaron y me mataron afuera del estadio Banorte el 2 de mayo en Culiacán".
Sin embargo fue hasta el lunes 2 de este mes cuando familiares identificaron oficialmente ante la PGJE el cadáver como Francisco Javier Hernández Zamorano, comandante de la AFI en Tamaulipas.