"Enlutados para siempre"

"A un año de los hechos, no hay informes de la investigación de la muerte de dos hermanos y un cuñado de la ex Diputada Sandra Lara"
06/11/2015

    Desde la calle se observa un letrero que señala la venta de la casa color mostaza en la calle José Natividad Macías de la colonia Aquiles Serdán, donde hace un año la violencia enlutó para siempre a la familia Lara Díaz.
    Los más de 100 hoyos dejados por las balas fueron resanados y pintados para esconder las marcas del hecho que dejó cinco muertos en total y que aún se mantiene impune.
    El recuerdo viene a la mente. Las trompetas, flautas y tarolas amenizaban el ambiente. Las risas hacían que la madrugada se convirtiera en una algarabía, en una fiesta parecía no tener final.
    Eran las 8:00 horas del 12 de abril de 2007 cuando Jorge "N", vecino de la familia Lara Díaz, salió de su casa para dirigirse a trabajar.
    Con un paso apresurado, sólo giró la cabeza y observó la tambora frente a la casa, donde la alegría se sentía en el ambiente.
    "Cuando pasé la banda no paraba, caminé media cuadra a tomar el camión y me fui a mi trabajo".
    "Estaba en el trabajo cuando recibí una llamada con la noticia de la balacera. Se me enchinó la piel", relata.

    La balacera
    A las 12:30 horas de ese día, los rafagazos de los "cuernos de chivo" frente de la casa de la mamá de la entonces Diputada priista Sandra Lara Díaz, tomaron por sorpresa a los habitantes de la Aquiles Serdán.
    A esa hora Édgar Iván Lara Díaz y su esposa Guadalupe Ontiveros Guzmán salieron de la vivienda en una camioneta Cadillac Escalade hacia el sur de la calle José Natividad Macías, y una cuadra adelante fueron interceptados y "levantados" por un comando armado que viajaba en una Nissan X-Trail blanca.
    Juan Carlos Lara Díaz y su cuñado Óscar Beltrán Carrasco, comenzaron a perseguir a los sicarios en un Dodge Charger Hemi blanco, pero al no alcanzarlos regresaron a la casa donde se realizaba el festejo.
    Sin embargo, detrás de ellos venían los gatilleros a bordo de la Nissan X-Trail.
    Los rostros de amigos y familiares se sumieron en la desesperación, cambiaron las risas por el terror. Media hora bastó para que la colonia se convirtiera en una "zona de guerra", donde varios delincuentes portando fusiles de alto poder abrieron fuego a tierra y aire.
    Los músicos aún tocaban. Y sin aviso, los "cuernos de chivo" se escucharon, no respetaron a nadie, los gatilleros dispararon rafagazos contra el domicilio a diestra y siniestra, matando a dos personas.
    Con el estruendo de las balas, los habitantes fueron presa de la zozobra. Los que estaban en las calles salieron despavoridos y los que estaban dentro de sus viviendas se arrinconaron hasta abajo de la cama.
    Una vez que el tiroteo paró, el olor a pólvora quemada raspaba la garganta.
    Jesús Martínez Ochoa, "El Pulga", de 65 años, originario de Mazatlán y miembro de la banda Los Cortijitos de Badiraguato, cayó abatido por las balas, al igual que Felipe de Jesús Landeros, quien comía en una carreta de mariscos y se había refugiado en su camioneta, donde quedó muerto.
    Al lugar también llegaron otros pistoleros en un Ford Mustang y una camioneta Tornado, quienes armados con AK-47 dispararon contra la casa de la familia Lara Díaz en por lo menos 250 veces.

    Libres para morir
    Aún con la adrenalina corriendo por sus venas, Óscar y Juan Carlos corrían de un lado a otro, entraban a la casa, subían al techo y encañonaban a los agentes policiacos que después de 15 minutos llegaron a la escena del crimen.
    Empuñando una .45 chapeada en oro con las letras "EM", y una .38 súper, el hermano y el cuñado de la ex Diputada fueron detenidos y trasladados a las instalaciones de la PGR.
    El sábado 14 de abril por la noche, Juan Carlos y su cuñado Óscar fueron liberados por las autoridades federales, y minutos después, "levantados".
    Dos días después, el lunes 16, en un camino vecinal de Elota, fueron hallados asesinados los dos hermanos de la Sandra Lara y su cuñado, mientras que la esposa de Édgar Iván había sido liberada el sábado, en lo que se presume se trató de un "canje".
    Los agentes policiacos encontraron a las víctimas en el suelo con los ojos vendados y con múltiples heridas de bala.

    ´La colonia siempre ha sido tranquila´
    Vecinos de la colonia Aquiles Serdán aseguran que a un año de la balacera, se respira un aire de tranquilidad.
    "Desde el momento que pasó la balacera la casa quedó sola y la familia no regresó a vivir allí, pero la colonia siempre ha sido tranquila, no ocurren muchas cosas de violencia.
    "Esperamos y que se haga justicia a los hermanos de Sandra, porque las cosas no pueden quedar impunes, queremos que las autoridades brinden seguridad a todos los ciudadanos", dijo una de las habitantes del sector.
    Los residentes recuerdan el terror que sintieron al escuchar los disparos de AK-47.
    "El sonido sólo duró unos minutos, pero eso bastó para que todas las personas corriéramos a escondernos. La verdad fue un horror que no le deseo a nadie".

    ´Lo lleva la SIEDO´
    La Procuraduría General de la República, instancia que asumió las investigaciones del caso, dijo que no cuenta con avances.
    El Delegado Miguel Ángel Campos Ortiz informó que el caso está a cargo de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada.
    "Efectivamente el caso lo lleva la SIEDO, hasta el momento no contamos con información del caso...".
    Durante su última visita a Sinaloa, el Procurador General de la República, Eduardo Medina Mora, expresó que la SIEDO contaba con avances en algunos casos, entre ellos el caso Lara Díaz, pero no especificó cuáles son.

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