"Empañan balas boda en el penal de Mazatlán"
MAZATLÁN._ Cuando empezaba la balacera al interior del penal, Karen y Rolando estaban a punto de casarse. Todo estaba listo, la comida estaba caliente y el pastel ya había llegado.
Sin embargo, de pronto los invitados escucharon balazos, la novia se asustó y el novio la protegió cerca de las bancas.
"De repente nos sacaron de la iglesia, todavía no se casaban los muchachos cuando corrimos a otro edificio, ahí nos quedamos", dijo una de las 60 invitadas a la ceremonia.
Karen y Rolando, de 21 y 23 años, respectivamente, se conocieron en la colonia Juárez cuando ella apenas iba a la secundaria. Después él fue detenido acusado de la muerte de un hombre, pero el noviazgo siguió hasta que fijaron fecha de matrimonio.
"Ya cuando nos dejaron a salvo entonces casaron a los muchachos en un cuartito, lo importante era asegurar que se casaran y sí se pudo", dijo doña Cecilia, mamá de Karen.
Así que mientras la boda se celebraba, afuera en locutorios un grupo de 11 internos ejecutaba a dos presos y atentaba contra otros dos.
Ya cerca del mediodía, dos horas después de la balacera, los invitados pudieron salir del penal y la novia no pudo contener el llanto.
"Se oía bien feo; no quería una boda así", dijo la joven, vestida de novia y al mismo tiempo mostraba su anillo de compromiso.
"Hubiera visto a la novia, se quitó los zapatos y andaba corriendo de un lado a otro. Qué pena que esto terminó así", dijo una de las madrinas de Karen.
Adentro del penal los invitados tuvieron que dejar servido el marlin ahumado, los frijoles puercos, el pastel y el agua de piña.
Ya afuera del penal, Karen lloró y después se acercó a una caseta donde compró una botella con agua, así brindó por su matrimonio.
"Se oía bien feo; no quería una boda así"
Recién casada en el penal