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"Niños"

"Intoxicación, ¿Qué hacer?"

"Aunque no lo parezca, en tu hogar existe toda una colección de sustancias que, en caso de ser consumidas, pueden provocar serias intoxicaciones"
10/11/2015 09:42

    Ingerir sustancias tóxicas es uno de los riesgos a los que hay que enfrentarse en el hogar, especialmente en el caso de niños pequeños.
    De acuerdo a reportes especializados, 85 por ciento de las intoxicaciones por ingestión de sustancias peligrosas son accidentales, y ocurren en niños entre 1 y 5 años de edad.
    El resto del porcentaje se adjudica al acto premeditado de hacerlo, en concreto en casos de suicidio, que ocurre sobre todo en personas mayores de edad.
    En los niños se da al tener a su alcance sustancias que se utilizan en el arreglo personal, así como en el mantenimiento y limpieza del hogar cuyas características químicas pueden perjudicar seriamente el funcionamiento del organismo, o incluso provocar la muerte de la persona afectada.
    Fuente: saludymedicinas.com

    Paso a paso
    Ahora bien, tome en cuenta que deberá trasladar al intoxicado a recibir atención médica al centro de urgencias más cercano; sin embargo, usted puede realizar lo siguiente:

    Si la persona está inconsciente, revise sus vías aéreas (nariz y garganta) y su respiración, y en caso de que ésta sea deficiente trate de brindarle el aire que necesita mediante la técnica de respiración boca a boca en tanto recibe atención profesional.

    Qué hacer
    En primera instancia, aunque la situación se torne difícil, no debe perderse la calma, y si la víctima está consciente, investigue qué sustancia ingirió. Hágalo rápidamente porque la persona puede perder el conocimiento en cualquier momento.

    Sí, induce al vómito al afectado sólo cuando las sustancias ingeridas sean comida en mal estado o medicamentos.

    No provoques el vómito
    •si el estado de conciencia del afectado se encuentre alterado.
    •La sustancia tóxica es petróleo o uno de sus derivados.
    •Se ingirió un líquido espumoso que pueda ser aspirado y causar asfixia.
    •Se trate de sustancias cáusticas y corrosivas, que puedan dañar esófago, traquea y garganta.

    Busque cerca de la víctima algún envase que contenga líquidos peligrosos.

    TIPS

    1 Hay que tener siempre presente que un niño es un pequeño explorador, por lo cual resulta indispensable cerciorarse de que no estén a su alcance compuestos tóxicos. Lo indicado es guardarlos bajo llave en una repisa alta.

    2 No almacenes este tipo de sustancias en envases para alimentos o refrescos, pues es una de las principales causas de accidentes. Tampoco dejes fármacos en un sitio al alcance, ni induzcas al niño a que tome sus medicinas diciéndole "son dulces".

    3 Lee muy bien la etiqueta de los fármacos a emplear o la receta, pues una confusión puede llevar a sobredosis. Durante la noche enciende la luz antes de dar el medicamento al enfermo, pues se han cometido errores trágicos por equivocar medicinas.

    4 Finalmente, conserva siempre a la mano los números de médicos y hospitales que cuenten con servicio de emergencia, pues no se sabe en qué momento se necesitarán.

    Categorías

    Se pueden agrupar a los productos más comunes y peligrosos en casa de la siguiente forma:

    Aseo personal. Shampoo, colonias y perfumes, desodorantes, jabones, crema de afeitar, pasta de dientes, aceites de baño y talco.

    Cosméticos. Lociones y cremas, quitaesmaltes y acetona, óxido de zinc, tintes y tónicos para el cabello, bronceadores, depilatorios y agua oxigenada.

    Para el automóvil. Aceites y lubricantes, grasas, combustibles, anticongelantes, líquido para baterías.

    Del hogar. Blanqueadores, cloro, detergentes y suavizantes para ropa, amoniaco, lavatrastes, antisarro, destapacaños, sosa cáustica y fertilizantes. Hay que tener cuidado con pinturas, solventes, alcohol, cemento, raticida, ceras, grasa para zapatos, pegamentos, plumones, crayolas y tintas, entre otros.

