"Frijoles y lentejas"
Los frijoles son una manera barata de agregar proteínas a tu dieta diaria, de ahí que sean un grano básico en la alimentación de los mexicanos, dada su facilidad de acceso y amplia variedad.
Existen muchas maneras diferentes de servir y preparar los frijoles, incluso en sopas, en burritos, escondidos en productos horneados, como parte de una salsa y hasta en postre, recuerda los tamales de frijol, que son dulces.
Incluye una buena variedad de frijoles en tu alacena y siempre tendrás opciones para sorprender y deleitar en la mesa, así nada más cocidos son un excelente alimento para los bebés que ya empiezan a comer alimento sólido y con su caldo se puede alimentar a los bebés más pequeños.
Los frijoles secos se pueden moler en harina, además, el frijol mungo, el frijol de soya y las lentejas son excelentes para la germinación, así que quien crea que comer frijoles todos los días es sinónimo de mono-dieta, se equivoca.
Los frijoles blancos tienen una gran versatilidad: se pueden usar en lugar de leche en salsas y sopas de crema, mientras que las judías blancas son los granos utilizados para hacer frijoles horneados.
Los frijoles negros son más sustanciosos en sabor, por lo que son buenísimos en hamburguesas y burritos; los frijoles pintos son fantásticos en burritos y con arroz.
Las lentejas son parte de esta gran familia, no necesitan remojo previo, y son una forma rápida de hacer una comida, ya sea con arroz, verduras y especias, en sopas o en tacos.
Además, comprar los granos a granel, te brinda un precio aún mejor por kilo, lo cual es mucho más barato que comprar frijoles en lata.
*Con información de Consumer.es
FRIJOLES
Además de ser uno de los cultivos más antiguos, en la actualidad es un producto básico de la alimentación, sobre todo porque son una importante fuente de proteínas, vitaminas y minerales (como el hierro).
Frijoles y lentejas permiten múltiples posibilidades en la cocina: en ensaladas o combinados con arroz; para las fiestas unos frijoles puercos o frijoles charros, en temporada de frío; en guisos como costilla con frijol, carne en su jugo o simplemente frijoles en caldo aportan nutrientes.
Para obtener un resultado perfecto, tanto de sabor como de textura y aspecto, hay algunos trucos sencillos que se deben tener en cuenta durante la cocción.
COCCIÓN
* Si cocinas los frijoles en una olla de presión, sólo tendrás que llevar a cabo la cocción durante una hora.
* Hacerlo en una olla convencional requiere por lo menos dos horas y media de tiempo al fuego.
* No agregues sal a los frijoles hasta que se terminen de cocinar, ya que tardarán más en ablandarse.
* Para darles un mejor sabor puedes añadir una media cebolla o un par de dientes de ajo.
LENTEJAS
* Para cocinarlas en un guiso, ponlas en una cazuela y cúbrelas con agua, hasta cinco centímetros por encima.
* Si el agua se consume durante la cocción sin que las lentejas estén hechas es porque el fuego tiene demasiada potencia, si es el caso, añade un poco de agua, así se rebaja la temperatura y vuelven a un hervor lento.
*Cuando las lentejas comienzan a hervir, puede surgir una espuma en la superficie; si es muy oscura, retírala, indica que no se lavaron lo suficiente.
TIEMPO
Si vas a cocinar con frijoles, hay que ser previsor, ya que primero deben enjuagarse, del mismo modo que lo harías con cualquier vegetal, para eliminar toda la suciedad. Un método rápido de cocción requiere remojar los frijoles durante seis u ocho horas o durante toda la noche, antes de cocinarlos. El agua se drena, se añade agua fresca, y los granos son cocinados, ya sea en una olla normal o una olla de presión.
EDAD
Los frijoles viejos o con varios años de almacenamiento son muy duros, para reblandecerlos puedes añadir un poco de bicarbonato de sodio al agua de cocción y eso ayudará a que los frijoles se cuezan más rápido.
Los granos de las cosechas recientes se distinguen por que incluso al ponerlas a remojar se reblandecen en poco tiempo, de una a dos horas.