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"LUTO FAMILIA VALDEZ SOLANO"

"Dan último adiós a Ernesto Valdez en su natal El Rosario"

"En una ceremonia religiosa, el empresario que murió el lunes en un intento por rescatarlo de sus secuestradores en Culiacán, recibió las muestras de cariño de su pueblo"
16/11/2015 09:39

    EL ROSARIO._ Los últimos momentos de Ernesto los pasó en familia. Desde que su cuerpo llegó al Municipio que lo vio nacer, la mayoría de los habitantes salieron de sus casas para darle el último adiós desde el ataúd.

    Ernesto estuvo más de 20 horas en una de las salas del velatorio acompañado de su familia y los amigos entrañables de ese hombre educado, respetuoso y que siempre se las ingeniaba para transmitir alegría.

    Sus papás Yolanda y Fernando la siguieron a unos metros, con sus tres hijos: Fernando, Claudia y Yolanda. Esta última cargaba una fotografía enmarcada de Ernesto, con el gesto con que lo recordarían: sonriente.

    El silencio en las calles era peculiar. Conforme avanzaba la carroza, la gente salía a las puertas a ver pasar el cortejo que inició sobre la calle Morelos, siguió por la Mineros y la 20 de Noviembre para terminar en la Matamoros, sobre la que se ubica la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario.

    Nadie hablaba; estaban exhaustos de tanta despedida. Los comerciantes apagaban la música de sus negocios para mantener la prudencia.

    Ya en la parroquia los esperaba el Padre Alejandro López Hernández.

    "Un hermano nos fue arrebatado por la ambición desmedida y por la violencia incontrolable. Hermanos, no dejemos que nos roben la paz, no dejemos que nos roben la alegría de tener a Jesús con nosotros, hoy él está aquí en medio de nosotros y nos abraza con el consuelo de la paz y nos invita a vivir su proyecto del amor, del perdón, el proyecto de construir una sociedad nueva...".



    'Ya perdonamos'

    Ya perdonamos. Lo único que queremos es que Ernesto esté en la casa del Padre", dijo Fernando Valdez Solano, al término de la ceremonia.

    "Aquí no se acaba Ernesto. Eres un transformador de personas; nunca se quedó en palabras, siempre emprendió hechos; esto no es sólo una despedida, es un reconocimiento. Acabas de abrir una sucursal en el cielo", se sumó una de las amigas cercanas del hermano más pequeño.

    Ernesto Alonso fue despedido con aplausos sinceros en la Parroquia que tanto presumía y en la que permanecerá por siempre, porque después de que su cuerpo fuera cremado en Mazatlán, regresaría a refugiarse ahí, en una de sus criptas del templo. Así como él lo pidió.