    Comida en mal estado.


    Tipo de sustancias
    El tratamiento ante una intoxicación dependerá directamente de la sustancia ingerida, así como de los síntomas producidos, pues de esta manera se podrá identificar qué órganos han sido afectados. Para explicarlo mejor, a continuación se presentan los grupos en que suelen dividirse los tóxicos:

    Sustancias corrosivas.

    Por su composición química dañan considerablemente los tejidos con los que entra en contacto. Puede tratarse de ácidos como sulfúrico, clorhídrico, nítrico, fosfórico y acético, entre otros (presentes en detergentes), los cuales provocan sensación quemante en la boca (que bien puede sangrar), garganta, esófago y estómago, además de náuseas y vómitos; puede haber también pérdida de voz, fiebre y dificultad en la respiración.

    Irritantes.

    No destruyen directamente los tejidos, pero producen inflamación de los mismos. Se trata de elementos como yodo, fósforo, arsénico, cloruro de zinc y nitrato de potasio, entre otros, que generalmente forman parte de fórmulas de veneno para ratas o cucarachas, pesticidas y herbicidas. Producen náuseas, vómito, diarrea, dolor abdominal tipo cólico; tanto en el vómito como en las heces puede aparecer sangre.

    Depresoras.

    Opuestas a las anteriores, deprimen al sistema nervioso central; entre ellas barbitúricos, alcohol, alcaloides (atropina y morfina) y muchos anestésicos locales. Suelen comenzar con efecto estimulante de corta duración y, posteriormente, aparece todo lo contrario, disminución de los movimientos respiratorios, sueño excesivo, pupilas contraídas o dilatadas y piel húmeda y fría. Suelen presentarse náuseas, vómito, diarrea y dolor abdominal.

    Opciones médicas
    El médico que atiende al enfermo puede verse en dificultades cuando no reconoce la sustancia ingerida o si en el envase de ésta no se explica la composición del producto. En estos casos puede recurrirse a compuestos que ayudarán a la expulsión del tóxico, entre los que destacan:

    Antídotos.

    Sustancias que neutralizan al tóxico ingerido, las cuales deben ser suministradas por el médico, por lo que no es recomendable que se utilice ningún remedio casero. La leche puede considerarse una excepción si se tiene la certeza de que la víctima ha ingerido solventes, como aguarrás, gasolina o petróleo. De cualquier modo hay que ir al médico.

    Eméticos.

    Sustancias que provocan el vómito. En caso de no contar con uno de ellos se debe inducir manualmente con un opresor de la lengua, como el mango de una cuchara tocando la parte posterior de la garganta. Inducen al vómito agua de mar caliente o un preparado de 1 a 3 cucharaditas de sal en un vaso con agua caliente, o bien mostaza en polvo (una a tres cucharaditas) en un vaso con agua caliente.

    Emolientes.

    Son medicamentos que alivian las molestias del estómago y retrasan la absorción del tóxico (conviene administrarlos tras el vómito). Igualmente son de utilidad la clara de huevo cruda o pasta blanda preparada con harina de arroz, maíz o trigo y un chorrito de agua (simplemente para que pueda ingerirse), o bien leche, la cual está totalmente contraindicada en caso de tratarse de intoxicación por fósforo.

    Purgantes.

    Sustancias que inducen el vaciamiento intestinal con el fin de expulsar el tóxico del estómago vía el excremento. El más conocido es sulfato de sodio o sal de Glauber, cuyo polvo debe disolverse en agua (una cucharadita en un vaso con el líquido). No se debe utilizar purgantes en caso de intoxicación por sustancias corrosivas o si se padece gastroenteritis.

    * No olvide que el médico es el único que puede indicar estos remedios.


    85%
    de las intoxicaciones por ingestión de sustancias peligrosas son accidentales

    1 a 5 años
    es la edad mas frecuente de los accidentes

    7%
    de las consultas de urgencia están ligadas a intoxicaciones infantiles